Este documento fue presentado en la Conferencia de la Comunidad Sudafricana para el Desarrollo (Southern African Development Community – SADC) sobre alfabetización y educación básica de adultos, que sesionó del 3 al 5 de diciembre en Pietermaritzburg. ¿Qué significa la demanda de aprendizaje de por vida para África del Sur, una región con una tasa de analfabetismo muy elevada? ¿Cómo se puede mejorar la situación? John Aitchison presenta resultados y desafíos que se desprenden del trabajo de los comités técnicos de la SADC sobre educación y capacitación de por vida. El autor es profesor de educación de adultos y director del Centro de Educación de Adultos de la Universidad de Natal, Pietermaritzburg.
En los términos de referencia que concluyó y adoptó el Comité Técnico de Educación y Capacitación de por Vida (Technichal Committee on Lifelong Education and Training – TC-LET) de la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo (Southern African Development Community – SADC), en su Segundo Encuentro celebrado en Maputo en abril de 2002, el comité tomó nota de una contradicción aparentemente insoluble:
La educación y capacitación de por vida son necesarias a causa de la rápida obsolescencia de la educación y capacitación previas, lo que a su vez se debe a la globalización y al desarrollo tecnológico (y particularmente de la tecnología de la información).
No existen bases sólidas para ese aprendizaje de por vida a causa del analfabetismo, literario y numérico, que existe en los países miembros de la SADC.
Es en esta contradicción, en este enigma, que yo veo el punto de partida para esta conferencia sobre la cooperación en torno al problema de la educación y alfabetización básica de adultos dentro de la región.
Es de conocimiento general que África es el continente que arrastra la mayor carga de analfabetismo y de ausencia de la base necesaria para una educación para todos. El Protocolo de la SADC sobre Educación y Capacitación, firmado en septiembre de 1997, ponía de relieve la necesidad de encarar los requerimientos educativos de aquellas personas que, o bien no están en condiciones de entrar en un aprendizaje a tiempo completo, han pasado la edad de la educación básica o necesitan mejorar sus habilidades. Los estados miembros reconocían esa necesidad y reafirmaban su compromiso por la consecución de la alfabetización universal en todos los países de la SADC. Las dificultades económicas y la pandemia del SIDA han empeorado esta situación a lo largo de la última década, y es de conocimiento general que las resonantes declaraciones y convocatorias a la acción que se hizo en Jomtien, y se ratificó en Dakar el 2000, con el objetivo de garantizar la Educación Para Todos, han tenido una ejecución más bien pobre.
Al mismo tiempo en África nos encontramos constantemente bombardeados/as de advertencias en el sentido de que el nuevo orden mundial global, basado en la tecnología de la información y la comunicación, requiere que cada nación tenga una fuerza de trabajo altamente educada y calificada (si no quiere sufrir, en este contexto competitivo donde sobreviven los más aptos, las consecuencias de no estar tan bien dotada). En la práctica, y a causa de la rapidez con que se producen los cambios tecnológicos, una fuerza de trabajo altamente educada y calificada será aquella que se comprometa de manera permanente en una educación y capacitación de por vida. Como respuesta a esta necesidad, el Protocolo de Educación y Capacitación de la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo estaba además de acuerdo en que la región comprometiera los recursos necesarios para apoyar la educación y capacitación de por vida.
Si bien se debe tener cuidado de no sobrestimar el poder de la educación y la capacitación a la hora de mejorar y transformar las sociedades —puesto que el poder de la educación para transformar la realidad sólo puede ser efectivo si va de la mano y cuenta con el apoyo de una transformación y relanzamiento en los campos económico, político y cultural—, es evidente que el continuo fracaso en el intento de encarar la educación elemental de millones de ciudadanos adultos/as en la región puede llevar a dos conclusiones igualmente desagradables:
Toda la población de esta región se quedará rezagada porque no contamos con los ciudadanos educados/as y calificados/as que se necesita en el mundo en que vivimos; o bien
Pese a que pequeñas élites altamente educadas y calificadas quieren ‘unirse al mundo’, la gran mayoría de nuestra población se verá cada vez más marginada y descartada, dado que no sólo resulta simplemente inútil para la participación en la nueva sociedad global de aprendizaje, sino que constituye un impedimento real para el desarrollo regional.
