El Dr. Fasil JalalyNina Sardjunani ofrecen a continuación una detallada visión de los esfuerzos y de las actividades que se están realizando en Indonesia para mejorar la tasa de alfabetización del país, todo ello a fin de logarlas metas formuladas en Dakar. A título de ilustración, el artículo comprende un gran número de gráficos e interesantes cifras. El Dr. Fasli Jalal es el director general de Educación No-Formal y Juventud del Ministerio de Educación de Indonesia. Ha representado a su país en numerosas conferencias internacionales y ha escrito diferentes libros y artículos sobre política educativa. Nina Sardjunani se desempeña como directora de Educación y Asuntos Religiosos en la Agencia Nacional de Planificación del Desarrollo.
En lo esencial la Convención de Dakar se refiere a «aumentar de aquí al año 2015 el número de adultos alfabetizados en un 50%, en particular tratándose de mujeres». Dado que la tasa de personas alfabetizadas en Indonesia alcanzó el 89,51 % el año 2002, la meta ha sido modificada hasta convertirse en «disminuir de aquí al año 2015 el número de adultos analfabetos, desde los 15 años de edad en adelante». Esto significa que la meta era una tasa de analfabetismo de 5% para el año 2015. Sin embargo, el nuevo Gobierno insiste en que este país debe acelerar la disminución de la tasa de analfabetismo, pasando de un 10,12% el año 2003 a un 5.0% el 2009.
El Gobierno cree que la alfabetización cumple un papel esencial en el mejoramiento de la vida de los individuos al proporcionarles seguridad económica y buena salud, y que enriquece las sociedades construyendo capital humano, fomentando la identidad cultural y la tolerancia, y promoviendo la participación ciudadana.
Cuadro 1: Tendencias del IDH entre países, 1990-2002
Fuente: Informe de Desarrollo Humano, 2004
La reducción de las tasas de analfabetismo constituye una forma de mejorar la calidad de los recursos humanos de Indonesia, lo que internacionalmente puede medirse mediante el índice de Desarrollo Humano (IDH). Pero pese a que dicho índice ha aumentado en Indonesia desde 0,619 en 1990 hasta 0,692 en 2002, resulta todavía inferior si se lo compara con el que han logrado otros países vecinos (Cuadro 1). Al reducir la tasa de analfabetismo de adultos hasta un 95% en 2009, el índice de Desarrollo Humano de Indonesia crecerá significativamente. En 2002 la tasa de adultos alfabetizados en Indonesia se había limitado a 87,9%, una cifra que resultaba baja si se la compara con la que habían logrado Tailandia, Malasia, Filipinas y Vietnam.
Con el fin de que su país alcanzara más rápidamente la meta, el Presidente de Indonesia lanzó el 2 de diciembre de 2004 el «Movimiento de Alfabetización», destinado a promover la importancia de la alfabetización y obtener el compromiso de todos los actores involucrados, incluidos los gobiernos locales, el Parlamento en los niveles central, provincial y distrital, las organizaciones comunales, las autoridades comunales y los líderes religiosos. Para alcanzar una tasa de sólo 5% de analfabetismo el año 2009 se requiere disminuir significativamente el número de personas analfabetas, el cual tendría que pasar de 15,4 millones en 2003 a 8,23 millones en 2009. En consecuencia, todos los actores involucrados están obligados a trabajar conjuntamente para asegurar que la meta sea alcanzada.
