Cómo la educación de adultos rescató a las niñas de las garras del suicidio

De la izquierda a la derecha:

Wanga Weluzani Chakanika
Universidad de Chalimbana
Zambia

Nelson Sakala
Ministerio de Jefes y Asuntos Tradicionales
Zambia

De la De la izquierda a la derecha:

Davies Phiri
Universidad de Zambia
Zambia

Phyllis I. Sumbwa
Universidad de Zambia
Zambia


Resumen
La práctica de los matrimonios infantiles en Zambia ha ido cobrando fuerza hasta transformarse en una pandemia que perpetúa el ciclo de pobreza. En este artículo se describe cómo el Jefe Madzimawe recurrió a la educación de adultos para restringir la práctica del matrimonio infantil en el territorio bajo su mando. En el artículo se demuestra cómo estos principios de andragogía han contribuido a reincorporar en diversos niveles de educación a los alumnos liberados del matrimonio infantil.


El Jefe Madzimawe, de la etnia ngoni, está empleando la educación de adultos para erradicar el matrimonio infantil en su jefatura del distrito de Chipata, capital de la Provincia Oriental, en Zambia. ¿Por qué decidió tomar esta medida? ¿Por qué recurrió a la educación de adultos para lograr este objetivo? ¿Es posible que su ejemplo sea imitado por otros líderes tradicionales?  Analizaremos con mayor detalle cada una de estas interrogantes, pero antes que nada es importante describir la realidad del matrimonio infantil,  el cual se está transformando en un problema cada vez más grave en Zambia.


Figura 1: Su Alteza Real el Jefe Madzimawe (al centro) acompañado por indunas (asesores) y guerreros ngoni

Se considera que alrededor del 76,6 % de la población de las zonas rurales de Zambia vive en condiciones de pobreza (Ministerio de Planificación y Desarrollo Nacional 2017). Una de las razones que explica este fenómeno es el matrimonio infantil. A Su Alteza Real el Jefe Madzimawe lo anima el deseo de acabar con esa situación de desigualdad. Explica el Jefe: "… decidí tomar esta lucha como algo personal, tras varios intentos por movilizar a la jefatura en la lucha contra la pobreza. Descubrimos que un aumento en la cantidad de matrimonios infantiles no añadía ningún valor a la sociedad, y que esta práctica solo acarreaba más problemas (…) Se constató que ella era uno de los obstáculos que frenaban nuestro progreso en la lucha por salir la pobreza (…) Así pues, lo que necesitábamos era comenzar a implementar programas destinados a luchar contra esta lacra".

El Jefe y la educación de adultos

La ley sobre Registro y Desarrollo de Aldeas (1971) encomienda a los jefes la tarea de "impulsar aquellos proyectos que permitan mejorar la calidad de vida de las personas, fomentar el progreso educativo y económico, y contribuir al mejoramiento de toda la infraestructura necesaria para ofrecer de manera permanente servicios de salud y saneamiento en las aldeas". El Jefe Madzimawe formula la siguiente reflexión: "En mi calidad de Jefe, soy una persona respetada por todos los habitantes del territorio bajo mi mando. Por tanto, debo corresponder a ese respeto, y la única manera en que puedo hacerlo es velando por el bienestar de mis súbditos. Uno de los caminos consiste en abogar por lo que yo llamaría una vida positiva que permita dejar atrás esos problemas sociales, favorecer el desarrollo y ayudar a mi pueblo a escapar de las garras de la pobreza…".

Este es un claro ejemplo de la similitud entre los deberes de los jefes y los de los educadores de adultos cuando se trata de propiciar el desarrollo. Según Dodo (2013) y Chigwata (2016), la misión de los líderes tradicionales consiste en servir de intermediarios entre los pueblos y el Gobierno, o de enlace con otros actores involucrados, para así fomentar el desarrollo en sus respectivas jurisdicciones. Por consiguiente, tiene sentido asociar la función del Jefe Madzimawe a la filosofía humanista y progresista propia de la educación de adultos, ya que se esfuerza por inculcar  los conocimientos prácticos y las habilidades necesarias para resolver los problemas que obstaculizan el desarrollo de la sociedad, y por impulsar el crecimiento y el desarrollo personal de sus súbditos (Knowles, Holton y Swanson 1988; Rogers 1969).

Trabajar en conjunto

Con el fin de aumentar las posibilidades de éxito de sus iniciativas, el Jefe ha establecido alianzas con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales (ONG) para así poner el desarrollo al alcance de los habitantes de su región. Explica el Jefe: "Trabajo en conjunto con el Gobierno, la policía zambiana, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Desarrollo Comunitario y Bienestar Social (Ministerio de Educación), la Iglesia (…) Y luego están las organizaciones que solo recientemente se han enterado de nuestras actividades en esta jefatura: Save The Children International, el Centro Zambiano para Programas de Comunicación (Zambia Centre for Communication Programmes, ZCCP), Mujeres por el Cambio (Women for Change) y La Mujer y la Legislación en el África Meridional (Women and Law in Southern Africa, WLSA), las cuales han impartido programas de capacitación que benefician a nuestros habitantes…".

