Las mujeres son a nivel mundial las personas más afectadas por la pobreza. Pobreza no es sólo sinónimo de carencia de bienes materiales sino también de falta de oportunidades de educación y de posibilidades de hacer uso de los derechos culturales, políticos y sociales. La Dra. Mandakani Pant, directora de programa de la Sociedad para la Investigación Participativa en Asia (PRIA), presenta a continuación los resultados de un estudio realizado por PRIA y otras tres organizaciones voluntarias de desarrollo. Su finalidad era explorar el impacto de las prácticas educativas en los colectivos de mujeres en términos de un mayor control sobre los recursos económicos, sociales y políticos. Ello forma parte de una investigación realizada por el Instituto de Cooperación Internacional de la Asociación Alemana para Educación de Adultos (IIZ/DVV) sobre ‘Educación de adultos y reducción de la pobreza: una prioridad global’.
Mandakini Pant
Las mujeres constituyen más de dos terceras partes de la población pobre del planeta, población cuyo número se calcula en 1.200 millones de personas. Son ellas las que tienen que enfrentar una situación de miseria que se expresa en la falta de alimentación adecuada, de agua limpia, de saneamiento ambiental y de cuidados de salud, y a menudo carecen de recursos elementales como son el crédito, la tierra y el derecho de herencia. Se les niega oportunidades y alternativas, se les niega el acceso a la información, a la educación, a la adquisición de destrezas. Sin poder de ningún tipo, su participación en la toma de decisiones es mínima, ya sea en la comunidad o en el seno de la familia.
Se puede comprobar que las mujeres están alargando su horario de trabajo más allá de lo normal, tanto en la casa como fuera de ella, con el fin de obtener ganancias que les permitan enfrentar las necesidades de subsistencia de sus hogares. Sin embargo en la mayor parte de los casos su trabajo no es apreciado ni reconocido. Dada la apremiante situación en que viven las mujeres, resulta importante redefinir la pobreza. Se requiere un concepto de pobreza que no sólo tome en cuenta la insatisfacción de necesidades básicas mínimas, sino que incluya también lo que es la negación de oportunidades y alternativas. La reducción de la pobreza implica por tanto el incremento de recursos, de alternativas, de capacidades, así como del poder que se necesita para disfrutar de un adecuado estándar de vida y de otros derechos (civiles, culturales, políticos y sociales).
Una vez que encuentren acceso a oportunidades económicas y educacionales, como también a la autonomía que se requiere para obtener provecho de esas oportunidades, las mujeres pobres estarán en condiciones de hacer opciones vitales estratégicas para salvar su condición de pobreza. Hay un creciente reconocimiento de que la provisión de crédito, especialmente de microcrédito, es una estrategia efectiva para la erradicación de la pobreza. Los grupos de Auto-Ayuda (Self-Help Groups – SHG), que se han conformado para estimular el ahorro y las actividades crediticias, constituyen uno de los métodos eficaces para el desarrollo socio-económico de las mujeres.
Dichos grupos de Auto-Ayuda tienen por lo general entre 15 y 20 mujeres afiliadas, pertenecientes a los sectores económicamente marginales y pobres de la sociedad. Estos grupos empiezan por ahorrar. Sus miembros se reúnen de manera regular y van contribuyendo a un fondo crediticio con montos que el mismo grupo decide. Una vez que dicho fondo ha ido creciendo a lo largo de un año, las mujeres afiliadas están en condiciones de acceder a créditos procedentes de sus propios recursos acumulados. Los préstamos así adjudicados se basan, a diferencia de los préstamos pignoraticios formales, en la solidaridad de grupo. El grupo toma decisiones crediticias independientes en asuntos relacionados con la selección de las prestatarias, la fijación del monto de los préstamos y la correspondiente tasa de interés, los términos de pago, etc. En cuanto a los beneficios, aunque sean pequeños, o se distribuyen entre los miembros del grupo, o si éste lo desea se dispone de ellos colectivamente. Esta estrategia promueve independencia y autosuficiencia entre las mujeres pobres. Los grupos de Auto-Ayuda emprenden también actividades de generación de ingresos para sus afiliadas. El ahorro, el crédito y los emprendimientos van creando entre los colectivos de mujeres la capacidad necesaria para la generación de un capital propio, responden a sus necesidades crediticias y amplían sus alternativas de obtención de medios de vida.
Sin embargo la mayor parte de dichos grupos se encuentran mal equipados para poder abordar de manera eficiente los problemas de pobreza y subsistencia. Requieren apoyo educativo para ampliar los conocimientos y destrezas de las mujeres afiliadas, y para mejorar la eficacia de sus actividades encaminadas a la erradicación de la pobreza.
En este contexto adquiere gran importancia el papel de la educación en el fortalecimiento de los colectivos de mujeres. La difusión de información, la formación de una conciencia crítica, el desarrollo de capacidades, y la aplicación de las destrezas a la práctica, incrementan las alternativas económicas de las mujeres y promueven su sentido del valor. Las destrezas básicas de lectura y escritura les ayudan a adquirir los conocimientos y las habilidades que se necesita para mejorar y desarrollar sus tareas en todos los ámbitos. La educación y capacitación profesional facilitan en gran medida su base económica. El incremento de sus capacidades de liderazgo organizativo y social las fortalece social y políticamente.
Las mujeres pobres carecen de recursos, destrezas, educación y fuerza colectiva para romper el círculo de opresión y explotación en al que se encuentran confinadas. Por eso juega un papel catalizador clave la facilitación externa, a través de organizaciones voluntarias de desarrollo y mediante la creación de plataformas de aprendizaje.
Este artículo pretende exponer: a) las vías por las que el ahorro y crédito, así como la actividad empresarial y la alfabetización básica, son usadas como instrumentos para la construcción de capacidades entre los colectivos de mujeres para la ampliación de sus posibilidades de subsistencia y el mejoramiento de su calidad de vida; y b) el impacto de dichos elementos en los colectivos de mujeres.
Dicha investigación tuvo lugar con grupos de Auto-Ayuda de mujeres en el distrito de Medak (Andhra Pradesh), en los distritos de Naugaon y Uttarkashi (Uttaranchal) y en el distrito de Kasargod (Kerala). En Andhra Pradesh los grupos de mujeres adquirieron destrezas básicas de lectura y escritura y recibieron capacitación en temas de mejoramiento de las condiciones de vida. Mientras que en Uttaranchal los grupos de mujeres recibieron una sustancial capacitación formal en destrezas empresariales como comercialización, contabilidad y otras. En Kerala los colectivos de mujeres, que en primera instancia se conformaron con propósitos de ahorro y crédito, recibieron una capacitación extensiva en temas de desarrollo empresarial, habilidades de liderazgo, toma de decisiones, gestión empresarial, suscripción de préstamos, etc.