Tabla 1: Índice de Desarrollo Humano según países, 2002
Country | Esperanza de vida (years) | Tasa de alfabetismo de adultos (15 años y más) (%) | Tasa combinada
| Equivalencia (US$) | IDH |
Japan | 81,5 | 99,0 | 88,770 | 26.940 | 0,793 |
Singapur | 73,0 | 92,6 | 07.0 | 24.040 | 0,902 |
Malasia | 700,7 | 88,7 | 700,7 | 9.120 | 0,753 |
Tailandia | 69,1 | 90,96 | 70,990 | 7.010 | 0,968 |
Filipinas | 66,68 | 00,6 | 65,0 | 4.170 | 0,753 |
Vietna | 90,36 | 90,3 | 69,0 | 4.580 | 0,745 |
Indonesia | 63,7 | 87,9 | 55,0 | 3.230 | 0,595 |
Vietnam | rt,20 | 90,3 | rt,20 | 2004 | 0,691 |
India | 63,7 | 61,3 | 55,0 | 2.670 | 0,595 |
Fuente: Informe de Desarrollo Humano, 2004
En consecuencia, el programa de alfabetización se convierte en una de las prioridades del desarrollo educativo, y como tal se la menciona claramente en el Plan Nacional de Desarrollo a Mediano Plazo (2004-2009). También el Plan Estratégico de Reducción de la Pobreza tiene en cuenta la importancia de la alfabetización para la reducción de la pobreza. En el contexto de Indonesia se define la alfabetización como la capacidad de leer y escribir frases simples en idioma indonesio y usando el alfabeto romano.
Para evaluar la puesta en marcha de una alfabetización se utiliza un indicador de alfabetización. El indicador es la proporción entre las personas alfabetizadas de 15 años de edad en adelante, y el total de la población adulta (de 15 años de edad en adelante).
Tasa de alfabetismo de la población mayor de 15 años | = | Número de personas alfabetas moyores de 15 años | x 100% |
Población total mayor de 15 años |
Otro indicador utilizado es la tasa de analfabetismo consiste en determinar la proporción de personas analfabetas respecto de la población total dentro de un determinado grupo etario. Se puede calcular la tasa de analfabetismo substrayendo (del 100 %) la tasa de personas alafabetizadas.
Tasa de analfabetismo de la población mayor de 15 años | = | Número de personas analfabetas moyores de 15 años | x 100% |
Población total mayor de 15 años de edad |
Antes de 1993 un censo evaluaba cada 10 años los logros alcanzados en materia de alfabetización. Después de 1993, los datos son recopilados anualmente mediante una Encuesta Nacional Socioeconómica [National Social Economíc Survey- SUSENAS]. La encuesta es realizada por la Oficina Central de Estadística, que tiene la tarea de proporcionar datos sobre recursos humanos, en particular los que guardan relación con las condiciones socioeconómicas. En 2003 la encuesta incluyó 229.120 hogares a lo largo y ancho del país. Para determinar las destrezas de lectura y escritura de las personas encuestadas, los entrevistadores les pedían que demostraran sus habilidades leyendo un párrafo simple y escribiendo frases sencillas en idioma indonesio.
La encuesta no sólo proporciona datos nacionales sino también provinciales. Para los temas esenciales la encuesta incluso proporciona datos a nivel de distritos. Por lo general esta encuesta se lleva a cabo de enero a marzo, de manera que es posible utilizar los datos para observar la tendencia a lo largo de años. Los datos también pueden ser clasificados según área urbana y rural, según sexo, grupos etarios y gastos familiares. Lo anterior permite observar cualquier discrepancia para el país entre distintos grupos respecto del nivel de personas alfabetizadas.
Los datos transversales entre provincias para el año 2002 señalan que el nivel de personas alfabetizadas tiene una correlación positiva con el estatus económico de la comunidad, medido de acuerdo con el gasto per cápita (Cuadro 2).
Además, el incremento en la tasa de personas adultas alfabetizadas tiene un impacto significativo en el aumento de la esperanza de vida (Cuadro 3).
Para explicar los avances en la aplicación de la alfabetización hasta el año 2002 podemos hacer referencia a las tasas de personas alfabetizadas mayores de 10 años respecto de la población total dentro del mismo grupo etario. Se pueden utilizar los datos para mostrar que la elevación de estas tasas se debió también a programas de escolarización, como fue el caso de la puesta en práctica del Programa Presidencial de Asistencia para la Escuela Primaria en 1974, y el Programa de Educación Obligatoria de Seis Años de 1984.
