La celebración del XI Congreso Alemán de Universidades Populares coincide con un año memorable en la historia de la política educacional, porque nunca antes se había reflexionado y debatido tan profunda y ampliamente sobre el futuro del aprendizaje permanente.
En primer lugar, el 2001 fue el Año Europeo de las Lenguas. Los numerosos talleres sobre el estudio de idiomas que comprende el programa del presente congreso, la gran cantidad de lenguas que aquí se pueden oir y la internacionalidad que lo caracterizan son un testimonio de vuestra contribución ininterrumpida en este campo.
Al mismo tiempo, en el 2001 se puso en marcha el V Programa Marco Europeo para el Fomento de la Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres, que se prolongará hasta el 2006. Yo misma integro el grupo de cinco miembros de la Comisión Europea que durante la presidencia de Romano Prodi estará a cargo de coordinar la política de igualdad de posibilidades. En el contexto de este programa, el aprendizaje permanente es considerado como uno de los instrumentos más importantes para lograr dicha meta.
Las tres cuartas partes de los estudiantes de las universidades populares alemanas son mujeres de todas las edades, una proporción realmente digna de mención. No obstante, la OCDE recientemente realizó un amplio estudio gracias al cual salió a la luz que son los hombres de entre 25 y 50 años de edad los que cuentan con las mejores oportunidades de educación y de perfeccionamiento. Además, en la medida en que este grupo de personas progresa en cuanto a educación y remuneración, estas oportunidades incluso son mejores. En atención a esta inequidad, en este momento vosotros estáis prestando un valiosísimo aporte a la igualdad de los géneros en Europa. Me permito invitaros a expandir e intensificar vuestros esfuerzos a fin de que también otros ámbitos del aprendizaje permanente se vean beneficiados de ellos. Numerosas expertas en educación de adultos han desarrollado en varias universidades populares programas políticos orientados hacia las mujeres que abarcan todos los campos del saber; han animado a sus congéneres a asumir responsabilidad política, a incorporarse al mercado laboral o a luchar por sus empleos. Muchos de estos interesantes programas, entre ellos también algunos que -con gran satisfacción- hemos apoyado con recursos del Programa Sócrates, son presentados en los talleres del presente congreso.
El Memorando sobre el Aprendizaje Permanente, publicado en noviembre del 2000 por la Comisión Europea, fue el punto de partida de un intenso y ambicioso proceso de discusión que se extendió a lo largo de todo este año. La Comisión solicitó a todos los Estados miembros y a los países que próximamente se incorporarán a la Unión que impulsen el debate sobre este Memorando en sus respectivos países y que le hagan llegar sus sugerencias para un plan de acción en materia de aprendizaje permanente. Asimismo, se animó a algunas organizaciones no gubernamentales y a determinados ciudadanos a sumarse a este debate. Según una estimación tentativa, un total de 12.000 personas han participado en él a nivel europeo. Muchos de los aquí presentes también han contribuido activamente con sus experiencias y sus visiones. Deseo aprovechar esta ocasión para agradecerles muy sinceramente sus valiosos aportes.
La amplia gama de sugerencias y acciones respecto del aprendizaje permanente, sobre las cuales hemos sido informados por los países miembros, así como el gran número y la alta calidad de las iniciativas que tuvieron lugar por doquier, nos han demostrado que este proceso de consulta en sí ya se ha transformado en un importante catalizador de una mayor conciencia político-educacional y en un nuevo impulso de esta política. Próximamente, la Comisión presentará al Consejo de Ministros para la Educación y la Juventud la multitud de interesantes sugerencias que recibió de todos los sectores y regiones y hará realidad el espacio europeo del aprendizaje permanente.