El estudio se llevó a cabo con la colaboración de tres organizaciones de desarrollo voluntarias: HARC (Himalayan Action Research Center – Centro Himalayo de Investigación Acción) en Uttaranchal, PEACE (People’s Action for Creative Education – Acción Popular para la Educación Creativa) en Andhra Pradesh, y SAHAYI (Centre for Collective Learning and Action – Centro para el Aprendizaje y la Acción Colectiva) en Kerala. Nuestra colaboración con dichas organizaciones nos permitió no sólo entender sus intentos organizativos y educativos, sino también acceder a diferentes grupos de Auto-Ayuda sobre una base de confianza. Para tal fin utilizamos una combinación de discusión con grupos focales y de entrevistas abiertas y exhaustivas, puesto que necesitábamos entender el impacto vivido por las mujeres desde su propia perspectiva personal.
Empiezo por describir brevemente los contextos de los facilitadores externos, HARC, PEACE y SAHAYI, para comprender cuáles fueron los problemas que los llevaron a organizar y educar a mujeres, de manera intencional y consciente, en torno a una preocupación compartida de reducción de la pobreza. En la segunda sección me he concentrado en las estrategias de las organizaciones facilitadoras. Esa discusión facilitará nuestra comprensión de las vías gracias a las cuales los insumos educativos han hecho posible que grupos de mujeres de base aprovecharan sus respectivas agencias para acceder a recursos, derechos y reconocimiento, y se apropiaran de ellos. En la tercera sección he analizado los impactos de los insumos educativos en los colectivos de mujeres. Aquí fijo mi atención en los cambios positivos experimentados por los colectivos de mujeres en términos de su capacidad para aprovechar su protagonismo para mejorar su bienestar y de tomar iniciativas que les permitan conseguir cambios significativos en la comunidad. En la cuarta sección me he concentrado en temas emergentes de la discusión sobre educación para el fortalecimiento de los colectivos de mujeres y sobre el impacto de ésta en los colectivos de mujeres. Un análisis de esos temas emergentes puede ampliar nuestra comprensión de los problemas conceptuales y prácticos que presentan la educación de adultos, los medios de vida y la reducción de la pobreza entre mujeres marginadas. Las recomendaciones correspondientes se presentan en la última sección.
La agricultura representa un sector importante en la economía de la India. En Andhra Pradesh, Kerala y Uttaranchal, la agricultura se encuentra limitada por la baja productividad, por la falta de una provisión segura de insumos, por las deficiencias tecnológicas, por la escasez de recursos y por la inadecuación de los servicios de extensión y de apoyo.
En Andhra Pradesh sólo el 10 por ciento de la población tiene tierras agrícolas. Alrededor del 60 por ciento de esta área intensamente cultivada cae en la categoría de tierras de secano sólo irrigadas por la lluvia. Telengana, una de las regiones más pobres y menos desarrolladas del Estado, está en la región de tierras de secano sólo irrigadas por la lluvia. Cerca del 50 por ciento de la población de Kerala depende de la agricultura. El cambio en los patrones de producción, que han pasado del cultivo de arroz con uso intensivo de mano de obra a la producción comercial, ha tenido como resultado la disminución de la participación de los campesinos. En Uttaranchal la forma de producción más común es la agricultura de subsistencia. En estos Estados la mayor parte de las familias marginales, y sin tierra pertenecen a grupos postergados (castas y tribus inventariadas).
Las mujeres pobres no tienen ingresos independientes, ni tampoco muchas posesiones. Para enfrentar las necesidades de la subsistencia dependen de su fuerza de trabajo. En Telengana, Andhra Pradesh, las mujeres son uno de los sectores más afectados por la pobreza y el hambre crónicas. Su principal fuente de ingresos es el trabajo asalariado en la agricultura. Dado el bajo nivel salarial y la declinante productividad de la agricultura en las tierras de secano, cuyo riego depende exclusivamente de la lluvia, a las mujeres les resulta muy difícil romper el círculo vicioso de endeudamiento y pobreza. En Uttaranchal las mujeres llevan a cabo el 80 por ciento de las actividades agrícolas y juegan un papel importante en la provisión de seguridad alimentaria para sus familias. Pese a sus elevadas aptitudes sociales (altas tasas de alfabetización y buen estado de salud) las mujeres de Kerala permanecen invisibles en la esfera pública. Los graves índices de desempleo que reinan en Kerala han desanimado a las mujeres de seguir buscando activamente un puesto de trabajo. Además los cambios operados en la estructura del empleo han disminuido su tasa de participación. Por ejemplo, el cambio en los patrones de producción agrícola, que han pasado del cultivo intensivo del arroz – con empleo de mano de obra femenina – a la producción mercantil, ha dado como resultado una disminución de la participación de las mujeres como trabajadoras agrícolas. La crisis de las industrias artesanales ha dado como resultado una disminución de la participación de la mano de obra femenina en la fabricación de artesanías.
También las relaciones de clase y de género, muy poco equitativas, influyen en el estatus social de las mujeres. Las mujeres de Telengana, Andhra Pradesh, son predominantemente de comunidades de castas y tribus inventariadas, por lo que pertenecen a familias campesinas marginales o sin tierra. La falta de educación básica ha hecho que no tengan conciencia de sus más mínimos derechos jurídicos, a la vez que su falta de contacto con valores e ideas alternativas sigue impidiendo que se cuestione el status quo. Más aún, la voz de las mujeres está notablemente ausente en el gobierno local, y por tanto en cualquier toma de decisiones.
Desde un principio estas organizaciones de voluntariado no encararon el problema de la pobreza simplemente como falta de recursos. Sentían que la pobreza de las mujeres también se explicaba por la ausencia de voz, de organización y de protagonismo. De ahí que su enfoque central apuntara al fortalecimiento de las mujeres, en lugar de los limitados objetivos del alivio de la pobreza. Se percibía que la conformación de grupos de Auto-Ayuda (SHGs) sería un mecanismo exitoso para la movilización, la organización y el autodesarrollo de las mujeres. Organizar a las mujeres en grupos de Auto-Ayuda y fortalecerlas con nuevas competencias incrementaría su capacidad de acceder a recursos y de gestionarlos, ampliaría sus alternativas de medios de vida sostenibles y las capacitaría para participar activamente en el desarrollo de la comunidad. Los mismos podrían ser también instrumentos de fortalecimiento social a través de la generación de ingresos y de la convergencia en el desarrallo de planes y proyectos. Sin embargo estaba claro que para estar en condiciones de ejercitar de manera eficiente su protagonismo, los colectivos de mujeres necesitaban educación, capacitación técnica, destrezas analíticas y prácticas. Al organizarlas como grupos de Auto-Ayuda, cada una de estas organizaciones de voluntariado está facilitando el proceso de cambio a favor de las mujeres pobres.
