Entrevista con Alan Tuckett

En su Octava Asamblea, que tuvo lugar en Malmö, Suecia, entre el 14 y el 17 de junio de 2011, Alan Tuckett fue elegido presidente del Consejo Internacional de Educación de Adultos (ICAE). Anteriormente, Alan había dirigido el Instituto Nacional de Educación Permanente de Adultos (National Institute of Adult Continuing Education – NIACE), la principal ONG de Inglaterra y Gales dedicada al aprendizaje de adultos. Sucede en el cargo a Paul Bélanger.

La inversión en aprendizaje de adultos permite ahorrar dinero en otros ámbitos

EAD: Desde junio de 2011 usted preside una de las asociaciones internacionales de educación más prestigiosas del mundo, el ICAE. Cuéntenos algo acerca de usted. ¿Cómo encontró su camino en el ámbito de la educación, particularmente en el de la educación de adultos?

Alan Tuckett: Mi niñez transcurrió en diversas partes del mundo, ya que mi padre prestaba servicios en la Fuerza Aérea. Estudié literatura estadounidense y comencé a dar clases para adultos a tiempo parcial. Tuve la suerte de conseguir un empleo a jornada completa en el que debía organizar la educación de adultos en una organización benéfica de Brighton, donde ayudamos a poner en marcha la campaña de alfabetización de adultos en Gran Bretaña. A poco de iniciarse mi carrera me di cuenta de que la promoción era un elemento clave en la misión de un educador de adultos, y que la motivación es un componente esencial del currículum. Durante la década de 1980 fui rector de un importante e innovador instituto de educación de adultos en Londres, y en 1988 pasé a encabezar el Instituto Nacional de Educación Permanente de Adultos de Inglaterra y Gales (National Institute of Adult Continuing Education – NIACE). Percibimos nuestro papel en ese ambiente como el de un amigo crítico de los gobiernos, que promovía el acceso al aprendizaje de adultos de todos los grupos que o bien habían fracasado en el sistema escolar, o bien habían sido excluidos de ese ámbito. La pregunta que nos formulamos fue «¿quiénes están marginados de ese ambiente, y qué podemos hacer al respecto?» Me retiré del NIACE en 2011.

EAD: El ICAE se ocupa de asuntos relativos a la educación y el aprendizaje a lo largo de toda la vida en todo el mundo. ¿Le parece a usted que como educadores básicamente emprendemos las mismas tareas y afrontamos los mismos desafíos en todas partes? ¿O acaso existen diferencias que influyen en la fijación de prioridades y requieren la adopción de enfoques distintos?

Alan Tuckett: Freire estaba, sin duda, en lo cierto, al afirmar que la educación sirve para domesticar a la gente o para liberarla. Me parece que las tareas para los educadores de todo el mundo, que trabajan en circunstancias muy adversas, son similares. Para usar las palabras de Raymond Williams: comprender el cambio, adaptarse a las nuevas circunstancias, pero sobre todo moldear el cambio. Apoyar a las personas para que hagan valer su opinión, adquieran un sentido de agencia. Se trata de una tarea ardua y estimulante.

EAD: ¿Cómo describiría los cambios en la misión del ICAE a lo largo de los años? ¿Cuál es el hoy en día el objetivo integral de una asociación mundial de educación de adultos?

Alan Tuckett: El ICAE fue fundado tras celebrarse la Tercera Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Educación de Adultos con el fin de asegurar que, cuando los gobiernos se reunieran para diseñar políticas transnacionales que conciernen a los alumnos adultos, sus decisiones estuvieran inspiradas e influidas por las opiniones de los profesionales del sector; y de garantizar, asimismo, la existencia de un vehículo que permitiera a las organizaciones nacionales y regionales compartir buenas prácticas y practicar la mutua solidaridad. Durante un tiempo se aplicó con éxito la estrategia de desbloquear los fondos de los presupuestos de desarrollo de los países industriales (pero en especial de Escandinavia y Canadá) para su uso por parte de las asociaciones de educación de adultos del Hemisferio Sur. Durante la última década hemos cumplido el papel de promotores mundiales; de vehículo para respaldar a los líderes emergentes en el desarrollo de aptitudes para emprender esa tarea de promoción; de instancia donde las redes de profesionales del sector pueden reunirse y consolidar la práctica; y de socio de la UNESCO en el apoyo al movimiento mundial.