Con la colaboración de los ministerios de educación europeos estamos elaborando, precisamente en estos meses, un plan de trabajo que recoge las ideas y sugerencias del Informe sobre las Metas de la Educación General y Profesional: una iniciativa conjunta de los jefes de Estado y de gobierno de Europa, aprobada en Lisboa el año pasado. Se espera que para el próximo encuentro, que tendrá lugar en marzo próximo en Barcelona, este plan ya haya adquirido rasgos más concretos. Los temas de especial interés para vosotros, los representantes de las universidades populares, son -entre otros- la educación básica para todos, también para los adultos, así como la formación y el perfeccionamiento de los profesores de todos los niveles. Especial énfasis se ha puesto en el diseño de una nueva educación básica que complemente la actual y que comprenda nuevas técnicas de aprendizaje, conocimientos básicos de las técnicas de la información y comunicación, lenguas extranjeras, conocimientos técnico-científicos básicos para todos, pero especialmente para las niñas y mujeres, espíritu empresarial y competencias sociales. Otros temas que aborda este plan, como la calidad del aprendizaje de por vida, han suscitado especial interés precisamente en Alemania. Al respecto, se están recopilando ejemplos de la «mejor práctica», se están desarrollando indicadores e impulsando diferentes modalidades de cooperación bilateral en Europa. Gracias a la simultaneidad de los debates acerca del Memorando sobre el Aprendizaje Permanente y de este Plan de Trabajo, el que en un primer momento apuntó principalmente al sistema educativo formal y su futuro, la dimensión de la educación de adultos adquirió un grado de concreción cada vez mayor.
Antes de profundizar en el Memorando sobre el Aprendizaje Permanente deseo referirme brevemente a la coordinación entre el nivel europeo y los niveles nacionales de todas las iniciativas en el campo de la educación.
En mi opinión, la función de la Comisión en este proceso -que ya ha cobrado vida- es la de un catalizador y animador. Obviamente, nos atenemos estrictamente a las disposiciones de los artículos 149 y 150 del Acuerdo Comunitario sobre la distribución de las competencias entre la Comunidad y los Estados miembros. Un elemento decisivo de este proceso será la aceptación del mismo por parte de todos los involucrados. Sólo si ellos están convencidos de la idoneidad y conveniencia de este enfoque podremos llevarlo a la práctica con éxito. Dado que los acuerdos establecen que la política de educación y de formación profesional por ningún motivo ha de transformarse en una política de homologación, apostamos por el intercambio de información, de experiencias y de la mejor práctica, en primer término, luego por el diálogo político sobre las finalidades y estrategias comunes y, finalmente, por la asunción de autocompromisos para alcanzar las metas y llevar a la práctica las estrategias. Este método no menoscaba en lo más mínimo la autonomía nacional en materia de política de educación y de formación profesional. A ningún miembro se le puede imponer algo que éste no desee.
El Memorando sobre el Aprendizaje Permanente fue recibido por vosotros con sentimientos encontrados: algunos sectores se mostraron entusiasmados, otros reservados y escépticos. A continuación me referiré a cinco tesis contempladas en el debate, las que pueden ser de especial interés para vosotros.
Precisamente en el nivel europeo, pero también en algunos Estados miembros, el debate tuvo rasgos tan limitantes que se podría haber pensado que se trataba exclusivamente de la formación y del perfeccionamiento permanente de adultos para el trabajo y de las necesidades del sector económico. Sin embargo, como resultado de este debate -que abarcó toda Europa- se está perfilando un consenso que apunta a una prioridad idéntica de los intereses de la economía en el aprendizaje permanente y de los intereses de los ciudadanos en procesos de aprendizaje que les concedan un mayor grado de autonomía: el aprendizaje permanente para participar en la vida política y para mejorar las posibilidades de desarrollo personal y de integración social. Los programas de las universidades populares de Europa abarcaron siempre toda la gama de temas relacionados con los más diversos aspectos de la vida y muchos de estos programas siguen haciéndolo. En el futuro, estos temas adquirirán una nueva relevancia.
Sobre la base de las observaciones y de las sugerencias de los Estados miembros, en el futuro la Comisión pondrá aun más claramente de relieve que justamente el área de la formación política -cuya finalidad es promover un activo compromiso cívico- es un componente indefectible de la educación básica y cuidará de que por ningún motivo sea sacrificada -por una equivocada definición de prioridades- en aras de la formación profesional. En el futuro procuraremos que el equilibrio entre la formación profesional, por una parte, y la formación política, la educación orientada al desarrollo personal así como la educación tendente a la integración social, por la otra parte, también se refleje en nuestras prioridades de fomento. Este equilibrio ha sido exigido por numerosos Estados miembros y el Memorando le hace verbalmente justicia.