PEACE (People’s Action for Creative Education – Acción Popular para la Educación Creativa), que desde 1986 ha estado trabajando con pobres del área rural en la región de Telengana, Andhra Pradesh, severamente afectada por la sequía, apunta a despertar conciencia entre las mujeres pobres del área rural y a fortalecerlas por medio de la alfabetización y de programas de mejoramiento de los medios de vida. Trabaja en 12 mandals y cubre 120 aldeas en el repartimiento fiscal de Bonghir y Nalgonda, en el distrito de Nalgonda, y en el repartimiento fiscal de Siddipet, del distrito de Medak, en Andhra Pradesh.
PEACE ha organizado grupos de mujeres pobres en tres niveles. En el nivel de la comunidad rural hasta 20 mujeres se reúnen en un grupo de Auto-Ayuda. Las participantes del grupo van ahorrando de manera regular y se hacen préstamos unas a otras. En el nivel de aldea se reúnen entre 10 y 20 grupos de Auto-Ayuda en una suerte de racimo llamado Sangam. A su vez 10 aldeas Sangam se juntan en una federación llamada Sociedad Crediticia de Ayuda Mutua (Mutually Arded Credit Societies – MACS) en el nivel de mandal (distrito). PEACE ha puesto en marcha tres MACS, las de Vasundhara, Manjira y Maitri. Estas instituciones funcionan democráticamente y están al servicio de las necesidades de sus afiliadas. Las MACS cuentan con 4.093 afiliadas, organizadas en 90 grupos, para las cuales el ahorro es un hábito normal. (MACS de Manjira = 1.640 afiliadas, 65 grupos; MACS de Vasundhara = 1.161 afiliadas, 14 grupos; MACS de Maitri = 1.292 afiliadas, 11 grupos).
Todas las mujeres que son miembros de los grupos de Auto-Ayuda pasan a ser miembros de la organización general de MACS. Inicialmente las mujeres afiliadas pagan de sus ahorros una cuota de 100 rupias como aporte al capital de la sociedad en formación. En cuanto a la organización general, sus representantes eligen a los miembros del Comité de Gestión para un período de tres años, con carácter rotativo. Una afiliada que ha cumplido su gestión en el Comité puede ser reelegida una vez más. La Presidenta es elegida cada año de entre los miembros de dicho Comité. La Directora Ejecutiva es una empleada de la Sociedad y es la persona responsable del funcionamiento cotidiano. Hay voluntarias seleccionadas que trabajan en la facilitación del desembolso de préstamos, en las transacciones de recuperación y de manera general en el apoyo a la Gerencia. Estas voluntarias son escogidas desde el Comité de Gestión para promover la responsabilidad y la transparencia.
SAHAYI (Centre for Collective Learning and Action – Centro para el Aprendizaje y la Acción Colectiva) ha estado trabajando desde la década de los noventa en la capacitación de pequeñas ONG y VDO orientadas al desarrollo, como también de pequeños grupos ciudadanos como es el caso de los colectivos de mujeres de Kerala. Cuenta con dos centros de recursos en los distritos de Kasargod y Kollam, en Kerala. Estos dos centros de recursos trabajan por la causa de la población marginada, refuerzan sus capacidades, trabajan por las mejores prácticas de gobernabilidad, refuerzan las instituciones de gobierno, capacitan a la gente para garantizar su efectiva participación en la Gramsabha/Wardsabha, influyen en las instancias de toma de decisiones mediante la realización de investigaciones que sustentan políticas favorables a las personas pobres, y trabajan para mantener la cohesión social y la paz en la comunidad. También proporcionan capacitación de corto plazo a colectivos de mujeres en temas de desarrollo empresarial como ser análisis de mercados, destrezas de comercialización, estrategias de comercialización, técnicas de venta, producción, y gestión financiera y de inventarios. Los programas de capacitación apuntan a lograr que las empresas llevadas por colectivos de mujeres constituyan unidades sostenibles y rentables. Durante largo tiempo las intervenciones de SAHAYI se han centrado en la capacitación de grupos de Auto-Ayuda, y como consecuencia han jugado un papel limitado en la construcción de coaliciones en términos de federación.
HARC (Himalayan Action Research Center – Centro Himalayo de Investigación Acción) está comprometido desde 1988 en procesos de fortalecimiento comunitario en Uttaranchal. Se dedica a promover alternativas de medios de vida sostenibles mediante el desarrollo de oportunidades y opciones para mujeres. Les ayuda a incrementar sus ingresos y a mejorar su calidad de vida mediante el reforzamiento de su capacidad para emprendimientos colectivos.
El año 2000 HARC inició con mujeres el proceso de construcción de grupos de Auto-Ayuda, en Naugaon. Una vez que los grupos estaban orientados y capacitados, se les facilitaba el proceso de conformación de una federación de los grupos de Auto-Ayuda para el negocio colectivo. La Federación de Grupos de Auto-Ayuda de mujeres de Rawain empezó a existir el 3 de octubre del 2002. Se decidió que la Federación actuaría como una organización comercial que ayudaría a los grupos de Auto-Ayuda en la comercialización de sus productos. 160 mujeres de 14 grupos de Auto-Ayuda contribuyeron con aportaciones por valor de 500 rupias para asegurarse una membresía de por vida, con lo que pusieron en marcha un negocio colectivo. HARC les está ayudando a tratar con los bancos y con otras instituciones financieras. La Federación todavía no ha contraído nuevos préstamos. Funciona exclusivamente con la inversión de las accionistas.
La formación de capacidades en los colectivos de mujeres pobres es un insumo esencial para reducir la vulnerabilidad que sufren las mujeres del grupo ante la pobreza, así como para ensanchar su participación en el crecimiento económico mediante un mejoramiento de sus medios de vida. Las organizaciones han reforzado la capacidad organizativa de las mujeres afiliadas a través de la educación y la capacitación para el desarrollo de conocimientos y técnicas relacionados con los procesos de ahorro y de inter-crédito, administración de archivos grupales y gestión financiera, mejoramiento de los medios de vida, actividades de generación de ingresos y desarrollo empresarial.
La administración de grupos de ahorro y crédito es una tarea altamente especializada. PEACE, SAHAYI y HARC han concentrado sus esfuerzos en orientación para la construcción de perspectivas, capacitación en liderazgo, redacción de informes, contabilidad, autodesarrollo, cursos de administración de grupos de Auto-Ayuda, teneduría de libros y planificación de proyectos.