Resultaba evidente en los documentos presentados por los diferentes países en dicha conferencia que los planes, estrategias y recursos que actualmente están operando para prevenir los dos resultados negativos que acabamos de consignar, en el mejor de los casos se limitarán a frenar un empeoramiento de la situación, y en el peor no podrán hacer frente de ninguna manera al deterioro de la situación. Es vital darle la vuelta a esta posición negativa, y es responsabilidad nuestra velar por que así ocurra.
El estímulo para la acción, aparte de la identificación que hacen los propios participantes en la conferencia de los desafíos que nos esperan, y de su compromiso para responder a los mismos, viene de la decisión de la Asamblea General de Naciones Unidas de poner en práctica la Resolución 56/116, de diciembre de 2001, sobre la Década de Naciones Unidas para la Alfabetización: Educación Para Todos, para lo cual se ha elaborado un plan preliminar para el período del 2003 al 2012 (ver el Documento de la Asamblea General de Naciones Unidas A/57/218, del 16 de julio del 2002).
El Comité Técnico de Educación y Capacitación de por Vida agarró por los cuernos esta contradicción entre una visión superior de la educación de por vida y la ausencia de la base necesaria para la actual educación de por vida.
Esto se puede ver con suma evidencia en sus esfuerzos por definir lo que es educación y capacitación de por vida. Una dificultad inicial que tuvo que enfrentar el Comité Técnico era que el término educación de por vida (o aprendizaje de por vida) tendía a interpretarse de dos maneras diferentes, vías que por sí mismas reflejan la contradicción existente entre los niveles superiores de alfabetización de adultos en África y la situación en las sociedades altamente educadas y tecnificadas de otras partes del mundo.
Una concepción común es que la educación de por vida es una especie de etiqueta eufemística para la alfabetización instructiva tradicional y para formas similares de educación básica de adultos. Así es como las unidades o direcciones de educación de adultos, o de educación y capacitación básica de adultos, encargadas de poner en marcha campañas de educación básica y alfabetización de adultos, podrían ahora rebautizarse como unidades de educación de por vida. Pero esto cambiaría poco en la humilde posición que tiene la provisión de alfabetización de adultos cuando tiene que competir con la demanda voraz del sistema escolar y de educación superior.
La otra concepción común es que la educación y capacitación de por vida era una visión de lo que podría ser un mundo en el que todos/as tuvieran acceso a la educación y capacitación, así como oportunidades de comprometerse con las mismas cuando y donde sus vidas así lo requirieran, y en el que los países depen dieran cada vez más de los conocimientos y destrezas de sus ciudadanos/as y por tanto invirtieran en ellas. En los hechos esto podría significar que se veía la educación de por vida como algo simplemente impracticable, dados los recursos con que actualmente cuentan los países más pobres, o bien podría aplicarse a la élite, a la educación permanente en alta tecnología para quienes ya tienen un buena educación.
El problema del Comité Técnico era que estas dos concepciones parecían estar, en el plano de la práctica, muy distantes la una de la otra. Y para nuestra región era necesario aunarlas.
Entonces el Comité Técnico desarrolló una definición que reconocía que el concepto de educación y capacitación de por vida cubre todo el espectro de la educación elemental, secundaria y superior, de la educación fuera de la escuela, de la educación y el desarrollo de destrezas para personas adultas, al mismo tiempo que se reconoce la urgencia de sentar las bases para un aprendizaje de por vida a través de la alfabetización y educación básica de adultos.