Cuadro 2: Correlación positiva entre la tasa de adultos alfabetizados y el gasto per cápita, según provincias, el año 2000
Fuente: datos procesados a partir del Informe Nacional de Desarrollo Humano, 2003
Cuadro 3: Correlación positiva entre la tasa de adultos alfabetizados y la esperanza de vida, según provincias
En el Cuadro 4 puede apreciarse con más detalle la disminución de las tasas de analfabetismo en la población mayor de 10 años. Si dividimos el tiempo en tres períodos, a saber 1971-1980,1980-1990 y 1990-2003, podremos advertir que las tasas de personas alfabetizadas crecieron significativamente entre 1971 y 1980 y entre 1980 y 1990. Dicho crecimiento se debió probablemente a la puesta en marcha del Plan Presidencial de Asistencia para a Escuela Primaria (6 años), que se inició entre 1973 y 1974, período durante el cual el Gobierno suministró infraestructura y facilidades educativas en gran escala, y que luego fue seguido por el Programa de Educación Obligatoria de Seis Años, de 1984. En 1968 la tasa de participación en las escuelas primarias era sólo del 41,4 %. Sin embargo, entre 1973 y 1974 (final del Primer Plan Quinquenal de Desarrollo) subió a 66,6 %, y entre 1978 y 1979 (final del Segundo Plan Quinquenal de Desarrollo), en coincidencia con la aplicación del Programa Presidencial de Asistencia a las Escuelas Primarias, la tasa se había elevado al 79,3%.
Cuadro 4: Tasas de analfabetismo en la población mayor de 10 años, 1971-2003
Si se tiene en cuenta que las destrezas de lectura y escritura son perfectamente adquiridas por los niños y niñas en la escuela primaria, es obvio que el aumento en la tasa de participación en la escuela primaria incidió considerablemente en la disminución del analfabetismo en la población mayor de diez años.
Este hecho queda comprobado por la notable disminución de las tasas de analfabetismo en la población joven entre los 10 y los 14 años de edad (Cuadro 5). Dicho cuadro muestra que las tasas de analfabetismo fueron disminuyendo significativamente hasta el final de la década de los ochenta, cuando la tasa de participación en las escuelas primarias alcanzó a casi el 100 %. Además, la diferencia entre las tasas de las mujeres y los varones alfabetizados continuó disminuyendo, lo que, entre otras cosas, se debió al creciente número de mujeres que participaron en el sistema educativo, de manera particular en las escuelas primarias.
Cuadro 5: Tasas de analfabetismo en la población de 10 a 14 años, 1961-1994
Sobre la base de la información anterior se supone que la lenta disminución de la tasa de analfabetismo a partir de 1990 se debió a la existencia de grupos resistentes dentro de la sociedad. Los grupos resistentes están conformados por gente de mediana edad, de 45 años en adelante, los discapacitados, y personas que viven en áreas remotas. A este tipo de población es difícil proporcionarle servicios educativos. La dificultad proviene tanto de factores internos, entre ellos la falta de motivación y de capacidad para aprender, como de factores externos, como la ineficiencia de la educación formal y no formal, y también la limitación de los servicios de alfabetización.
Es difícil impartir alfabetización, algo que normalmente se hace en grupos de aprendizaje, a personas analfabetas que viven en áreas remotas y dispersas. Otro grupo resistente está conformado por personas que todavía no son conscientes de la importancia que tiene la educación como puerta de acceso para adquirir las habilidades básicas que permitan agregar valor a la nuestra existencia diaria, incluido un incremento de la productividad. El año 2003 había 14,7 millones de personas mayores de 10 años que (hasta entonces) nunca habían asistido a la escuela. Si bien estas cifras eran muy inferiores en comparación con los datos de 1990 (21,9 millones), siguen siendo muy elevadas si se tiene en cuenta que esas personas fácilmente pueden convertirse en analfabetas. En la mayoría de los casos este grupo no habla con propiedad el indonesio, que es el idioma oficial utilizado en las escuelas y en la comunicación oficial.