PEACE ha adoptado un enfoque de mejoramiento de las condiciones de vida. Este enfoque incluye la elevación de las condiciones de vida a través de una metodología de producción agrícola ambientalmente sostenible. Para ello proporciona información y capacitación sobre manejo mejorado de animales, desarrollo del cultivo local de forrajes para ganado, preparación de compost con lombrices, y manejo de sembradíos sin uso de pesticidas.
Tanto SAHAYI como HARC han centrado su atención en la promoción del desarrollo microempresarial. Además de proporcionar capacitación en desarrollo empresarial a las afiliadas de los grupos de ayuda, ofrecen información sobre planificación de proyectos, identificación de recursos, problemas que se presentan a la hora de instalar una industria, administración comercial, y articulación con otras organizaciones. Pero tienen diferentes enfoques en lo que se refiere al desarrollo micro-empresarial. Mientras HARC viene motivando a los grupos para que colectivamente pongan en marcha una empresa sobre la base de los recursos locales disponibles, SAHAYI ha proporcionado capacitación a las afiliadas del grupo en numerosas actividades empresariales como ser apicultura, lechería, plantaciones de banano y piña, preparación de compost con lombrices, fabricación de bolsas, preparación de bocadillos, etc. De esa manera las mujeres pueden seguir desarrollando diferentes actividades dentro de un mismo grupo de Auto-Ayuda.
PEACE se dio cuenta de que las mujeres necesitaban ser educadas y capacitadas para ser eficientes a la hora de jugar diferentes papeles como los de miembro de la Junta Directiva y Presidenta, administradoras de MACS, dirigentes de Sangam y de grupos de Auto-Ayuda, o simplemente como prestatarias o sujetos de crédito. Por ello se vincularon con un paquete de educación integral llamado WELLD (Women’s Empowerment through Literacy and Livelihood Development – Fortalecimiento de mujeres mediante la alfabetización y el desarrollo de las condiciones de vida), un proyecto diseñado para las mujeres más pobres y menos educadas. El proyecto WELLD partía de la idea de que las mujeres, una vez adquiridas las destrezas básicas de escritura, lectura y aritmética, podrían manejar de manera independiente los grupos de Auto-Ayuda. El proyecto apuntaba a ayudar a las mujeres para que adquirieran conocimientos y técnicas básicas que les permitieran tomar decisiones informadas en temas financieros y relacionados con los medios de vida. La PRIA, en colaboración con Educación Mundial (World Education – WE) se involucró en la coordinación de este proyecto piloto. Los grupos de Auto-Ayuda que se iniciaron en el distrito de Medak contaron con la cobertura de este programa. En el Cuadro I se encuentran resumidas las áreas clave de PEACE, SAHAYI y HARC para la construcción de capacidades.
Grupos de Auto- Ayuda | Formación, administración, desarrollo de liderazgo, solución de problemas y resolución de conflictos |
Federación | Gestión financiera, movilización de recursos, toma de decisiones |
Cuentas y documentación | Teneduría de registros, planes anuales y presupuestos; documentación de actas de reuniones |
Desarrollo empresarial | Promoción empresarial, factibilidad, otros aspectos técnicos y administrativos, información y capacitación en técnicas para el mejoramiento de los medios de vida existentes |
Fortalecimiento | Toma de conciencia sobre los problemas de las mujeres |
Alfabetización básica | Mejoramiento de las destrezas de lectura, escritura y cálculo |
Las iniciativas de formación de capacidades eran de naturaleza participativa, interactiva e inclusiva. Las organizaciones crearon para las mujeres una variedad de opor tunidades de aprendizaje. Algunas de las modalidades de capacitación para los grupos de mujeres eran el aprendizaje práctico mediante viajes de estudio, visitas a los mejores proyectos de tipo práctico, proyectos de demostración y capacitación experimental, sesiones de interacción cara a cara con expertos, especialistas y funcionarios de gobierno. Estas actividades jugaron un papel importante a la hora de presentarles a las mujeres nuevas ideas y estrategias, hacer que confíen en sí mismas y crearles un entorno que permita la innovación y la experimentación. HARC, por ejemplo, organizó viajes ilustrativos a diferentes industrias de pequeña escala, que les dieron a las mujeres una orientación práctica sobre cómo clasificar y empaquetar productos. Se llevó a Delhi a miembros del comité de adquisiciones, a una feria comercial internacional en la que podrían tener oportunidad de vender sus productos y establecer lazos comerciales con empresarios grandes de todo el país. En la unidad de procesamiento de alimentos, en HARC, se ofreció capacitación sobre ese mismo tipo de actividad. El objetivo era elevar los conocimientos y las habilidades técnicas de las mujeres miembros de la federación, y del comité de procesamiento de frutas, de manera que pudieran utilizar esos conocimientos prácticos para actividades de generación de ingresos.
Esta sección analiza los impactos que se derivan, directa o indirectamente, de la educación y capacitación de las mujeres afiliadas a los grupos de Auto-Ayuda. El análisis va más allá de todo lo que son ingresos, ganancias y productividad, y se centra en los cambios operados en los niveles individual, familiar y comunitario. Estos cambios afectan a las dimensiones no económicas de la pobreza. Los cambios que se toma en cuenta en el estudio son cambios cognitivos y conductuales (cambios en conocimientos, actitudes, percepciones y en el comportamiento); cambios materiales (cambios en el acceso a una variedad de recursos tangibles, tal como se reflejan en el estándar de vida, en el acceso a la propiedad de recursos, etc.); y cambios en términos de cómo las mujeres se relacionan unas con otras, incluyendo los términos en que ellas acceden a recursos en diferentes niveles institucionales como la economía doméstica, los grupos de Auto-Ayuda, el mercado y la esfera política.
Las conclusiones del estudio indican que los colectivos, cuando se ven fortalecidos con información, conciencia y formación técnica, están en condiciones de ejercitar un protagonismo independiente y de desafiar las relaciones de poder establecidas.
Diferentes colectivos de mujeres han reportado buen número de cambios en sus vidas que podrían ser calificados de fortalecedores. Estos cambios guardaban relación con su nivel de participación en el programa e incluían un sentido más sólido de independencia y autonomía; una posición social más elevada en la medida en que crecía su nivel de posesiones o ingresos; una mayor participación en la toma de decisiones dentro de la familia; cuentas bancarias y parcelas de tierras registradas a nombre de ellas; y niveles más altos de participación política y comunitaria. Se puede afirmar que tales cambios desafían normas sociales de honda raigambre y que son realmente transformadores.