Hacia una definición de la educación de por vida La educación de por vida representa una concepción exhaustiva y visionaria que incluye el aprendizaje formal, no formal e informal que se extiende a lo largo de toda la vida de una persona y pretende alcanzar el más completo desarrollo posible en la vida personal, social, vocacional y profesional. Entiende la educación en su totalidad, incluyendo el aprendizaje que tiene lugar en el hogar, en la escuela, en la comunidad y en el lugar de trabajo, con la ayuda de los medios masivos de comunicación y otras situaciones y estructuras que hacen posible la adquisición y perfeccionamiento de conocimientos, destrezas y actitudes. Ninguna nación ha alcanzado hasta ahora de manera completa este objetivo de un sistema de aprendizaje de por vida, por lo que sigue siendo una llamada visionaria a una sociedad abierta y de aprendizaje, que opera a través de una multiplicidad de redes educativas. Un propósito central del aprendizaje de por vida es la ciudadanía democrática que sirve para vincular a individuos y grupos con las estructuras de la actividad económica, política y social tanto en el contexto local como en el global. La educación de por vida afecta a todos los proveedores de educación existentes, a la vez que se basa en ellos, y extiende sus manos más allá de los proveedores de educación formal para abarcar a todas las instituciones y personas que están involucradas en actividades de aprendizaje. Educación de por vida significa hacer que la gente esté en condiciones de aprender en diferentes momentos, de diferentes maneras, con diferentes propósitos y en diversas etapas de sus vidas y carreras. La educación de por vida tiene que ver con la provisión de oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida (por lo que presta atención a todas las formas de educación de adultos y educación continua), a la vez que produce estudiantes de por vida (y a partir de ello tiene que orientar los fundamentos que reciben la gente joven en la educación formal con el fin de comprometerlos en un aprendizaje de por vida). La educación de por vida, en respuesta a las condiciones de cambio constante que caracterizan la vida moderna, debe conducir a una sistemática adquisición, renovación, actualización y terminación de conocimientos, destrezas y actitudes, que estén a la altura de lo que requieren esos cambios. En contextos donde grandes cantidades de personas adultas son analfabetas o carecen de educación básica, el eje central de las actividades de educación de por vida bien podría consistir, en gran medida, en la proveer los fundamentos del aprendizaje de por vida a esos sectores marginados y desfavorecidos de la sociedad. |
En consecuencia, a la luz de esta definición y de una lectura inteligente de los contextos global y regional, el Comité Técnico identificó dos desafíos principales:
En primer lugar, tener constantemente una visión previa de lo que es una región de aprendizaje en la que todos los ciudadanos/as cuenten con apoyo para el aprendizaje de por vida, de manera que ciertamente estén en condiciones de participar como plenos ciudadanos del mundo. Por lo tanto, el Comité Técnico será responsable de iniciar y asegurar la puesta en práctica, el monitoreo y la evaluación de una diversidad de actividades relacionadas con la educación y capacitación de por vida en la región.
En segundo lugar, y a causa de desventaja educacional que padece la región, el Comité Técnico debe priorizar y hacer hincapié en el logro de la capacidad universal de lectura, escritura y cálculo en cuanto fundamento de la educación y capacitación de por vida en la región de la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo.
La respuesta a estos desafíos puede desglosarse en toda una serie de ellos, incluyendo los siguientes:
Clarificar el concepto de educación y capacitación de por vida de manera que se lo reconozca como referido a todo tipo de educción (y no solamente a la alfabetización y a los programas extra escolares), otorgándole al mismo tiempo prioridad al hecho de asegurar que las bases fundamentales del aprendizaje de por vida, a saber la lectura, la escritura y el cálculo, sean accesibles a todas las personas de los estados miembros.
La des-estigmatización de la educación no formal (de manera especial cuando está vinculada con la producción del sustento cotidiano).
Estimular a todos los estados miembros para que reaviven el uso de la radio y otros medios para la propagación de programas de educación y capacitación de por vida.