EAD: El mecanismo de una asociación regional es comparativamente fácil de entender. Por lo menos en una región como Europa, donde las estructuras políticas están claramente definidas en entidades como el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo o la Comisión Europea, a las asociaciones nacionales o regionales no les cuesta encontrar objetivos comunes y socios interesados en entablar un diálogo crítico. ¿Cómo se da este proceso a nivel mundial? ¿A quién representa el ICAE? ¿Cuáles son los socios clave del ICAE? ¿Quiénes son los diseñadores de políticas con los que el ICAE se relaciona, y dónde se encuentran?

Alan Tuckett: La verdad es que no comprendo la distinción. Perfectamente podría afirmarse que una asociación tenía sentido para cada uno de los länder alemanes, pero ¡cuál era la utilidad de crear una asociación federal como DVV! El argumento en favor de las redes mundiales es que las ideas no respetan fronteras: nos enteramos por boca de activistas en Filipinas de métodos para comprometer la participación de grupos de alumnos; aprendemos sobre investigación participativa al observar los avances realizados en India y Canadá. Consideremos el caso de Pascal International y el movimiento de las “ciudades de aprendizaje”. Y luego fijémonos en los perfiles de parentesco y de migración de las poblaciones de todos los países, en el progreso del diálogo interregional dentro de la maquinaria de la Red, y notaremos que en realidad compartimos un solo mundo. En la plenitud de sus facultades —y ustedes pueden comprobar que durante gran parte de la Octava Conferencia Mundial de Malmö demostramos estar en nuestro mejor nivel— el ICAE proporciona un marco para que todos aprendamos unos de otros.

Sin embargo, tal como se han encargado de aclarado las sucesivas conferencias mundiales, también compartimos el desafío de crear un mundo socialmente más justo, por lo que el ICAE facilita el establecimiento de vínculos con una amplia gama de otros movimientos sociales, a través de los cuales la gente se da cuenta de que es posible crear otro mundo distinto y mejor.

EAD: ¿Cuáles son los desafíos que afronta el ICAE al formar asociaciones de cooperación y al hacer oír su voz?

Alan Tuckett: El ICAE cumplió una eficaz y exitosa misión al conseguir un lugar en la agenda de numerosas conferencias en gran escala de la ONU celebradas durante la década de 1990, pero con la adopción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y dado el preeminente influjo del Banco Mundial en la Iniciativa de Vía Rápida de muchos países, resulta difícil que la educación de adultos haga sentir su presencia en los presupuestos o en las prioridades de los estados miembros de la ONU. Varios proveedores de fondos a nivel internacional han concentrado también sus esfuerzos en la educación primaria universal, dejando de lado otros objetivos de la campaña de “Educación para Todos” (EPT). Aun así, sabemos que incluso la eficacia de la educación primaria aumenta cuando los adultos aprenden al mismo tiempo. A este respecto adquiere vital importancia el papel decisivo que cumplen DVV y la política alemana de ayuda externa en el apoyo a organismos nacionales y regionales.

Nuestra misión consiste en tratar de revertir esa tendencia, y garantizar que en los debates sobre los objetivos mundiales que se fijarán tras la EPT y los ODM en 2015, se reconozca y se valore el papel del aprendizaje de adultos como eficaz catalizador para alcanzar una serie de objetivos prioritarios de carácter económico, social y sanitario.

Al interior de la red debemos mantener activo el diálogo entre aquellos miembros para quienes la educación de adultos suele adoptar la forma de programas de aprendizaje estructurados impartidos por maestros en instituciones, y aquellos para quienes la educación popular es parte integrante de los movimientos sociales. Cada postura posee una rica tradición de estrategias para inspirar a la gente y captar su adhesión.