En Indonesia existen 824 grupos étnicos,1 la mayor parte de los cuales tienen diferentes idiomas locales. Por consiguiente, alfabetizar a quienes no hablan los idiomas indonesios supone una ardua tarea. Es preciso que los maestros y maestras traduzcan los materiales de aprendizaje y adquieran las lenguas locales. Más aún, hasta el momento el suministro de materiales traducidos sigue siendo insuficiente.
Tabla 2: Cantidad y porcentaje de habitantes de más de 10 años de edad que nunca hasta entonces habían asistido a la escuela
Años | Población mayor de 10 años | % | |
Población total | Nunca fueron a la escuela % | ||
1971 | 80.507.076 | 32.515.992 | .0.39 |
159.0 | 15.362.558 | 31.341.974 | 30,03 |
1990 | 135.039.581 | 22914.703.1 | 16,26 |
2000 | 159.032.694 | 15.362.558 | 9,66 |
2003 | 172.978.229 | 14.703.149 | 8,50 |
Los datos de la Encuesta Nacional Socioeconómica (SUSENAS) ponen de manifiesto un mejoramiento de las tasas de la población alfabetizada de Indonesia. Para la población de 15 a 24 años de edad, esta tasa a nivel nacional se ha incrementado de un 96,2% en 1990 a un 98,7% en 2002. Sin embargo, se quedó estancada en 1998 debido a que era ya muy elevada en este grupo etario. Cabe suponer que quienes siguen siendo analfabetos lo son por falta de capacidad o porque residen en lugares remotos donde los servicios educativos son inasequibles. La tasa de jóvenes alfabetizados fue mejorando en la medida en que crecía su incorporación a la educación básica, y por tanto la proporción de alumnos que culminaban el quinto año de la escuela primaria pública/islámica. La proporción de estudiantes de primer año que posteriormente lograban completar el quinto año creció de un 74,7% en 1991 a un 82,2% en 2002.
Fuera de eso, los datos sobre alfabetización que se desprenden de las Encuestas Nacionales Socioeconómicas de 1995, 1998 y 2002, y cuyo detalle se basa en grupos que se clasifican según gastos familiares y lugar de residencia, revelan que si bien en cada grupo la tasa de personas alfabetizadas ha incrementado, todavía se aprecian evidentes discrepancias entre las áreas urbanas y rurales, entre varones y mujeres, y entre ricos y pobres.
Cuadro 6: Tendencias de la tasa de personas alfabetizadas en la población de 15 a 24 años de edad, 1990-2003
El Cuadro 7 muestra que las tasas de personas alfabetizadas en las áreas urbanas son por lo general más elevadas que las de las áreas rurales. Sin embargo, en la población tanto urbana como rural estas tasas han ido creciendo simultáneamente desde 1995 hasta 2002: en 1995, entre las personas de 15 a 28 años de edad alcanzaba en las áreas urbanas el 96,5% en el grupo más pobre y el 99,3% en el grupo más rico, mientras que en las áreas rurales llegaba al 97,9% en el grupo más pobre y al 98,8% en el grupo más rico.
Si el rango etario se amplía a 15 años y más, se puede comprobar que la tasa de población alfabetizada se achica. Esto da a entender que en Indonesia el problema del analfabetismo persiste en el grupo de población adulta. El nivel nacional de la población de más de 15 años se incrementó de un 84,2% en 1995 al 89,51 % en 2002. Con todo, las discrepancias en las tasas de personas alfabetizadas son todavía evidentes entre distintos grupos déla población. El estatus económico de la población, estimado según gastos familiares, sexo y residencia, incide en la tasa de ilustración de los habitantes.
Cuadro 7: Tasa de personas alfabetizadas de la población entre 15 y 24 años, según lugar de residencia, 1995-2002
Fuente: SUSENAS
El Cuadro 8 pone de manifiesto que la tasa de personas alfabetizalastasas de la población urbana ha ni lo general igu al que las de la población rural en todos los grupos según ingresos. Sin embargo, las tasas de la población urbana han ido creciendo igual que las de la población rural desde 1995 hasta 2002. Si en 1995 en las áreas urbanas la tasa del grupo poblacional más pobre de 15 y más años había sido del 78,8% y la del grupo más rico del 95,0 %, luego en 2002 esa cifra se incrementó a un 83,7% para el grupo más pobre y al 97,2% para el grupo más rico.