Elaborar un documento de defensa de la educación y capacitación de por vida para la región, y animar la redacción de documentos de defensa a nivel nacional.
Identificación del centro de especialización que pueda llevar a cabo una investigación fundamentada en la información básica sobre actividades de aprendizaje de por vida en todos los estados miembros.
Trabajar sobre currículos, materiales y métodos de enseñanza y aprendizaje que están obsoletos o pasados de moda, y estimular el desarrollo de marcos de calificación y sistemas de certificación y articulación, sin grandes pretensiones pero inmediatamente aplicables.
Elaborar, financiar y poner en práctica un plan estratégico de cinco años que tenga en cuenta las áreas de acción prioritarias (y que incluya la problemática del VIH/SIDA así como el impacto que tiene el VIH/SIDA en el campo del aprendizaje de por vida).
Antes de entrar en comentarios sobre los planes del Comité Técnico para la Educación y Capacitación de por Vida, es necesario decir algo sobre estos comités técnicos y la Dirección de Desarrollo de Recursos Humanos de la SADC.
El Protocolo de la SADC sobre Educación y Capacitación prevé (Artículo 11) una subsección dedicada a la cooperación en el sector de Educación y Capacitación para el Desarrollo de Recursos Humanos, así como la instalación de una serie de comités técnicos, siete en total, para que trataran los siguientes temas:
Educación básica (niveles primario y secundario)
Educación y capacitación intermedia
Educación y capacitación superior, e investigación y desarrollo
Educación y capacitación de por vida
Fondos para capacitación
Certificación y acreditación
Educación a distancia
Cada comité técnico (Artículo 13, Sección d) debía estar compuesto por un delegado de cada estado miembro en por lo menos una de las siguientes categorías: autoridad ministerial responsable de educación de adultos; instituciones de desarrollo y capacitación gerencial; organizaciones no gubernamentales seriamente involucradas en educación y capacitación de por vida; sector privado; organizaciones estudiantiles. Los gastos de los representantes nacionales debían ser cubiertos por los respectivos países. El Comité debía contar con el apoyo de la Unidad Sectorial de Coordinación (Sector Co-ordinating Unit – SCU) de la Dirección de Desarrollo de Recursos Humanos. El sistema de los comités técnicos sólo resultaría factible, probablemente debido sobre todo a restricciones financieras, si se procedía a la revisión de todo el sistema y se lo sometía a una drástica reestructuración. Los diferentes directorios de la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo, que anteriormente se constituían sobre la base de un número de estados miembros (el de Desarrollo de Recursos Humanos tenía su sede en Swazilandia) debían ser recortados y consolidados en cuatro nuevos (incluyendo un Directorio de Desarrollo Humano y Social y de Programas Especiales), y todos debían tener su sede en Botswana. El Protocolo de Educación y Capacitación tiene que ser reformulado (para diciembre del 2003); pero por el momento hay falta de claridad respecto del futuro, puesto que hasta mayo del 2003 se tiene que diseñar un nuevo Plan Regional Indicativo de Desarrollo Estratégico (Regional Indicative Strategic Development Plan – RISDP).
Los comités técnicos no iban a seguir recibiendo el apoyo necesario para ello. Uso esta frase intencionalmente por cuanto, si bien en un sentido los comités técnicos tienen que disolverse y han recibido instrucciones de ir iniciando lentamente su negocio bajo la antigua estructura de coordinación, también se ha insinuado que pueden continuar si es que pueden encontrar sus propios medios de financiamiento. La última reunión del Comité Técnico para la Educación y Capacitación de por Vida ha argumentado con fuerza en favor de un arreglo provisional que haga posible la continuación del trabajo del comité.