EAD: El ICAE era conocido tradicionalmente como un movimiento mundial motivado por una diversidad de visiones y misiones, y que participaba en una amplia gama de redes temáticas. Si bien sus posturas no se contraponían abiertamente a las de los gobiernos, sin duda mantenía cierta distancia crítica. Ahora da la impresión de que las campañas y las conferencias internacionales en gran escala captan la mayor parte de la atención y de la dedicación del ICAE. ¿Qué ha ocasionado este cambio?

Alan Tuckett: Una de las causas es atribuible, por supuesto, a la disponibilidad de recursos. Solíamos contar con una red de paz financiada gracias a la ayuda de Finlandia. Las aportaciones canadienses y suecas permitían sufragar, entre otras, las redes medioambientales. Por su parte, las agencias noruegas costeaban la educación femenina. Noruega mantiene sus compromisos, y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación subvenciona las academias internacionales para la promoción del aprendizaje a lo largo de toda la vida. En Malmö nos concentramos en iniciativas complementarias a la CONFINTEA VI, en los ODM y la EPT, como también en las estrategias para fomentar más eficazmente el aprendizaje de adultos; en la riqueza de las tradiciones de la educación popular (folkbildning) nórdica; en la educación femenina; en una educación digna para encontrar un empleo digno; y por cierto también nos hemos dedicado a la educación para el desarrollo sostenible en un mundo donde se está produciendo un cambio climático, ya que para muchos habitantes del Hemisferio Sur este fenómeno no es objeto de debates científicos sino una dura experiencia que están sufriendo en carne propia.

Las conferencias mundiales como Río+20 proporcionan un área de interés específica para una importante rama de nuestro quehacer, y hemos sacado provecho de la experiencia y del liderazgo de nuestra Oficina de Educación sobre Cuestiones de Género en el desarrollo de estrategias para influir en esos acontecimientos tal como la vitalidad generada en los Foros Sociales Mundiales ha repercutido en nuestra labor. Ahora bien, dentro del marco de cada una de nuestras prioridades contribuimos activamente a fomentar el diálogo entre los miembros y entre las regiones. Por cierto que podríamos hacer más, sobre todo en lo referente a complementar los diálogos Sur-Sur y Norte-Sur, y a mejorar también la cooperación y el diálogo entre miembros de los países industrializados.

EAD: Hoy en día, el aprendizaje a lo largo de toda la vida es un tema que despierta interés mundial. Por una parte, los educadores de adultos acogen con beneplácito este énfasis, ya que así la atención pública deja de centrarse exclusivamente en el sector de la educación formal, como ocurría con demasiada frecuencia. Por otra parte, les preocupa que al subsumir la educación de adultos en una categoría tan abarcadora como “aprendizaje a lo largo de toda la vida” el sector puede perder su perfil distintivo y su identidad. ¿Cómo percibe este dilema el ICAE? ¿Cree que el ICAE escogerá la vía hacia un Consejo Internacional de Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida?

Alan Tuckett: Ojalá todos ESTUVIERAN hablando del aprendizaje a lo largo de toda la vida. No hace mucho, Arne Clausen, director del Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida, expuso un interesante argumento. Sugirió que durante dos décadas los europeos estuvieron hablando y escribiendo sobre el aprendizaje a lo largo de toda la vida, pero es en los países asiáticos donde actualmente existen legislaciones sobre la materia. Siempre he considerado que la perspectiva orientada a este aprendizaje constituye un marco fundamental dentro del cual se pueden fomentar y mejorar las oportunidades para el aprendizaje de adultos. Resulta más fácil apreciar la manera en que el aprendizaje intergeneracional trata de beneficiar por igual a adultos, niños y niñas desde una perspectiva de aprendizaje a lo largo de toda la vida, como también es más sencillo dar a conocer los mayores beneficios que reporta el aprendizaje, tan brillantemente expuestos en la CONFINTEA V dentro de este contexto. Pero no me parece en absoluto necesario restringir el alcance del ICAE, antes al contrario.

EAD: ¿Por qué en las campañas mundiales de educación, la educación de adultos no ha sido específicamente diseñada como un sector prioritario con su propio corpus de objetivos que deben ser formalmente reconocidos como políticamente vinculantes para todos los gobiernos?