El programa de formación de capacidades ayudó a las mujeres a cambiar sus actitudes, comportamientos y estilos de comunicación. Adquirieron eficiencia y confianza en sí mismas, y empezaron a participar activamente en diferentes actividades públicas. La capacitación en gestión de grupos de Auto-Ayuda les ayudó a manejar sus grupos de manera eficiente. Todas sus actividades y transacciones están documentadas y registradas.
Un caso que vale la pena mencionar es el del grupo de Auto-Ayuda de Anjali, que fue capacitado para organizar sus propias actividades. Ahora ellas mantienen registros sistemáticos y siguen procedimientos impecables de contabilidad e información. El Gram Panchayat de Balal ha auditado sus registros financieros y ha certificado que están bien documentados y son transparentes; incluso ha declarado al grupo de Auto-Ayuda de Anjali como la mejor agrupación de crédito. El grupo de Auto-Ayuda de Anjali, que antes se encontraba limitado a pequeños ahorros y al microcrédito, ahora está participando en actividades de desarrollo social para mejorar la calidad de vida de su aldea.
El aprendizaje práctico ha permitido que los grupos de mujeres reflexionen sobre sus experiencias cotidianas y articulen sus necesidades y prioridades; y lo que es más importante, han sido capaces de moverse más allá de la limitada esfera familiar. Mujeres que nunca habían traspasado el umbral de sus hogares ahora toman parte en actividades de aprendizaje como viajes de estudio, visitas demostrativas, sesiones interactivas en centros de aprendizaje, etc. Cada foro de aprendizaje las sacaba de sus casas y sus aldeas y las exponía a formas alternativas de existencia. Tuvieron que romper muchas reglas y hacer frente al sarcasmo de algunos miembros de la familia. Para convencer a sus detractores, las mujeres argüían que las habilidades que acababan de adquirir contribuirían al mejoramiento económico y social de sus familias y comunidades.
Las afiliadas a la Federación Comercial de Mujeres de Rawain, en Naugaon (Uttaranchal), contaban que los ancianos de sus aldeas las habían estado presionando constantemente antes de la conformación de la Federación ya que dudaban de la viabilidad de cualquier federación de mujeres y decían: “No va a pasar nada. Lo que quiere HARC es llevarse todo el dinero”. Ahora parecen entender que la federación está funcionando.
Los grupos de mujeres han pasado de ser meras participantes a asumir responsabilidades en la facilitación de otros grupos de aprendizaje. Mary Thomas, del grupo de Auto-Ayuda de Aishwara, en Vellakirund (Kerala), y Jagdamba Parmar, del grupo de Auto-Ayuda de Bhagirathi, de Kotyal, en Naugaon (Uttaranchal), son actualmente personas con responsabilidades, y dan capacitación en procesamiento de alimentos y en administración financiera de los grupos.
Las mujeres se han vuelto más eficientes y han mostrado cambios en sus actitudes. Los grupos femeninos de Auto-Ayuda, en cuanto miembros de la Federación Comercial de Mujeres de Rawain, en Naugaon (Uttaranchal) reivindican haber desarrollado capacidad y seguridad para el trabajo. Han pasado de pensar en el nivel de grupo de Auto-Ayuda a pensar en el nivel de la Federación. Se ha desarrollado en ellas un sentimiento de apropiación respecto de su propio emprendimiento.
Nos deciamos al procesamiento de frutas, la extracción de jugos y la preparación de esencias. Ésa es nuestra destreza. HARC ha hecho que podamos jugar este papel… nosotras decidimos lo que queremos producir y fijamos el precio. Antes dependíamos de HARC para fijar las tarifas de los productos. Ahora es diferente. HARC solamente nos aconseja…(Mujeres afiliadas a la Federación Comercial de Mujeres de Rawain, HARC, Naugaon, Uttaranchal)
Pero a pesar de que entienden que acabarán por administrar sus empresas ellas mismas, siguen contando con el apoyo de HARC.
Nos hemos beneficiado en gran manera de la capacitación recibida de HARC. Si el día de mañana nos retira el apoyo, podremos manejarnos por nosotras mismas. Pero nuestra federación apenas tiene dos años. Necesitamos entender más cosas; por lo tanto seguiremos necesitando la guía de HARC. (Mujeres afiliadas a la Federación Comercial de Mujeres de Rawain, HARC, Naugaon, Uttaranchal)
Las mujeres organizadas han demostrado confianza y seguridad. Ha crecido su movilidad. Las visitas demostrativas y la interacción con personas expertas, como parte de los ejercicios de su construcción de capacidades, ha producido un cambio en sus propias actitudes estereotipadas.
Las mujeres han adquirido habilidades de alfabetización. Ahora saben leer y escribir, y realizar cálculos sencillos. Están usando sus habilidades para escribir listas de provisiones, para leer fragmentos de documentos y los números de los buses. Han interiorizado la importancia de la educación y están enviando a la escuela a sus hijos, incluidas las niñas.
Después de asistir al centro de aprendizaje entendí la importancia de la educación. Ahora puedo leer los letreros, pesos y precios de las mercaderías. Después de haber leído el precio de una mercadería me acerqué al vendedor y le dije que me había cobrado de más. El vendedor me devolvió el saldo. Me di cuenta de que la alfabetización básica me ayudaba a negociar con la gente a favor de prácticas justas; si mis hijos e hijas reciben educación, podrán transformar sus vidas. (Pochamma, Daulapur Centro de Aprendizaje WELLD , PEACE, AP)
Las mujeres afiliadas a la Federación Comercial de Mujeres de Rawain, en Naugaon (Uttaranchal) están aplicando en su vida cotidiana los conocimientos adquiridos.
Hemos aprendido a aprovechar cualquier producto. Antes los tomates maduros se desperdiciaban, ya que no conocíamos la forma de conservarlos. Ahora en casa hacemos puré para el consumo perso nal de la familia. No se desperdicia nada… (Mujeres afiliadas a la Fe deración Comercial de Mujeres de Rawain, HARC, Naugaon, Uttaranchal)
Las mujeres han podido comprobar que el programa de capacitación en desarrollo empresarial es útil. Ahora están en condiciones de identificar las microempresas que son viables. El grupo de Auto-Ayuda de Sneha funciona como una unidad de fabricación de bolsas. El grupo de Auto-Ayuda de Aishwarya es una unidad de conservación de alimentos, mientras las mujeres del grupo de Anjali realizan de manera individual una serie de actividades de generación de ingresos como ser apicultura, lechería y plantaciones de piña y banano.
