Sitan, una participante del círculo Reflect de Kambali, realiza una operación de “sumar llevándose”.
Texto: Mouhamadou Diagne y Ruth Sarrazin – DVV International
Fotografías: Fatoumata Diabaté
La fotógrafa maliense Fatoumata Diabete visitó las aldeas de Kambali y Habaladougou Kénieba en su país. Dichas localidades, situadas a unos 100 km de la capital, Bamako, están poniendo en práctica el proyecto VITAL, organizado por DVV International y la organización local Je-unesse & Developpement (Juventud y Desarrollo). Un proyecto similar está siendo implementado en el norte de Malí, al que se suman otros dos en el estado vecino de Guinea.
La abreviatura francesa VITAL (Village d’apprentissage Tout au Long de la Vie) significa “aldea de aprendiaje a lo largo de toda la vida”. El proyecto VITAL mejora la calidad de vida de los habitantes de las aldeas mediante la educación de jóvenes y adultos.
VITAL se está concentrando en la alfabetización, la formación profesional y la educación cívica. De esas tres áreas, la alfabetización es la más importante y proporciona fundamento para las otras dos. Las aptitudes de lectura, escritura y aritmética se inculcan a través de los así llamados círculos Reflect.
Es en dichos círculos donde se analizan las verdaderas necesidades de la alfabetización, la formación profesional y la educación cívica, lo cual se traduce en actividades que posteriormente son evaluadas.
El Reflect es un enfoque innovador aplicado al aprendizaje de adultos y al cambio social, en el cual se fusionan las teorías de Paulo Freire con las metodologías de la evaluación rural participativa.
El Reflect ofrece un espacio democrático permanente para que un grupo de personas se reúna y debata en torno a temas que les conciernen. Los propios participantes escogen los temas según sus prioridades, y cuentan con el apoyo de un monitor local.
En un principio, los grupos de alumnos se congregan para aprender a leer y escribir, como también para elaborar mapas, gráficos, calendarios y matrices que les permitan analizar diversos aspectos de su vida. Estas actividades se realizan sobre el terreno, y luego se trasladan a rotafolios en los que se emplean imágenes sencillas dibujadas por los participantes analfabetos. Luego se añaden textos para identificar las imágenes visuales, y el resultado sirve de base para la práctica de la alfabetización. Los participantes identifican los puntos de acción para resolver problemas, y la alfabetización es aplicada a situaciones prácticas al llevar adelante esa acción.
En la actualidad, los programas Reflect que funcionan en todo el mundo son sumamente diversos, pues se definen y adaptan de acuerdo con el contexto en que se han desarrollado, y con los intereses y antecedentes de la organización a la que pertenecen. Algunos programas se siguen concentrando principalmente en vincular la alfabetización de adultos con el empoderamiento, mientras que otros han abandonado la alfabetización para dedicarse a la movilización social.
La alfabetización es la piedra angular del desarrollo: participantes del círculo Reflect de Kambali.
La alfabetización refuerza las competencias en las técnicas culturales.
Sesión de escritura en el círculo Reflect de Kambali.
Nja Kamara, vicepresidenta del comité de gestión del círculo Reflect de Kambali, leyendo su poema.
Dos neoalfabetos del círculo Reflect de Kambali.
Participantes del círculo Reflect de Habaladougou-Kéniéba debaten sobre el paludismo con la ayuda del “árbol de los problemas”. El “árbol de los problemas” es una herramienta que las comunidades emplean para analizar problemas de su vida cotidiana. El tronco del árbol simboliza el problema; las raíces, las causas de ese problema; y las ramas, sus consecuencias. Tras este análisis, los participantes escogen un símbolo que representa el tema del debate.
El monitor Sidiki Keita ayuda a la participante Kadiatou a dibujar el símbolo resultante del debate en torno al paludismo. En este caso, se trata de una taza, que representa el agua estancada, medio en el que se desarrollan las larvas del mosquito.
Todos los participantes del círculo Reflect dibujan el mismo símbolo, la taza, que es la palabra clave del debate en torno al paludismo. Dicha palabra clave es luego dividida en sílabas, y a continuación los participantes practican escribiéndola con todas sus letras
Los participantes del círculo Reflect durante un juego sobre el conocimiento de las plantas, en el que los perdedores pagan prenda. Aquí, por ejemplo, el monitor tiene que imitar a un macho cabrío. Los juegos o las bromas son momentos de relajación durante las sesiones del círculo Reflect.
Sesión de práctica en la “escuela de campo” de Kambali. Las “escuelas de campo” son sitios de experimentación donde los participantes del círculo Reflect ponen a prueba nuevas técnicas de producción.