Como espacio del conocimiento, Europa precisa una democracia activa y dinámica; necesita ciudadanos juiciosos y audaces que hayan aprendido a recabar y a valorar la información, a preguntar en forma crítica y a discutir con otros, a intervenir y a transformarse así en interlocutores competentes en el área política, también respecto de nuevos temas en los que incursione la política. Para una democracia activa y dinámica se requiere una formación política dinámica por parte de las universidades populares, la cual podría ser planificada en conjunto con los ciudadanos interesados y la que no tenga que competir en el mercado por los clientes adinerados, sino que sea fomentada por el sector público sobre la base de una escala de prioridades.
Vuestros logros de las últimas décadas, ya tan sólo en lo que se refiere al sinfín de diálogos interculturales que habéis establecido a lo largo y ancho del país, así como en materia de integración de refugiados e inmigrantes, han dotado a la sociedad europea del conocimiento de un claro perfil ético: de un rostro humano. En tanto que otras instituciones educativas descubren recién ahora la necesidad y la importancia del diálogo entre las culturas, vosotros desde hace años ya venéis organizando jornadas contra el extremismo de derecha, contra la xenofobia y la violencia.
Las consultas respecto del Memorando sobre el Aprendizaje Permanente, que comprendieron a toda Europa, demostraron cuán importante es comenzar con las reformas tendentes a acrecentar el atractivo del aprendizaje permanente ya en la edad preescolar, en la familia o en el jardín de infantes. Dado que la desigualdad de oportunidades en el contexto del aprendizaje permanente comienza a manifestarse generalmente en la primera niñez, la educación de la familia y de padres -que ha sido parte de las ofertas de las universidades populares de muchos países- adquirirá en el futuro una importancia estratégica aun mayor.
Sólo la educación de adultos les ha ofrecido una segunda y tercera oportunidad a muchas personas que por las más diversas razones interrumpieron su formación escolar. Por ello, se trata de mejorar la primera oportunidad. Nuestro programa piloto «escuelas de la segunda oportunidad» -en el cual también participó una universidad popular alemana con su colegio diurno y vespertino- nos proporcionó una serie de indicios en cuanto a que una administración escolar reformada y centrada en el educando, métodos didácticos centrados en el alumno, una cooperación con empresas positivamente predispuestas y enfoques multilingüísticos y multiculturales, contribuyen considerablemente a reducir la tasa de deserción y ofrecen la posibilidad de un nuevo comienzo a los alumnos de bajo rendimiento.
Recién con la incorporación del programa piloto «escuelas de la segunda oportunidad» al programa Sócrates-Grundtvig -llevada a cabo justamente en este año, en el que pretendemos promover la educación de adultos y el aprendizaje de por vida en Europa- hemos tomado conciencia de cuántas universidades populares de nuestro continente han realizado esta importante tarea en circunstancias dificilísimas en lo que a recursos, personal y espacio se refiere. En vez de seguir expandiendo en Europa los cursos de segunda oportunidad o la «educación complementaria» -como ustedes la llaman- que ofrecen las universidades populares, en el futuro será de suma importancia que las escuelas continúen desarrollándose de acuerdo con los principios del aprendizaje permanente y que asuman, en lo posible, los enfoques flexibles, abiertos y centrados en los alumnos de las «escuelas de la segunda oportunidad».
Los experimentos -también financiados por la Comisión- relativos a las «Escuelas Socráticas», las que se han transformado en Europa en algo así como un movimiento, han demostrado la viabilidad y los sorprendentes resultados de reformas tales como el abandono del modelo de la hora lectiva rígida, el aprendizaje en el contexto de proyectos, un desempeño de los maestros de un modo más similar al de un consejero, un asesor y un acompañante del proceso de aprendizaje de los grupos o individuos, así como la igualdad de posibilidades de acceso de alumnos y maestros a las fuentes de información.