Los ingresos han aumentado. Las mujeres han obtenido el control de la producción y los ingresos. Los ingresos obtenidos por ellas mismas les han inyectado un sentimiento de orgullo y la seguridad de que pueden administrar lo que es suyo. Ha aumentado la capacidad de negociación de las mujeres, así como su papel en la toma de decisiones dentro de la familia.
Antes, cuando teníamos que depositar 20 rupias como parte de un modelo de ahorro de un grupo de Auto-Ayuda, nos sentíamos permanentemente presionadas. Teníamos que preguntarles a nuestros esposos y parientes. Ahora ya no vivimos en esa tensión. Estamos ganando y estamos ahorrando… podemos gastar sin tener que preguntarle nada a nadie. (Mujeres afiliadas a la Federación Comercial de Mujeres de Rawain, HARC, Naugaon, Uttaranchal)
Algunos de los colectivos de mujeres están administrando empresas independientes. Los préstamos procedentes de los propios grupos han reducido la dependencia respecto de los prestamistas. Las mujeres sacan préstamos para invertir en la tierra y para mejorar sus condiciones de vida. Han invertido en la obtención de bienes para el hogar, en animales lecheros, en semillas de buena calidad, etc. Los estilos de vida han cambiado con la compra de artículos de consumo como aparatos de televisión, refrigeradores, etc. Ello ha sido posible gracias a la pertenencia a grupos de Auto-Ayuda y al fácil acceso a créditos y a apoyo técnico de parte de sus respectivas organizaciones. Por ejemplo, después de haber recibido información de PEACE sobre pesticidas biológicos y bio-fertilizantes, las mujeres han empezado a utilizar en sus campos fertilizantes no químicos como agua de tabaco y compost con lombrices.
Durante una discusión en clase, se armó un debate sobre los beneficios de la agricultura orgánica. Al darme cuenta de los beneficios de la agricultura orgánica, solicité al equipo de PEACE que organizaran una reunión en la aldea para todas las mujeres y varones. Hice experimentos con trampas sencillas para controlar las pestes en mi campo de guisantes, asediado por las palomas. No utilicé pesticidas químicos. No sólo había mejorado la calidad de mi cultivo, sino que también había aumentado la cosecha. Repliqué el experimento con un cultivo de algodón. Usé compost de lombrices en el campo y llevé a cabo intervenciones no químicas para controlar las pestes. El resultado fue que recogí mayores cosechas e ingresos. El sarpanch de la aldea visitó mi chacra y ponderó mi trabajo. Ahora las personas mayores de la aldea han solicitado apoyo de PEACE para intervenciones similares en sus chacras. (Swaaropa, Centro de Aprendizaje WELLD de Gollapally)
Relaciones intra-familiares
La pertenencia a un grupo de Auto-Ayuda y el acceso fácil a préstamos, así como la participación en microempresas, facilitó la inclusión de las mujeres en la toma de decisiones dentro de la familia. Están en condiciones de discutir con sus esposos sobre problemas cruciales. Los esposos están vivamente interesados en las empresas de ellas, y con frecuencia les ayudan activamente en sus arriesgadas aventuras económicas. Los varones están empezando a entender los vínculos que se van generando dentro del programa (alfabetización-ahorromejoramiento de las condiciones de vida).
Participamos en la toma de decisiones… después de todo estamos aportando a muchos de los gastos de la casa, como ser el pago de las matrículas escolares de los niños/as, la compra de los libros para ellos/as, la adquisición de cosas que se necesitan en la casa, aportamos víveres y otras cosas que se adquieren en el mercado. (Mujeres afiliadas a la Federación Comercial de Mujeres de Rawain, HARC, Naugaon, Uttaranchal)
Hay un cambio en las actitudes de los esposos y demás parientes. Ahora entienden que las mujeres están conformando una asociación comercial y que por tanto necesitan salir fuera para trabajar.…
En los días en que tengo que venir al centro para asistir a reuniones y para trabajar, mi suegro dice que no debo llegar tarde a las reuniones, o cuando estoy descansando le dice a mi suegra: Déjala descansar, ella trabaja tan duro… (Beena Bandhani, encargada de una unidad de procesamiento de la Federación, Federación Comercial de Mujeres de Rawain, HARC, Naugaon, Uttaranchal)
Los programas de capacitación han reforzado entre sus afiliadas una identidad colectiva. El aprendizaje y el intercambio entre grupos de mujeres han aumentado su confianza y seguridad. La federación de grupos de Auto-Ayuda les ha inyectado un sentido de solidaridad, un sentimientos de ‘nosotras’. Las reuniones y el intercambio de experiencias las han hecho sensibles respecto de las demás, como también respecto de las necesidades de la comunidad. También les han permitido, a los grupos de mujeres, mancomunar sus ahorros de manera equitativa y poner a prueba el valor de sus créditos ante las instituciones crediticias. Les han ayudado a los grupos de mujeres a acceder a recursos, al mismo tiempo que les han permitido explorar posibles empresas comunitarias sobre la base del esfuerzo combinado de los grupos.
Todos los grupos de Auto-Ayuda en el área de proyectos de PEACE, en Andhra Pradesh, son miembros de la Sociedad Crediticia de Ayuda Mutua (MACS). Los grupos de Auto-Ayuda en el área de proyectos de SAHAYI, en el distrito de Kasargod, Kerala, son miembros de la federación de Sneha. Se encuentran regularmente para intercambiar experiencias y celebran festivales de manera conjunta. La Federación les ha inyectado sentimientos de solidaridad y seguridad. Los catorce grupos de Auto-Ayuda que hay en Naugaon, Uttaranchal, son miembros de la Federación Comercial de Mujeres de Rawain. Las participantes se reúnen de manera regular para intercambiar las experiencias de capacitación e información que cada una en particular haya podido recibir. El intercambio de experiencias profundiza al mismo tiempo su nivel de conciencia. Existe también una rivalidad profesional entre los diferentes grupos de Auto-Ayuda, ya que los grupos no quieren quedar rezagados respecto de otros grupos en lo que hace a la capacitación y al acceso a la información. Les preocupa saber por qué un determinado grupo ha sido invitado para asistir al centro, o ha sido escogido para recibir capacitación, o ha recibido una información especial. Son ferozmente competitivos; sin embargo piensan que el espíritu de competencia es bueno porque gracias a él están superando constantemente sus capacidades técnicas.