Alan Tuckett: Bueno, como movimiento no hemos logrado promover nuestra causa con la suficiente eficacia, ¿verdad? Pero al aumentar la importancia del bienestar y la felicidad, amén del producto interno bruto, como criterios para medir el éxito de un país, ¡la esperanza eterna!

EAD: ¿Cuáles son los ámbitos en que el ICAE hará especial hincapié durante los próximos años?

Alan Tuckett: Los mencioné anteriormente. En primer lugar, nos concentraremos en iniciativas complementarias a la CONFINTEA VI, en los ODM, la EPT y en lo que suceda con posterioridad a 2015, a fin de forjar y considerar como referencia un mundo donde la alfabetización sea un derecho; donde mujeres y niñas tengan las mismas oportunidades que hombres y niños, y donde el papel de la educación en las superación de las deficiencias sanitarias, la pobreza y los déficit democráticos esté firmemente establecido. Para ello será preciso dialogar con el Banco Mundial y con el Fondo Monetario Internacional, al igual que con organismos que estén más dispuestos a aceptar nuestros argumentos. En segundo lugar, mantendremos activa nuestra labor en favor de la igualdad entre los sexos y nos proyectaremos a partir de ella, de modo de potenciar nuestros esfuerzos por promover el papel de la educación en la lucha contra la discriminación de todo tipo, incluida la permanente dedicación al tema de los migrantes. En tercer lugar, reforzaremos nuestros vínculos con organizaciones y redes centradas en el aprendizaje y el trabajo (formal e informal). En cuarto lugar, compartiremos las experiencias de cuatro tradiciones de aprendizaje distintas, y potenciaremos los servicios prestados a miembros y redes. En quinto lugar, provocaremos un verdadero impacto al desarrollar y consolidar las estrategias educativas para la sostenibilidad en un mundo afectado por el cambio climático. Por último, seguiremos tratando de crear oportunidades para que educadores de adultos en ciernes de todo el mundo se reúnan, aprendan en conjunto, y compartan estrategias mediante nuestro programa denominado Academia del ICAE para la Promoción del Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida (ICAE Academy of Lifelong Learning Advocacy – IALLA), en el que capacitamos a líderes emergentes en el campo del aprendizaje de adultos, y a activistas de movimientos sociales para que adquieran aptitudes que les permitan promover y respaldar el aprendizaje de adultos orientado a la ciudadanía activa.

EAD: ¿Cuál es su postura frente al hecho de que las políticas públicas tienden a restar importancia al papel de la educación de adultos en el aumento de la empleabilidad? ¿Acaso la educación de adultos no tiene valor por derecho propio?

Alan Tuckett: Por supuesto, y el predominio de la economía neoliberal, como también el aumento de la influencia de los contables en las políticas públicas, han redundado en perjuicio de todo tipo de iniciativas cuyo objetivo sea garantizar el desarrollo social en contraposición al desarrollo estrictamente económico. Pero al mismo tiempo necesitamos adoptar todas las modalidades de aprendizaje de adultos, lo cual debe reflejarse en nuestro discurso y nuestros diálogos.

EAD:¿Existen indicadores, aparte de un mejoramiento en las cifras de empleo o un aumento de los ingresos, que permitan demostrar el impacto positivo del aprendizaje de adultos? ¿Es posible corroborar de manera empírica cualquier impacto, o todo cae más bien en el terreno de la conjetura?

Alan Tuckett: Existe un enorme bagaje de investigaciones — que provienen de la OCDE, pero también del Instituto de Educación en Londres— sobre los mayores beneficios del aprendizaje y sobre cómo medirlos. Luego podemos citar el trabajo inspirado por Amartya Sen sobre las capacidades; la Comisión Sarkozy en Francia; el libro de Wilkinson y Picket titulado “Desigualdad: un análisis de la (in) felicidad colectiva”. Todos apuntan en esa dirección. Y es preciso que nos reunamos en un taller para determinar cómo desarrollar herramientas que fomenten la alerta ciudadana sobre la base de estas magníficas ideas. De igual manera, en Learnig through life (aprender durante toda la vida), el informe asociado a las indagaciones sobre el futuro del aprendizaje a lo largo de toda la vida redactado por Tom Schuller y David Watson, patrocinado por NIACE y encomendado por el Gobierno Británico, se aportan evidencias contundentes para determinar todas las inversiones realizadas por distintos organismos públicos en aprendizaje de adultos.

