El mundo requiere metas más claras en materia de aprendizaje para todos a lo largo de toda la vida para que otro mundosea posible

Alan Tuckett
Consejo International de Educación de Adultos
(International Council for Adult Education – ICAE), Uruguay

 

 

 

Resumen – Esta edición de Educación de Adultos y Desarrollo señala un nuevo comienzo, y el Consejo International de Educación de Adultos (ICAE) se complace en asociarse a DVV International para presentar esta serie de ensayos y reflexiones sobre temas que están siendo debatidos y analizados, mientras se considera la adopción de nuevos objetivos, metas e indicadores para el período 2015-2030. En este artículo presento un breve resumen de los esfuerzos realizados por el ICAE hasta la fecha para influir en los objetivos de desarrollo mundial posteriores a 2015 y revisar los temas que requerirán nuestra atención durante el próximo año a medida que el sistema de las Naciones Unidas vaya delineando sus propuestas definitivas para objetivos globales y se desarrolle un proceso paralelo con miras a alcanzar la Educación para Todos (EPT) más allá de 2015.
 



La historia hasta hoy

Desde la Octava Asamblea Mundial del Consejo Internacional de Educación de Adultos (ICAE), celebrada en Malmö (Suecia) en 2011, hemos seguido tres cursos de acción básicos en el proceso, los cuales conducen a la adopción de nuevos objetivos de desarrollo a nivel mundial para el período 2015-2030. El primer curso de acción se concentró en la conferencia mundial conocida como Cumbre de la Tierra, que tuvo lugar en Rio de Janeiro, Brasil, en 2012. En dicho encuentro, los estados miembros de la ONU asumieron el compromiso de diseñar Objetivos de Desarrollo Sostenible, y les encomendaron a 30 países la tarea de encabezar un Grupo de Trabajo de Composición Abierta que deberá presentar un informe en 2014. Las expectativas de los educadores de adultos se vieron escasamente cumplidas en la cumbre de Rio, ya que consiguieron dos breves menciones en la agenda para el aprendizaje a lo largo de toda la vida dentro del marco del acuerdo formal de la conferencia, pero el ICAE selló una alianza eficaz con otras organizaciones de la sociedad civil, y encabezó la elaboración de un documento de políticas de la sociedad civil sobre educación para el mundo que queremos.

El segundo curso de acción de nuestra labor fue el proceso de Educación para Todos (EPT), el cual supervisa el progreso realizado en los diversos objetivos de educación adoptados en Jomtien en 1990 y confirmados en Dakar el año 2000. Tres de los objetivos de EPT inciden directamente en nuestros intereses. En el Cuarto Objetivo se asume un compromiso con la igualdad entre los géneros, pero en la práctica la atención se ha concentrado mayoritariamente en el acceso de las niñas al sistema escolar. En el Segundo Objetivo se asume el compromiso de aumentar las oportunidades de aprendizaje para jóvenes y adultos, y mientras en el Informe de Seguimiento de la EPT para 2013 se daba cuenta de los avances en el campo del desarrollo de aptitudes entre los jóvenes, no se ha realizado ningún esfuerzo para comprobar si se ha ampliado la cobertura de la educación de adultos. En el Tercer Objetivo se promete reducir en un 50% la cantidad de adultos analfabetos, pero en 23 años la tasa mundial de alfabetismo ha aumentado solo en un 12%, y las cifras (poco menos de 780 millones de personas) reflejan un estancamiento general frente al crecimiento experimentado por la población del planeta. Tampoco han mejorado las cifras relativas al analfabetismo femenino, ya que la proporción se mantiene en un 64% del total.

El ICAE y sus socios han logrado, con relativo éxito, influir en la agenda de EPT a través del Comité Consultivo de ONG, el comité directivo sobre EPT, y la Consulta sobre Educación de Dakar, celebrada en marzo de 2013, en la cual se adoptó un objetivo general de “educación a lo largo de toda la vida y enseñanza de calidad para todos”. Lo anterior suena muy bien en general, pero en el resumen de las conclusiones de la reunión de Dakar se persistió en omitir cualquier mención a los adultos.