Para retornar, después de esta digresión, a las estructuras que tiene la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo el Apoyo y la Cooperación a la Educación y Capacitación, ¿qué ha hecho el Comité Técnico para la educación y capacitación de por vida en el corto período de su existencia, durante el cual sólo se ha reunido tres veces (noviembre 2001, marzo 2002 y octubre 2002)?
Sin lugar a dudas esas reuniones fueron exitosas en lo que se refiere a la recolección de variada información a partir de los reportes nacionales (pese a que las tres reuniones se vieron afectadas por una asistencia menos que plena: siete estados miembros en la primera reunión, seis en la segunda y en la tercera), y se informó que la mayor parte de los países que habían asistido a los encuentros del Comité Técnico han conformado sendos Comités Nacionales de Educación y Capacitación de por Vida, y que una parte de los mismos estaba revisando o explicando sus políticas relacionadas con la educación y capacitación de por vida. El Comité aprobó una definición de edu cación y capacitación de por vida (ver más arriba), y esbozó, revisó y aprobó un Plan Estratégico y un Plan de Ejecución.
El Plan Estratégico de Educación y Capacitación de por Vida para 2002–2004 es un documento detallado de 30 páginas. Se le ha anexado a modo de apéndice un sumario de ocho páginas. El Plan Estratégico desglosa las tareas pendientes en diez objetivos estratégicos y programas asociados.
El Plan de Ejecución para la Educación y Capacitación de por Vida 2002–2004 señala algunas prioridades para la acción de los próximos dos años. Está anexado a modo de apéndice.
Es evidente que estos dos documentos van a quedar inertes a menos que pueda continuar el trabajo del Comité Técnico y entre en acción algún tipo de mecanismo de coordinación y cooperación.
Si se examina el Plan de Ejecución, salta a la vista cuáles eran las actividades que el Comité consideraba importantes y cuáles las prioridades que había identificado. Las prioridades eran Defensa, Financiación, Capacitación y Acreditación (además de la Investigación necesaria para apoyar todas estas actividades prioritarias). Dichas actividades incluían lo siguiente:
Investigar y estructurar información detallada sobre alfabetización y educación básica de adultos en la región (una actividad en la que la mencionada conferencia juega un papel esencial) y reportar todo eso en las encuestas nacionales y regionales.
Realizar auditorías sobre la capacidad que tiene la región de desarrollar materiales (2003) y de producir capacitadores/as y prácticos/as (2004).
Sostener una serie de consultas regionales sobre alfabetización y educación básica de personas adultas (2002); sobre desarrollo curricular y de materiales para alfabetización y educación básica de personas adultas (2003); y desarrollo de capacitadores/as y prácticos/as (2004).
Elaboración de estrategias y documentos de defensa y financiación (2003).
El Protocolo sobre Educación y Capacitación de la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo ha creado la posibilidad de acción cooperativa, aprovechando la alfabetización y educación básica de adultos como un vehículo para la transformación socio-económica y política de la región, y para poner de relieve la demanda de un esfuerzo colectivo y de apoyo internacional si es que realmente se quiere que la educación básica para todos/as sea una prioridad en la próxima década. El Comité Técnico de Educación y Capacitación de por Vida, que fue instalado en los términos de dicho protocolo, proporcionó la base necesaria para la acción colectiva. Si bien el apoyo regional, desde la Comunidad de África Meridional para el Desarrollo, se encuentra en estos momentos en un estado de continuo cambio y reestructuración, el Comité Técnico tiene fuertes argumentos para continuar con sus actividades y espera contar con el apoyo de esta conferencia y con la ratificación de los planes estratégico y de ejecución, y solicita que esta universidad juegue un papel en la provisión de mecanismos interinos de apoyo para la acción regional.
Además, por supuesto, la voluntad y la determinación política nacional y regional siguen siendo necesarias para la lucha por una región libre de analfabetismo, dentro de un marco de estrategias bien planificadas. En el nivel internacional contamos con el apoyo de Naciones Unidas en favor de una década de alfabetización y de educación para todos.