EAD: En todo el mundo, la educación de adultos tiene que luchar para ser reconocida como una prioridad, documentando más eficazmente sus logros y los beneficios que les reporta a los alumnos y a la sociedad en general. ¿Qué progresos concretos —si puede mencionarse alguno— se han realizado, a su juicio, en la estimación precisa de las competencias adquiridas en el sistema informal?

Alan Tuckett: De alguna manera, al responder a la pregunta anterior me referí en parte a este tema. Pero los detalles específicos sobre cómo medir el aprendizaje informal son interesantes, y se están realizando numerosos estudios al respecto. Por ejemplo, me parece que la UNESCO está a punto de publicar un trabajo sobre esta cuestión, que despierta un enorme interés en Europa y en cualquier lugar donde la gente cruza las fronteras educativas. Con todo, aun queda mucho por hacer, y un importante primer paso sería establecer un parámetro para reconocer los logros. Luego, garantizar una valoración equitativa para distintas modalidades de aprendizaje se plantea como un desafío igualmente interesante.

EAD: En una época de restricciones económicas, ¿se justifican todavía los subsidios para la educación general de adultos, o acaso la participación debería entregarse a la iniciativa y responsabilidad de los alumnos?

Alan Tuckett: Por supuesto. Invertir en aprendizaje de adultos permite ahorrar dinero en todos los ámbitos: independientemente de la asignatura o del nivel de instrucción previo, mejora el bienestar mental, permite mantener nuestra independencia por más tiempo, aumenta el grado de participación cívica y aumenta la tolerancia racial. Y a todo lo anterior hay que sumarle el amor por el aprendizaje y por la asignatura que una buena educación de adultos logra fomentar.

EAD: En el próximo Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo se abordará el tema de la adquisición de habilidades para la vida. ¿Participará el ICAE en su elaboración? De ser así, ¿cómo lo hará? ¿Se tomarán en cuenta en el informe los logros de la educación de adultos y del aprendizaje no formal e informal?

Alan Tuckett: Sin duda alguna lo ideal sería que participáramos, pero tenemos que focalizar nuestros modestos presupuestos para obtener el máximo rendimiento de los recursos. Nuestra labor dedicada al aprendizaje de adultos se encuentra todavía en una etapa temprana, y tanto nuestras actuales iniciativas conjuntas con la UNESCO como las actividades complementarias a la CONFINTEA, al igual que nuestra colaboración con París en el ámbito de la EPT y los esfuerzos encaminados a Rio+20, consumen tiempo y energía. Sin embargo, siempre estamos alertas para reclutar a buenos voluntarios.

EAD: A lo largo de los años el ICAE y DVV International han cooperado en numerosas iniciativas. ¿Cómo vislumbra el futuro de esta cooperación?

Alan Tuckett: Bueno, se trata de una asociación que para nosotros tiene una importancia decisiva. Nuestras conferencias conjuntas a menudo han influido en la elaboración de agendas. Estoy pensando en una sobre migración celebrada antes de la Conferencia de Belém, por ejemplo. Y nunca faltan temas para discutir. Está pendiente el desafío de lograr una ciudadanía democrática eficaz que responda a las iniciativas surgidas de la Primavera Árabe; que responda a las necesidades educativas de personas que viven hasta una edad más avanzada; y que esté incluida en la agenda posterior a 2015. Pero existe un mérito adicional en la voluntad de compartir las estrategias de manera más amplia. Y la oportunidad de expresar parte del pensamiento del ICAE en las páginas de Educación de Adultos y Desarrollo es un ejemplo práctico de ese espíritu participativo.

 

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