El tercer proceso ha consistido en reflexionar sobre los aspectos que deberían tenerse en cuenta como continuación de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. En esta instancia se ha desplegado una abrumadora variedad de cursos de acción, coordinados por el Grupo de Alto Nivel de la Secretaría General de la ONU, y a veces no nos ha sido fácil determinar la alternativa de colaboración más adecuada. El Grupo presentó un informe a fines de mayo de 2013.

El tono del informe titulado Una nueva alianza mundial, es, de alguna manera, más optimista de lo que me esperaba. Aun así, incurre en notorias y preocupantes omisiones, al tiempo que arroja luz sobre algunos aspectos en los que es preciso redoblar nuestros esfuerzos de promoción. De todos modos, proporciona un contexto claro para nuestros análisis inmediatos, y a mi juicio hace hincapié en algunos desafíos clave que debe afrontar el movimiento en favor del aprendizaje de adultos.

Para formular sus recomendaciones relativas a los objetivos mundiales, el informe se basa en un análisis en torno a la necesidad de adoptar “cinco grandes cambios transformativos” en materia de prioridades con miras a un futuro sostenible en el que sea posible erradicar la pobreza. Ellos son:

  1. “No olvidarse de nadie”. No permitir que la vida o la muerte de una persona, ni tampoco sus oportunidades en la sociedad, dependan de factores como los ingresos, el género, la discapacidad, la geografía. Los objetivos solo se habrán alcanzado cuando se beneficien por igual los grupos marginados y excluidos.
  2. “Colocar el desarrollo sostenible en el centro de la agenda”. El informe sostiene que este es el criterio que debe prevalecer en las medidas adoptadas tanto por los gobiernos como por el sector empresarial. Sin embargo, escasean las iniciativas que garanticen la existencia de medios de vida sostenibles.
  3. “Transformar las economías para crear empleo y crecimiento inclusivo”. Tener un empleo es lo que ayuda a las personas a abandonar la pobreza, pero es preciso que tengan acceso a “educación, formación y capacitación” para así desenvolverse exitosamente en el mercado laboral. No obstante, nada se señala con respecto a la necesidad de fortalecer las capacidades de quienes trabajan en la economía informal, aunque constituyan la abrumadora mayoría de la población laboral del África Subsahariana y de India.
  4. “Consolidar la paz y crear instituciones eficaces, abiertas y responsables para todos”. En el informe se sostiene que vivir en un ambiente libre de conflictos y violencia es un requisito fundamental para un desarrollo eficaz, y que “la participación en las decisiones que afectan a las vidas [de las personas] son resultados del desarrollo, así como facilitadores de éste”.
  5. “Forjar una nueva alianza mundial”, que le asigne un papel fundamental a la sociedad civil.

Así pues, Una nueva alianza mundial ofrece, a título ilustrativo, doce objetivos universales, cada uno de los cuales consta de cuatro a seis sub-objetivos a los que se sumarán metas fijadas a nivel nacional e indicadores que puedan desglosarse para apreciar el impacto en los grupos marginados. Las metas son ambiciosas, de amplio alcance y —como indica el informe— están interrelacionadas:

  1. Erradicar la pobreza.
  2. Empoderar a las niñas y mujeres y lograr la igualdad de género.
  3. Proporcionar educación de calidad y aprendizaje a lo largo de toda la vida.
  4. Garantizar vidas saludables.
  5. Garantizar la seguridad alimentaria y una buena nutrición.
  6. Lograr el acceso universal al abastecimiento de agua y la recogida de basura.
  7. Obtener energía sostenible.
  8. Crear empleos, medios de subsistencia sostenibles y crecimiento equitativo.
  9. Gestionar los recursos naturales de manera sostenible.
  10. Garantizar la buena gobernanza e instituciones eficaces.
  11. Garantizar sociedades estables y pacíficas.
  12. Crear un entorno mundial favorable y catalizar la financiación a largo plazo.