Deseo plantearles una pregunta que surgió en el debate europeo sobre el reconocimiento de rendimientos previos y que atañe tanto a las escuelas como a las universidades populares: ¿por qué -cuando se trata de recuperar estudios escolares a fin de obtener algún certificado final- también deben repetirse las asignaturas aprobadas en la primera oportunidad de formación escolar y en las que se obtuvieron las calificaciones excelente, bueno, satisfactorio o suficiente? Con miras al aprendizaje permanente, ¿no podría extenderse a los alumnos que no han obtenido el certificado final al menos certificados en los cuales se les reconozcan, de forma modular, las asignaturas en las cuales han demostrado un rendimiento suficiente o mejor? Ello representaría un considerable ahorro de tiempo y de recursos para quienes deseen recuperar los certificados finales de estudios escolares como también para los establecimientos que surgirán en toda Europa con la finalidad de evaluar conocimientos, habilidades y competencias ya adquiridas.
También en relación con la certificación rutinaria de rendimientos parciales en el caso de personas que interrumpen su formación profesional o sus estudios, debemos buscar soluciones comunes a fin de incrementar la permeabilidad entre los distintos sectores de la educación.
Además de la posibilidad de recuperar certificados finales de estudios escolares, también precisaremos ofertas actualizadas y abiertas, de dedicación parcial y completa, para una educación general con una dimensión europea, que les brinden a todas las personas una oportunidad para refrescar -ya sea en forma de cursos semanales, mensuales o anuales- sus conocimientos, sus habilidades y sus competencias adquiridas por medio de la educación básica. Muchos problemas relacionados con la asimilación activa de información se deben a los déficit de conocimientos generales, básicos y actuales, que los medios de comunicación -no obstante su misión educadora- compensan cada vez en menor grado. En este contexto, los radio-colegios, que colaboran con las emisoras de derecho público y con las universidades populares, les han abierto nuevos horizontes a los adultos. Todas las universidades populares europeas con régimen de internado podrían transformarse en lugares que ofrezcan a los adultos una educación general con una dimensión europea, siempre y cuando su financiamiento -eventualmente con nuestra ayuda- sea consolidado.
Las universidades también son llamadas a adecuarse en mayor medida a los requerimientos del aprendizaje permanente. Ello se refiere -por una parte- a su labor propiamente tal, a saber la instrucción, de la cual los estudiantes exigen un enfoque más centrado en el educando y mejores condiciones en cuanto a personal y equipamiento; pero también se refiere a la apertura de las universidades al aprendizaje permanente de todos los sectores de la población. La Comisión tiene la intención de elaborar un sistema de convalidación de los conocimientos, las habilidades y las competencias que las personas hayan adquirido en su vida profesional o privada. De acuerdo con las condiciones imperantes en los distintos Estados federados y con las posibilidades que de ellas resultan, las universidades populares alemanas han realizado notables contribuciones a la apertura de las universidades para postulantes que no han seguido el camino escolar regular. Estas contribuciones han sido en forma de cursos de «educación compensatoria», que permiten obtener el bachillerato o el certificado de capacitación para estudiar en una universidad técnica, o bien en forma de «cursos de capacitación universitaria», diseñados en estrecha colaboración con determinadas universidades y concebidos para personas en activo. Algunas pocas universidades alemanas incluso han abierto sus puertas a personas especialmente dotadas mediante una suerte de «estudio a prueba». La admisión no depende de un examen, sino de una conversación centrada en el postulante.
La creación de academias y universidades para la tercera edad -con una gran diversidad de modalidades de participación- también se remonta, en muchos lugares, a iniciativas de las universidades populares, las cuales proporcionaron la didáctica y los métodos adecuados a la edad de los participantes y sentaron así las bases para un desarrollo promisorio.
Con estos ejemplos de desarrollos en otros sectores de la educación espero haberles demostrado que es absolutamente de vuestro interés el que fortalezas -que en vuestra opinión son aparentemente inexpugnables- se transformen en espacios de cooperación y colaboración en el contexto del aprendizaje permanente para todos.