El Subcomité Real de Género

Se ha creado un Subcomité Real que se ocupa, entre otros asuntos, del género, del saneamiento y la higiene, como asimismo de problemas medioambientales y sanitarios. El Subcomité de Género, que es más participativo y tiene en cuenta el tema de las relaciones entre hombres y mujeres, coordina los asuntos relativos al género y la educación. Encabezado por un induna (asesor del Jefe), y con una mujer como vicepresidenta, está formado por 24 mujeres y 10 hombres. El hecho de que su composición sea mayoritariamente femenina no solo les otorga a las mujeres mayor influencia en la toma de decisiones, sino que además fortalece la identificación de la comunidad con este organismo y potencia las iniciativas colectivas que apuntan a producir cambios sociales. Estos subcomités también funcionan en las aldeas.

El Subcomité de Género organiza programas para el bienestar infantil y recopila informes sobre casos de matrimonio infantil. Al interior de este subcomité funciona una Unidad de Protección de la Infancia formada por un induna, un religioso y un habitante de la aldea, los cuales cumplen una función de vigilancia y evaluación. Esta unidad supervisa la asistencia, el rendimiento y la evolución de alumnos que han sido reinscritos en un internado, y emite informes de progreso.

Diálogo comunitario y sensibilización


Figura 2: El Jefe Madzimawe sentado en el sitial durante el diálogo comunitario
(fuente: página de Facebook del Jefe)

Se celebran reuniones de diálogo y sensibilización con el fin de tratar temas como la salud maternoinfantil, el embarazo en la adolescencia y el matrimonio infantil, los derechos sexuales y reproductivos, la violencia de género y la manera en que todos estos problemas afectan el desarrollo. El líder tradicional se vale de la tribuna que ofrece el comité para hacer hincapié en los derechos de los niños y niñas, en las disposiciones aprobadas colectivamente que prohíben el matrimonio infantil, y describe las consecuencias. De esta manera se entrega información a los habitantes, se fomenta su inclusión y participación, y se contribuye a movilizar las capacidades de organización a nivel local.

Seminarios y talleres comunitarios

En conjunto con los socios se organizan seminarios y talleres comunitarios para abordar el tema del matrimonio infantil. De esta manera se proporciona a los niños y niñas, al igual que a la comunidad, un amplio bagaje de conocimientos sobre esta materia. También se les entregan herramientas que les pueden servir para cuestionar estas prácticas y reflexionar sobre el tema. Se les inculcan, asimismo, aptitudes para la resolución de problemas con el fin de capacitarlos para emprender iniciativas colectivas.


Figura 3:  El Jefe Madzimawe saluda a la ministra de género durante un seminario organizado por World Vision (fuente: página de Facebook del Jefe)

Desarrollo de capacidades y empoderamiento comunitario

El líder tradicional trata de conseguir que ONG como WLSA, WfC y otras desarrollen las capacidades de los funcionarios de la jefatura y les entreguen las herramientas que le permitan prestar servicios que satisfagan mejor las necesidades de la gente. Gracias a esas iniciativas conjuntas, se ha capacitado a asistentes jurídicos y orientadores psicosociales que trabajan en la comunidad. La labor de orientación permite rehabilitar psicológicamente a los niños y niñas para que enfoquen su mente en la educación. Por su parte, los asesores jurídicos ofrecen charlas sobre educación comunitaria para crear conciencia sobre los derechos legales, promueven diversas causas, asesoran a las víctimas sobre procedimientos judiciales, ayudan a los clientes a gestionar trámites institucionales, organizan actividades colectivas y llevan a cabo misiones de investigación de los hechos.


Figura 4: Un asistente jurídico y orientadoras psicosociales esperan para atender a sus clientes
(fuente: página de Facebook del Jefe)

El subcomité de género invita a miembros cualificados de la comunidad, en especial médicas, maestros, ingenieros, deportistas y conferencistas motivacionales, para que acudan a ofrecer charlas que sirvan de estímulo para niños y niñas huérfanos y vulnerables (NHV) y para otros chicos. Los padres y los habitantes de la aldea también asisten a estos programas.

La Fundación Madzimawe

Esta fundación, cuya creación fue idea de la jefatura, surgió como una reacción frente a la realidad del matrimonio infantil, y su finalidad es ofrecer clases de recuperación a NHV o a desertores escolares. Es financiada con recursos personales del propio Jefe, con multas cobradas a infractores, con donaciones de habitantes de la aldea y con contribuciones solicitadas por el Jefe a personas de buena voluntad a través de las redes sociales. El Jefe confirma que: "… A veces echo mano de mis propios recursos (…) La verdad es que me veo como un padre con muchos hijos que debe asegurarse de que reciban el apoyo necesario. Ese es el entusiasmo que nos debe mover para llevar adelante el proyecto de respaldar a estos niños y niñas (…) Actualmente, uno de ellos está estudiando en la Escuela de Educación de Chipata para obtener el título de profesor (…) Perdió a su padre y a su madre".