Se trata de una lista impresionante, cualidad que se ve menoscabada por la escasa claridad respecto de la manera en que se financiarán todas las medidas. Aun así, los educadores de adultos habrán de reconocer que pocos, si alguno, de estos objetivos pueden alcanzarse sin el aprendizaje de adultos, comprendiendo y definiendo los cambios necesarios y adaptándose a ellos. Ahora bien, tal vez estaba dentro de lo esperable que esa no fuera una de las conclusiones centrales del informe.

 

 

 

 

 

 

“La educación cambia después de 2015”

 

 

No obstante, hay aspectos que se agradecen. En primer lugar, la reafirmación de los derechos humanos como la piedra angular para el desarrollo, y la determinación de que las nuevas metas deben concentrarse en el objetivo de garantizar que “nadie caiga en el olvido”. En Una nueva alianza mundial se reitera la premisa fundamental de que ninguna meta podrá alcanzarse a menos que ello ocurra en cada quintil (20%) de la distribución del ingreso, y que los beneficiarios sean mujeres, adultos discapacitados, migrantes y otros grupos anteriormente excluidos. En el informe se reconoce que para que ello ocurra es preciso que se inviertan ingentes recursos en el mejoramiento de los datos, para que puedan desglosarse a fin de facilitar información precisa sobre el grado de eficacia con que se atiende a las necesidades de grupos marginados y excluidos. El perfeccionamiento de las encuestas domiciliarias, incluyendo preguntas sobre participación en el aprendizaje, les será de gran ayuda a los educadores de adultos en su tarea de supervisar la eficacia de los programas para satisfacer las necesidades de los grupos subrepresentados.

Un segundo beneficio es que se combinan los procesos asociados a los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al igual que en la Cumbre de la Tierra, se señala que los objetivos de luchar contra la pobreza y fomentar el desarrollo sostenible deben establecerse de común acuerdo. Se reconoce, asimismo, que los doces objetivos identificados están interrelacionados.

A primera vista, el objetivo recomendado en materia de educación parece también positivo. El tercer objetivo, “Proporcionar educación de calidad y aprendizaje a lo largo de toda la vida”, por lo menos incorpora en la agenda esta modalidad de adquisición de conocimientos. No obstante, a diferencia de lo planteado en la conferencia temática sobre educación de Dakar, omite cualquier referencia a un compromiso de poner dicho beneficio “al alcance de todos”. Y cuando analizamos las metas en forma detallada descubrimos que aquella referida a los jóvenes y adultos consiste en “aumentar el número de mujeres y hombres jóvenes y adultos con las habilidades, incluyendo técnicas y profesionales, necesarias para trabajar”.

Esta formulación de un objetivo de aprendizaje a lo largo de toda la vida —que hasta ahora solo tiene un carácter ilustrativo— se abstiene de abordar el desafío que el Grupo de Alto Nivel plantea en su exposición general, en cuanto a que: “La educación puede ayudar a alcanzar muchos objetivos al crear conciencia y conducir de ese modo a movimientos masivos en favor del reciclaje y las energías renovables, o a la exigencia de una mejor gestión pública y que se ponga fin a la corrupción. Los objetivos elegidos deberían ser aquellos que amplifiquen el impacto mutuo, y generen conjuntamente crecimiento sostenible y reducción de la pobreza”.

Por otra parte, con referencia a las inquietudes que los jóvenes le hicieron llegar al Grupo, se señala que su aspiración es contar con una “educación más allá de la escuela primaria, pero no solo un aprendizaje formal, sino también formación profesional y en habilidades para la vida que los preparen para la vida laboral (…) quieren ser capaces de tomar decisiones informadas acerca de su salud y sus cuerpos, para realizarse plenamente en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos. Quieren acceso a la información y la tecnología para poder participar en la vida pública de sus países, especialmente en el trazado de su camino hacia el desarrollo económico. Quieren ser capaces de exigir cuentas a las personas responsables, quieren tener derecho a la libertad de expresión y asociación, y monitorear el uso que se da al dinero de su gobierno”.