Vosotros comprenderéis que estos pequeños movimientos innovadores, estos temblores que sacuden el escenario educativo europeo, son necesarios para que ya no tengáis que seguir trabajando de porteros en las universidades populares.
Gran parte del trabajo educativo tendente a «abrir las puertas» -vuestra tarea tradicional- ha de ser reemplazado en el futuro por puertas abiertas y por la convalidación de los conocimientos, las habilidades y las competencias ya adquiridas.
La mayoría de los adultos que se matriculan en las universidades populares lo hacen por su propia voluntad. Los programas están estructurados en forma modular, de manera que cada cual puede escoger los elementos de su interés entre todos los campos del conocimiento. Hoy en día muchos elementos concluyen con el otorgamiento de un certificado; también se entregan diplomas que acreditan la participación en cursos de educación general, pero todo ello sigue siendo una mera oferta y no un deber.
He sido informada de que un número considerable de maestros escolares acuden a las universidades populares para ofrecerse como profesores voluntarios. Por lo menos una vez a la semana quieren tratar con personas que, en su totalidad, están ansiosas de informarse sobre los temas de su especialización.
Principalmente en el campo de la formación profesional de adultos, este cambio de enfoque en cuanto al estudiantado será el punto de partida de una transformación radical. Las normas aplicadas en la selección de los oferentes de formación continua más económicos y experimentados -en el contexto de las medidas fomentadas por la UE- han sido hasta la fecha extraordinariamente precisas y detalladas. Mucho me complacería ver que las normas que rigen para una administración de cursos flexible y centrada en los alumnos fuesen en el futuro igual de detalladas. Necesitamos vuestro consejo y vuestra colaboración a fin de que, en adelante, los principales instrumentos europeos para el fomento de medidas de aprendizaje permanente se adapten mejor a las necesidades individuales de los educandos de lo que ha sido el caso hasta la fecha.
También en los talleres del presente congreso vosotros presentáis métodos que le hacen justicia al ser humano en su totalidad, que posibilitan «el aprendizaje con sentido y con todos nuestros sentidos», como lo llaman en uno de los temas prioritarios del programa. Las personas han de estar conformes con el proceso de aprendizaje, han de percibirlo como tal y no sólo aprender algunos detalles o memorizarlos. Tienen que poder ubicar lo aprendido en un contexto mayor, deben «volver a crear todo su universo durante el proceso de aprendizaje», como se reiteraba siempre con ocasión de las grandes campañas de alfabetización.
La educación permanente de responsabilidad pública está especialmente llamada a aplicar altos estándares a la participación de los educandos en la sociedad del conocimiento.
En el contexto de nuestra iniciativa del aprendizaje electrónico hemos analizado la amenaza de la brecha existente en el aprendizaje y la formación continua digitales. Como se puede apreciar en el programa que vosotros habéis preparado y como lo demuestra también la participación de algunas universidades populares en las iniciativas Minerva y Grundtvig de nuestro programa educativo Sócrates, que también son presentadas en este congreso, muchas universidades populares han desarrollado de forma ejemplar las modalidades del aprendizaje basado en la técnica, ya sea de grupos de estudiantes, de grupos virtuales o para el estudio a distancia.
Precisamente las universidades populares, como establecimientos que trabajan con sectores de la población marginados o postergados, serán las primeras en necesitar en forma exclusiva o integrada, y no sólo compartida, centros de técnicas de la información y comunicación con personal idóneo y diferenciado para el aprendizaje en grupos y para la autoinstrucción técnica y pedagógicamente acompañada.