La situación anterior es confirmada por Tshitangoni y Francis (2014), quienes señalan que "los líderes tradicionales deben recolectar contribuciones financieras entre miembros de la comunidad, poner en marcha proyectos, y tratar de conseguir que los organismos estatales y de otro tipo cumplan un papel más destacado en el desarrollo de distintas áreas en su territorio; asimismo, impulsan y supervisan proyectos de desarrollo comunitario y fomentan la elaboración de planes de desarrollo comunitario…".

El Programa de Apoyo a la Educación (Education Support Programme, ESP) de la fundación financia matrículas escolares y facilita artículos de primera necesidad como provisiones, uniformes, zapatos, libros, etc. Además consigue plazas escolares para NHV y para víctimas del matrimonio infantil, reinscribe a alumnos en internados para evitar que los vuelvan a comprometer en matrimonios, y ofrece servicios jurídicos básicos, sistemas de remisión de pacientes y asesoramiento.



Figura 5: Un grupo de niñas recita un poema durante un seminario celebrado en la jefatura de Madzimawe (fuente: página de Facebook del Jefe)


Figura 6: Un grupo de alumnos se reúne con el Jefe Madzimawe, quien acaba de concederles matrículas escolares y entregarles artículos de primera necesidad
(fuente: página de Facebook del Jefe)

Castigar a los infractores

La constitución zambiana reconoce a las jefaturas y dispone la creación de la Cámara de los Jefes. Los jefes están facultados por la ley para mantener el orden público en sus respectivos territorios (Constitución de Zambia, 1996; Ley sobre Jefes, 1965). Hartman y otros (1993: 15-24) también indican que "los líderes tradicionales asumen la responsabilidad de prevenir, detectar y castigar los delitos…". El matrimonio infantil —al igual que el matrimonio intergeneracional— es un acto ilegal, ya que involucra mantener relaciones sexuales con una persona menor de 16 años.

El Jefe Madzimawe aplica los valores de la educación de adultos con el objeto de fomentar la disciplina y el desarrollo entre sus súbditos. Para sensibilizar a los habitantes de las aldeas se emplean técnicas andragógicas, como talleres, seminarios, programas de educación comunitaria e iniciativas de promoción y diálogo. Lo anterior ha servido, en mayor medida, como una advertencia dirigida a quienes obligan a los niños y niñas a contraer matrimonio. Señala el Jefe Madzimawe: "… El Subcomité de Género acude a las aldeas para sensibilizar a sus habitantes (…) De este modo, una vez que una aldea ha sido sensibilizada no volverá a tolerar ninguna acción disparatada que tenga relación con el matrimonio infantil. Si se descubre que un padre o una madre ha participado en cualquier ceremonia que se asemeje a un matrimonio infantil, o en cualquier acto de violencia de género, tendrá que recibir la sanción que corresponda, y (…) si ocurren casos de naturaleza delictiva, como el acceso carnal, en que un adulto se ha casado con un menor o una menor, ellos no son gestionados por la jefatura. Pero si se considera que la situación puede ser abordada por la jefatura, le imponemos al culpable la correspondiente sanción, que puede consistir en realizar labores comunitarias, o en trabajar en una escuela o en una clínica. También se le puede confiscar una cabra, y el dinero obtenido de su venta se destina a financiar las matrículas de niños y niñas que hemos reintegrado a la escuela".

Las medidas disciplinarias básicas se fundan en los principios de la educación de adultos, y el castigo solo se aplica como último recurso. Los infractores son sentenciados a realizar labores de servicio comunitario, se les impone una multa o son entregados a las fuerzas del orden.

Conclusión

Es importante destacar los mecanismos de educación de adultos empleados por un líder tradicional zambiano para rescatar recursos humanos que son tan necesarios, y ponerlos al servicio del desarrollo sostenible a nivel nacional. Entre los métodos empleados se incluyen el diálogo comunitario y la sensibilización, talleres y seminarios, e iniciativas de promoción y de desarrollo de capacidades organizativas a nivel local.  Intervenciones como la anterior pueden servir de ejemplo para que otros líderes tradicionales se sumen a esta lucha y adopten estrategias similares.


i Según Mthandeni (2002:1), "un líder tradicional se define como una persona que, en virtud de su ascendencia, ocupa el trono o sitial en un determinada área, ha sido designada en ese cargo de conformidad con las costumbres y tradiciones de la región, y ejerce una autoridad tradicional sobre los habitantes de ese territorio o sobre cualquier otra persona nombrada por instrumento y orden del Gobierno para ejercer una autoridad tradicional sobre un territorio o una tribu". Las expresiones líder tradicional y Jefe se emplearán indistintamente en este artículo.

ii El Ministerio de Género (2016) define el matrimonio infantil como un matrimonio formal o una unión informal en que uno de los contrayentes tiene menos de 18 años o ambos no sobrepasan esa edad. Se distinguen los siguientes tipos de matrimonio infantil: matrimonios entre adolescentes de edad similar, matrimonio intergeneracional, y matrimonio destinado a rectificar una situación o a evitar que una familia se vea enfrentada a la vergüenza y a la deshonra (Mushota 2005; Mann, Quigley y Fischer 2015).

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