En el objetivo propuesto no se considera prácticamente ninguno de los temas incluidos en dicha agenda. Ni tampoco se aborda el desafío planteado en el Segundo Objetivo “Empoderar a las niñas y mujeres y lograr la igualdad de género“. A este respecto, el Grupo indica que “Una mujer que recibe más años de escolaridad es más probable que tome decisiones sobre vacunación y nutrición que mejoren las oportunidades de su hijo en la vida; de hecho, el aumento de la escolaridad de niñas y mujeres entre 1970 y 2009 salvó las vidas de 4.2 millones de niños”.

El informe omite cualquier referencia a la educación de adultos como tema de discusión. Tampoco reconoce que para todas las personas actualmente excluidas, o que no tuvieron la posibilidad de recibir una educación de calidad en el pasado, el derecho a una educación de adultos de primera o segunda oportunidad —de tipo profesional y de por vida— es fundamental si se pretende que nadie se quede rezagado.

¿Cuáles son los próximos pasos?

En mi opinión, un desafío fundamental que se desprende de toda la labor realizada hasta ahora consiste en encontrar un conducto más adecuado para dar a conocer las inquietudes relativas a la enseñanza y el aprendizaje de adultos en la propia comunidad educativa. Debemos asegurarnos de que las energías de nuestros colegas se concentren en sectores más amplios de la comunidad educativa, logrando que comprendan suficientemente el problema y se convenzan de incorporar en la agenda la promoción del aprendizaje y la educación de adultos (AEA), que se basa en la promoción de los derechos e incluye el derecho a la alfabetización; a la educación profesional, cívica y democrática; a la educación para el bienestar; a la educación para una vida sostenible receptiva a las artes y la cultura, el aprendizaje intergeneracional, y respetuosa de la diversidad y la diferencia. Esa fue, por cierto, la visión fundamental que prevaleció en CONFINTEA V y CONFINTEA VI, pero aún no ha sido incorporada automáticamente en sus esfuerzos de promoción por los colegas que trabajan en escuelas y universidades. Los adultos, al igual que los niños y niñas, necesitan una educación de calidad impartida por maestros que cuenten con una formación adecuada. El rendimiento escolar de niños y niñas mejora cuando sus madres aprenden. La educación en la primera infancia resulta más provechosa cuando el grupo familiar se compromete en el proceso. Es necesario que hagamos mayor hincapié en nuestros objetivos comunes e interrelacionados, como asimismo en la clara exposición de nuestras propias prioridades.

En relación con lo anterior, hemos de cumplir la importante misión de contribuir a que sectores más amplios de la comunidad de desarrollo comprendan con mayor claridad el papel de la educación de adultos en el cumplimiento de otros objetivos para superar la pobreza y en los esfuerzos por garantizar una mejor calidad de vida. Una de las primeras tareas que nos corresponde realizar consiste en precisar, para cada uno de los doce objetivos universales propuestos en el informe del Grupo de Alto Nivel, las razones por las que el aprendizaje de adultos produce un cambio, de preferencia respaldándolas con evidencias contundentes y siguiendo las pautas de los informes con que el Centro de Investigación sobre los Mayores Beneficios del Aprendizaje del Instituto de Educación de la Universidad de Londres dio los primeros pasos en esta área; dichas pautas ya han sido adoptadas por la OCDE. Será fundamental evitar los planteamientos excesivos, y en vez de ello procurar que al elaborarse los argumentos se empleen constructivamente las conclusiones del seminario virtual que el ICAE celebrará conjuntamente con DVV International tras la revista. [Para tomar parte en los debates, sírvase visitar la página 46, donde encontrará más detalles, N. de la R.].