En Europa aún hay una gran necesidad de inversiones públicas en el aprendizaje permanente en esta área, necesidad que muchas veces parece exceder las posibilidades financieras de las comunas y regiones. Al respecto, se precisan esfuerzos concatenados y conjuntos en ciudades y regiones del aprendizaje, esfuerzos que incorporen al sector económico, a las instituciones culturales y a las organizaciones no gubernamentales. Especial atención deberá prestarse a la contribución que las nuevas tecnologías pueden hacer al aprendizaje de determinados grupos -como por ejemplo personas con enfermedades de larga duración- que no pueden participar en el sistema educativo clásico. En toda Europa los establecimientos ya existentes y excelentemente equipados del aprendizaje basado en la técnica tendrán que abrir sus puertas a determinados sectores de la población y deberán cuestionar -en beneficio público- su delimitación legal. Pero las personas menos favorecidas no deben depender siempre de posibilidades de aprendizaje de segunda mano. Por ello, la dirección general Cultura y Educación también promueve en el marco del Programa Sócrates-Grundtvig, en forma especial y ejemplar, el acceso a las técnicas de la información y comunicación de personas con determinados impedimentos, como por ejemplo ciegos, sordomudos o enfermos crónicos, así como de reclusos, de mujeres en regiones rurales, de refugiados e inmigrantes, por sólo citar algunos ejemplos. Las autoridades responsables de los establecimientos de formación continua en ciudades y regiones postergadas han hecho muy buen uso de los recursos del Fondo Social Europeo y del Fondo Regional Europeo para mejorar la infraestructura local y regional correspondiente.
Como último en orden, pero no en importancia, deseo abordar el aspecto del financiamiento del aprendizaje permanente ante el trasfondo del debate sobre el Memorando.
La nueva jerga económica que habla de «recursos humanos» y «capital humano» cuando se refiere a personas, fue frecuentemente criticada en las observaciones y sugerencias que mereció el Memorando. Sin embargo, la intención de la Comisión era abrir una brecha en la terminología tradicional de la economía y del cálculo de costos y de rendimiento, la que también se ha generalizado en los establecimientos educativos de responsabilidad pública.
El cambio fundamental en el contexto del debate lo constituye el hecho -sobre el cual hubo amplio consenso- de que en adelante el financiamiento del aprendizaje permanente no debe ser visto por las empresas, las ciudades y municipalidades, las regiones y las naciones europeas como un «costo» abrumador, sino como una inversión orientada al futuro en las competencias de los ciudadanos.
Al respecto, en todos los niveles se está produciendo un cambio radical de perspectiva. Europa, como espacio del conocimiento, sólo podrá desarrollarse dinámica y competentemente si le asigna a la inversión en el aprendizaje permanente de las personas la misma importancia que a la inversión en maquinaria, en la construcción o en la infraestructura laboral. En consecuencia, los sectores público y económico europeos deben modificar en igual medida sus métodos de contabilidad y de planificación financiera a fin de responder a los requerimientos del aprendizaje permanente para todos. Las inversiones permanentes en los cerebros se contarán en el futuro entre las más rentables de Europa.
El aprendizaje permanente en todas las áreas precisará una dimensión europea e internacional más marcada. Mediante nuestro programa Sócrates I pudimos dar un primer y duradero impulso al fomento de la educación de adultos. Esto se lo debemos en gran medida también a los esfuerzos de nuestros colegas alemanes, entre los que quiero nombrar especialmente a las señoras Süssmuth y Pack. Me complace ver que alrededor de 25 de estos proyectos de educación de adultos -que hemos fomentado hasta 1999 con recursos del programa Sócrates I y que han sido especialmente exitosos- participen en la exposición de este Congreso Alemán de Universidades Populares, y que otros proyectos Grundtvig, aún en marcha, estén igualmente presentes y que compartan sus ideas y perspectivas con personas interesadas. Por ello, deseo dirigir un cordial saludo a los/las coordinadores/as aquí presentes, que han acudido expresamente de toda Europea, y agradecer muy especialmente a la Asociación Europea de Educación de Adultos la excelente presentación.
La segunda etapa de fomento lleva el nombre de un danés que influyó considerablemente en la educación de adultos alemana, a saber, el educador de adultos Grundtvig. Como algunos de vosotros ya sabéis, este programa os ofrece no sólo la oportunidad de recibir recursos para llevar a la práctica nuevas ideas e iniciativas, sino también de darles un carácter duradero y sostenible por medio de un desarrollo, una aceptación y a veces también un reconocimiento formal de ellas en otros países europeos interesados.