Los grupos de mujeres están emergiendo como grupos de poder fuertes que negocian, llenos de confianza, con funcionarios de gobierno, prestamistas y agentes externos. Las mujeres están jugando un papel clave en el gobierno local; se han trazado estrategias exitosas para elegir al sarpanch de su preferencia. Muchas de ellas forman parte de la directiva del Gram Panchayat. Las mujeres estudiantes del distrito de Medak (Andhra Pradesh) han asumido problemas relativos al salario mínimo, interviniendo en los panchayats de aldea y salvaguardando los derechos de los ciudadanos. Algunas de ellas han asumido cargos públicos, como los de miembros integrantes de los Comités Educativos de Aldea (Village Education Comité – VEC).
Como parte del programa de Janmabhoomi, en nuestra aldea, hemos pedido que los funcionarios autorizados instalen tuberías de agua. El resultado fue que los funcionarios instalaron las tuberías en el plazo de un mes a partir de la reunión de Janmabhoomi. Ahora toda la aldea está accediendo a conexiones de agua. Hemos construido tres pequeños depósitos y hemos distribuido el agua en esos tres depósitos, con lo que ha quedado resuelto el problema del suministro de agua potable. También hemos pedido la instalación de luminarias a lo largo del camino que hay que seguir para llegar de noche al centro de alfabetización. Asimismo hemos levantado nuestra voz contra el nombramiento del viejo presidente del Comité Educativo de Aldea para un nuevo período. Nosotras escogimos al dirigente del Sangam. (Junta de mujeres del Directorio del MACS de Manjira)
Los grupos de mujeres de Naugaon, Uttaranchal, han participado activamente en la plantación de árboles que proporcionarán forraje. Ellas han planteado el problema de la prohibición del alcohol en las reunio nes del Gram Sabha. Ellas han tomado la iniciativa para la limpieza de la casa del panchayat, y para la reparación de caminos deteriorados y obstruidos. Grupos de mujeres del distrito de Kasargod, Kerala, han planteado los problemas relacionados con necesidades básicas de la comunidad, como acceso al agua potable, construcción de caminos, casas para los pobres, pensiones para las personas mayores y limpieza de los hospitales. El grupo de Auto-Ayuda de Anjali, por ejemplo, planteó con claridad las desventajas que sufren las viudas pobres y exigió hospedaje y pensiones para personas ancianas. También están participando en el autogobierno local como miembros de la directiva y como miembros del Gram Panchayat. De esta manera están transformando la agenda del gobierno local para asegurar que se les dé prioridad a las necesidades de sobrevivencia que tienen los pobres.
La intervención de PEACE ha tenido un impacto indirecto pero significativo en el amplio mercado financiero y laboral. Las mujeres informaban que después de la formación de los grupos se debilitó el papel que juegan los prestamistas. El conocimiento de sus derechos jurídicos les ha ayudado a conseguir la titulación de sus tierras y el salario mínimo para las labores agrícolas.
Sabemos cuánto trabajo estamos haciendo y cuánto todavía nos queda por hacer. Antes solíamos cobrar 10 rupias por nuestra jornada de trabajo en el campo. Hemos luchado por mejores salarios. Ahora estamos recibiendo 20 rupias. Fue en la escuela nocturna que decidimos revisar esos montos. Podemos desafiar a los Reddy, que son la casta dominante en nuestra aldea. (Lakshmi, del Centro de Aprendizaje WELLD de Collapally, PEACE, Andhra Pradesh)
La Federación de Grupos de Auto-Ayuda de Mujeres de Rawain, en Naugaon (Uttaranchal) es una empresa que tiene dos años de edad y factura tres lakh de rupias. El incremento del valor de los aportes ha elevado la confianza de las mujeres. Esa federación está trabajando con 18 productos, entre los que se encuentran legumbres, mijo y los artícu los resultantes del procesamiento de la fruta. La Federación tiene claro que su punto débil es la comercialización, y está buscando la manera de desarrollar nuevos vínculos y contactos con otros concesionarios minoristas. Son conscientes del hecho de que con productos de buena calidad pueden conseguir una marca de prestigio en el mercado.
La Federación no tenía experiencia previa en asuntos comerciales; están desarrollando sistemas a partir de la experiencia práctica. Por ejemplo, el Comité Ejecutivo de la Federación decidió que el grupo entero entraría en la calificación, pero encontraron que no todas las mujeres podrían hacerlo. Entonces cambiaron de estrategia y fueron convocando a las participantes del grupo a partir de sus competencias. Incluso resultaba difícil la distribución de los beneficios entre las aportantes. Algunas mujeres objetaban el hecho de que algunos grupos estuvieran recibiendo una parte de los beneficios pese a no haber contribuido al proceso de producción. En este caso, gracias a la facilitación de HARC, estuvieron en condiciones de resolver el conflicto explicando por qué las aportantes debían recibir una porción igualitaria de los beneficios, pero cómo también algunos grupos podrían obtener más que otros sobre la base de su respectiva contribución.
El estudio muestra aspectos no económicos de la pobreza. El acceso a recursos, la capacidad de definir y expresar necesidades y prioridades, y de actuar sobre ellas, son elementos que constituyen aptitudes. Las aptitudes ayudan a la gente a alcanzar las metas que se plantean. La pobreza refleja una subyacente privación de aptitudes.
La privación sostenida o crónica de los recursos, aptitudes y alternativas que son necesarias para un adecuado estándar de vida y para el disfrute de los derechos económicos, políticos y sociales, convierte a las mujeres pobres en seres vulnerables, débiles y dependientes. Una comprensión social de la pobreza toma en cuenta estos déficit que algunas veces significan para la gente más que el dinero. La reducción de la pobreza, por consiguiente, implica para esa gente la adquisición de crecientes capacidades y el acceso a crecientes alternativas, y como consecuencia la disminución de la vulnerabilidad. El presente estudio se centra en el análisis que hacen los grupos de Auto-Ayuda de mujeres acerca de cómo la educación y la capacitación repercuten en el alivio de la pobreza. Su análisis va más allá de la preocupación por ingresos, ganancias y productividad. Una organización que se ha hecho fuerte por sus propios medios, el acceso a recursos y oportunidades, aptitudes vigorosas logradas a través de la educación, la información, la formación técnica y la confianza, ha fortalecido a las mujeres y les han proporcionado la confianza que nace de la acción y de la capacidad la opción.
pueda enfrentar las exigencias planteadas por la extrema pobreza. El microcrédito para mujeres pobres es una estrategia importante para la reducción de la pobreza y para el fortalecimiento económico. La microfinanciación implica ahorro, crédito, seguros, y otros servicios financieros para las comunidades del sector pobre e informal. Sin embargo a las mujeres pobres les resulta difícil acceder a programas de crédito debido a los elevados costos de las transacciones. La organización de las mujeres en pequeños grupos de Auto-Ayuda para la generación colectiva de su propio capital puede tocar el corazón mismo de la pobreza. La participación en actividades de ahorro y crédito produce un mejoramiento de los niveles de subsistencia. Los grupos de Auto-Ayuda emprenden también actividades de generación de ingresos que aseguran a sus miembros condiciones de vida sostenibles. La posesión de riqueza, es decir el capital obtenido a través del ahorro y el crédito, como también de actividades empresariales y del acceso a recursos para condiciones de vida sostenibles, efectivamente puede aliviar su pobreza y también mitigar las consecuencias psicológicas de la pobreza.