Por cierto que la tarea más importante consiste, a mi juicio, en formular propuestas concretas para una meta clara y comprensible en materia de aprendizaje a lo largo de toda la vida, y definir los indicadores susceptibles de medición. Mi propuesta incluiría solo un leve cambio en el objetivo planteado en el informe del Grupo de Alto Nivel, añadiendo el complemento “para todos” al actual enunciado, con lo que el texto quedaría como sigue: “Proporcionar educación de calidad y aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos”. Ello involucrará necesariamente un reconocimiento de que el aprendizaje a lo largo de toda la vida abarca el aprendizaje formal, no formal e informal. Mis tres indicadores comenzarían con la alfabetización de adultos, pues se trata de un derecho fundamental. Y deberíamos garantizar la alfabetización universal para el año 2030, con una disminución del 50% en la cantidad de adultos analfabetos en todos los países para el año 2020, y una nueva reducción a la mitad al cabo del siguiente lustro, asignándose una inmediata prioridad a la erradicación de la brecha entre géneros en el acceso a la alfabetización.

Puesto que los nuevos objetivos deberían abarcar el mundo industrializado y los países en vías de desarrollo, es preciso reconocer, además, que las aptitudes de lectura y escritura dependen de un contexto específico, por lo que es menester identificar a los millones de personas con escaso grado de alfabetismo y disminuir su cantidad.

Tanto eI CAE como DVV International tienen un compromiso con el derecho a un aprendizaje digno para un trabajo digno. Las personas que trabajan en la economía formal e informal deberían tener acceso a una educación adecuada a los objetivos, y la brecha de participación entre las cifras alcanzadas en el quintil más acomodado de la población de un país y las observadas en el 20% con menos recursos debería estrecharse en cada medición quinquenal del progreso.

En tercer lugar, la educación para el compromiso democrático debe constituir una prioridad. Sin embargo, puesto que es tan difícil de medir, y el poder del aprendizaje para filtrarse de un ámbito a otro es tan grande, yo me conformaría con una meta de participación global, medida a través de encuestas domiciliarias, y con datos desglosados en función de todos los grupos destacados en el informe del Grupo de Alto Nivel. Así pues, el indicador nuevamente procuraría compensar la insuficiente representación de los grupos marginados.

En este artículo me he concentrado en el informe del Grupo de Alto Nivel, ya que corresponde al primer intento por reunir en un solo cuerpo toda la variedad de temas de discusión. Sin embargo, como consecuencia de los esfuerzos paralelos del Grupo de Trabajo de Composición Abierta de la Secretaría General sobre metas para un desarrollo sostenible, el debate derivará, con seguridad, hacia varios frentes, por lo que debemos estar preparados para abogar a favor de la educación para la sostenibilidad, incluyendo los temas analizados en este documento. Y luego tendrá lugar un proceso paralelo destinado a identificar las metas de Educación para Todos teniendo en cuenta el mundo posterior al año 2015. Aún hay mucho por hacer, qué duda cabe, pero la aspiración de una sociedad del aprendizaje donde, tal como se señala en el Informe Delors de 1996, todos puedan “aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser”, aún no se ha cumplido y bien vale la pena esforzarnos por hacerla realidad.

 


Referencia

Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015 (mayo de 2013): Una nueva alianza mundial: erradicar la pobreza y transformar las economías a través del desarrollo sostenible. Informe del Grupo de Alto Nivel de Personas Eminentes sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015. Disponible en http://bit.ly/12qUxQG

 


Sobre el autor

El Prof. Dr. Alan Tuckett fue elegido presidente del Consejo Internacional de Educación de Adultos en 2011, poco después de jubilarse del cargo de director ejecutivo de NIACE —la ONG nacional para Inglaterra y Gales que representa los intereses de los alumnos y maestros de educación de adultos—, donde trabajó desde 1988. Entre sus logros en esta

última institución pueden mencionarse la creación de la Semana del Alumno Adulto, que fue adoptada por la UNESCO y se extendió a 55 países. En etapas anteriores de su carrera colaboró en la puesta en marcha de la campaña de alfabetización de adultos en Gran Bretaña. Es profesor visitante en las universidades de Nottingham y de Leicester, y este año impartirá clases en la Universidad Juluis-Maximilians de Wurzburgo, Alemania.

Contacto

ICAE – 18 de Julio 2095/301 – CP 11200 
Montevideo, Uruguay 
alan.tuckett@gmail.com
www.icae2.org

 

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