Sin embargo, en comparación con otros países europeos me agradaría poder contar con una participación aun mayor por parte de las universidades populares alemanas, habida cuenta de sus múltiples competencias. También la oportunidad de tomar -mediante cooperaciones de aprendizaje en el campo de la educación de adultos, como primer paso,- un rumbo europeo dentro del contexto de Grundtvig 2, es perfectamente susceptible de ser aprovechada más intensamente, si consideramos el gran número de universidades populares alemanas en todas las regiones. Por último, deseo instaros a permitir también en el futuro que colegas de otros países europeos se beneficien, a través de medidas de perfeccionamiento, de las múltiples competencias de las universidades populares en materia de aprendizaje permanente. Vuestro programa «aprender en la cooperación internacional» refleja la notable profundidad y vastedad de estas actividades.
A la vez, deberíais estimular y permitir la participación de vuestros colaboradores en medidas de perfeccionamiento que realicen otros países europeos. Lo que hace algunos años aún parecía exótico, en el futuro habrá de fortalecer la eficiencia europea y global de los establecimientos de educación de adultos de Europa. Es por lo anterior que la dirección general Educación y Cultura ha creado, dentro del marco de Grundtvig 3, becas especiales para personas que se desempeñan en la educación de adultos. En el próximo año incrementaremos los recursos para financiar esta importante forma de movilidad en la educación de adultos europea y esperamos que vosotros, como organizaciones de aprendizaje, como os autodenomináis en el programa, apoyaréis a vuestro personal y a vuestros encargados de cursos para que se encaminen hacia Europa.
Este tipo de licencias de estudio con goce de sueldo y vacaciones sabáticas para expertos en educación no sólo son beneficiosas para impulsar nuevas reflexiones y proporcionar incentivos intelectuales, sino que también codeterminarán en gran medida la calidad del trabajo futuro de las universidades populares.
Si en este aspecto dáis un buen ejemplo, estaréis apoyando a la vez las nuevas iniciativas de empleadores y sindicatos que también apuntan a transformar empresas europeas en organizaciones de aprendizaje y a hacer más comunes las licencias de estudio con goce de sueldo así como las vacaciones sabáticas o la rotación de empleo acompañada de un perfeccionamiento, que le ofrece a desempleados la oportunidad de realizar reemplazos y de adaptarse a la vida laboral. El tiempo promedio que un empleado europeo dedica actualmente a la formación y al perfeccionamiento ya alcanza las 38,5 horas.
A la vez, deseo invitaros a que visitéis nuestras redes de educación de adultos que comprende Grundtvig 4 e instaros a que os beneficiéis de sus numerosos productos. De los temas que de momento fomentamos, deseo destacar la red de escuelas de la segunda oportunidad, la red de las ciudades y regiones de la enseñanza y la red de investigación en materia de educación de adultos. En la medida en que vosotros identifiquéis una necesidad, que corresponda a una de vuestras competencias especiales, también podéis considerar la creación de una red determinada, para lo cual podéis contar con nuestro apoyo.
Podéis recabar información adicional no sólo de nuestros coordinadores de proyectos, presentes en este congreso, sino también en el stand común de nuestra agencia nacional Grundtvig y de la Sociedad Carl-Duisberg, que también podrá informaros sobre las becas para personas que se desempeñan en la educación de adultos y a las cuales ya me he referido anteriormente. De nuestro equipo Grundtvig han acudido también otros dos colaboradores, Alan Smith y Monika Oels, que participan en los foros y talleres y que igualmente se encuentran a vuestra disposición.
Durante la CONFINTEA, o bien la V Conferencia Internacional de Educación de Adultos, celebrada por la UNESCO hace cuatro años también aquí en Hamburgo, continuamente se habló de la alegría del aprender, de las fiestas del aprendizaje, de los festivales del aprendizaje. Los últimos, es decir, los festivales, se han expandido a lo largo y ancho del mundo. Os deseo que vosotros mismos encontréis dicha alegría aquí, en las conferencias, en los encuentros internacionales y en los debates. El futuro del aprendizaje permanente en Europa precisa vuestra competencia local, vuestras iniciativas educativas y vuestro horizonte internacional.