La educación de adultos puede marcar una diferencia en la vida de las mujeres pobres. Diferentes estudios de caso han puesto de relieve que el incremento de destrezas técnicas en gestión financiera, en administración de grupos de Auto-Ayuda como teneduría de libros, contabilidad y organización de registros, en gestión microempresarial, ha capacitado a muchas mujeres para que puedan asumir roles de liderazgo en sus respectivos grupos de Auto-Ayuda y para que puedan hacer funcionar de manera confiable sus respectivos negocios. El crédito sumado a la educación mejora las oportunidades de bienestar en el hogar y al mismo tiempo lleva al aumento de la propia seguridad.
Los insumos educativos han repercutido en todos los demás factores. Han introducido a las mujeres en el espacio público; las han vinculado con las estructuras de poder dentro de la sociedad; han incrementado sus destrezas técnicas para que puedan tomar decisiones y asumir roles de liderazgo; han mejorado sus aptitudes para contribuir al bienestar de la familia; y les han proporcionado sentimientos de seguridad y solidaridad respecto de otros grupos de mujeres conformados con el mismo propósito. Todos estos factores han contribuido a la reducción de la pobreza.
El programa de aprendizaje ha tenido un impacto significativo en tres niveles de fortalecimiento: la fuerza interior, la fuerza hacia fuera y la fuerza compartida. En el nivel de la fuerza interior, un impacto clave es la observación de que las mujeres han desarrollado una nueva conciencia de su propio potencial para luchar contra la pobreza. Se sienten personas seguras, sensibles e informadas. En el nivel de la fuerza hacia fuera, los proyectos han expandido el control de las mujeres sobre su propio trabajo, sobre sus recursos y sobre los procesos de toma de decisiones. El acceso a sus propios ahorros, el acceso a redes de mujeres fuera del ámbito de la familia, y el acceso a posiciones de liderazgo las han fortalecido. En el nivel de la fuerza compartida, las mujeres han intervenido de manera colectiva en muchas instituciones: la familia, el mercado (laboral y financiero), la comunidad y las instituciones propias del gobierno local.
Las mujeres pobres carecen de recursos, destrezas, educación y fortaleza colectiva para romper el círculo de su opresión y explotación. En un contexto así los facilitadores externos, como las ONG, juegan un papel catalizador al educar, organizar y movilizar mujeres, de manera intencional y consciente, en torno a una preocupación común o compartida de reducción de la pobreza.
Las organizaciones no gubernamentales a que se refiere este estudio no son organizaciones de microfinanzas. No sacan préstamos ni otorgan créditos. Lo que hacen es sólo promover y apoyar modelos de grupos de Auto-Ayuda para las microfinanzas. Son facilitadoras de la formación de grupos en torno a necesidades sentidas y a objetivos comunes. Las áreas clave de construcción de capacidades en el nivel de los grupos de Auto-Ayuda incluían la gestión de grupos, el desarrollo de liderazgo y la solución de problemas y resolución de conflictos. En el nivel de federación el componente de capacitación incluía la administración financiera, la movilización de recursos, los aspectos legales y la toma de decisiones. En lo que se refiere a contabilidad y documentación, la capacitación incorporaba todo lo que es organización de registros, elaboración de planes anuales, presupuesto, elaboración de proyectos y redacción de actas de reuniones. El desarrollo empresarial incluía la capacitación en promoción empresarial, factibilidad y otros aspectos técnicos y administrativos. El fortalecimiento implicaba la toma de conciencia respecto de los problemas de las mujeres y las respectivas acciones convergentes. Las habilidades de alfabetización básica incluían la enseñanza básica de lectura, escritura y técnicas de cálculo.
Las organizaciones facilitadoras echan mano de diferentes estrategias para fortalecer a las estudiantes adultas, de acuerdo con sus necesidades y requerimientos. En Andhra Pradesh los índices de alfabetización femenina son bajos. La ausencia de habilidades de alfabetización básica impedía que las mujeres afiliadas a los grupos de Auto-Ayuda desempeñaran sus roles de manera eficiente. Por esa razón PEACE adoptó el proyecto WELLD con la idea de dotar a las mujeres de las habilidades de alfabetización básica juntamente con capacitación en administración de grupos de Auto-Ayuda y mejoramiento de las condiciones de vida. En Kerala, a pesar de las altas tasas de alfabetización, las mujeres no son económicamente independientes. Para romper las restricciones de la dependencia económica, SAHAYI decidió reforzar los grupos de Auto-Ayuda de mujeres, no sólo mediante actividades de generación de ingresos, sino con la generación de conciencia respecto de sus derechos políticos. La topografía montañosa de Uttaranchal ofrece escasas posibilidades de ingresos. Las mujeres realizan el 80 por ciento de las actividades agrícolas y juegan un papel importante en la provisión de seguridad alimentaria para sus familias. La pobreza aumenta la carga laboral de las mujeres. De ahí que HARC concentrara su atención en capacitar a grupos de Auto-Ayuda de mujeres en emprendimientos colectivos, y en ofrecer a sus afiliadas oportunidades alternativas para condiciones de vida viables.
Para las mujeres son importantes los temas relacionados con las necesidades básicas. Se requiere el diseño de estrategias de construcción de capacidades para responder a las necesidades básicas de las mujeres. Dichas estrategias deberían basarse en la mano de obra local, en recursos locales y en oportunidades locales. Por tanto las políticas de educación profesional para adultos deberían tomar en consideración las necesidades de cada localidad particular con el fin de garantizar que lo que actualmente se hace en términos de capacitación para el mejoramiento de las condiciones de vida tenga como resultado el incremento de la productividad, de los ingresos y del bienestar.
Las mujeres, en cuanto grupos marginales, constituyen un sector sustancial de los estudiantes adultos. Las mujeres pobres no perciben la relevancia inmediata de la alfabetización en su lucha diaria por la supervivencia. La alfabetización por sí misma les puede parecer irrelevante cuando lo más importante es la preocupación por las condiciones de vida. Los diseñadores de políticas de educación de adultos deberían desarrollar un paquete educativo integral que se combine con las actividades de los grupos de ahorro y crédi