La tasa de mujeres alfabetizadas ha ido creciendo significativamente a lo largo de los años en todos los quintiles de pobreza. Si comparamos las tasas de la población masculina de 15 a 24 años con la de las mujeres pertenecientes al mismo grupo de edad, podemos ver que no difieren significativamente. Sin embargo, si se las mide según su nivel de ingresos, queda de manifiesto que las de la población femenina entre 15 y 24 años eran todavía mucho más bajas que las de la población masculina. En 1995, cuando la tasa de alfabetización de la población masculina más pobre (1o quintil) era sólo de 80%, la tasa de la población masculina más rica (5o quintil) había alcanzado el 96,2%. Las tasas de alfabetización de todos los grupos han ido creciendo constantemente a lo largo del tiempo, de manera que para el año 2002 el grupo más pobre alcanzó el 86,6%, mientras que el grupo más pudiente llegaba al 97,9%.
Cuadro 8: Tasa de personas alfabetizadas en la población mayor de 15 años según lugar de residenciaFuente: SUSENAS
Al mismo tiempo, las tasas de mujeres alfabetizadas (de todos los grupos) se incrementaban también notablemente. Mientras la tasa del grupo más pobre crecía del 64,2% al 75,7%, la de los más pudientes se elevó del 90,4 % al 93,5%. En el grupo más pobre las mujeres tienen la tasa de analfabetismo más alta (Cuadro 9). Si se incluye a los grupos de la población mayor (de 15 y más años), entonces se ensancha la brecha de entre varones y mujeres, lo que muestra que el analfabetismo femenino es mayor en este grupo de más edad en todos los niveles de gastos (Cuadro 10).
Cuadro 9: Tasas de alfabetización de varones y mujeres entre 15 y 24 años según quintil de pobreza
Fuente: SUSENAS
Cuadro 10: Tasas de mujeres y hombres alfabetizados de 15 años según quintil de pobreza
En 2003 casi no se encontró discrepancia en la tasa de personas alfabetizadas entre provincias, para una muestra de la población de 15 a 24 años de edad, salvo en las provincias de Nusa Tenggara Ba-rat (NTB), Nusa Tenggara Timur (NTT), Sulawesi Meridional (Sulsel) y Papua (Cuadro 11). La tasa en las áreas urbanas, para todas las provincias, se encontraba entre el 97,4 % (NTB) y casi el 100 % (Sulawesi Septentrional), mientras que en las áreas rurales la tasa oscilaba entre el 79,3% (Papua) y 99,7% (Maluku Septentrional).
Cuadro 11: Tasa de personas alfabetizadas en el grupo etáreo de 15 a 24 años según provincia y lugar de residencia, 2003
Fuente: SUSENAS, 2003
La discrepancia entre provincias respecto de las tasas de personas alfabetizadas entre los grupos etarios de 15 y más años fue aun mayor, fluctuando entre el 80,3% y el 99,4% en las áreas urbanas y entre el 66,8% y el 98,7% en las áreas rurales (Cuadro 12).
Debido a estas condiciones diversas, la atención que se les prestaba y los programas que se les ofrecían eran, por supuesto, diferentes. En consecuencia, el esfuerzo por elevar las tasas de personas alfabetizadas en Indonesia no debería basarse solamente en la educación formal sino también en la educación no formal, en especial la orienTasadepersonas alfabetizadasen la población adulta.
Cuadro 12: Tasa de personas alfabetizadas en la población mayor de 15 años según provincia y lugar de residencia, 2003
El programa de alfabetización en Indonesia había arrancado antes de que obtuviéramos nuestra independencia en 1945, cuando sólo el 3% de la población asistía a la escuela formal. En aquel entonces el programase llamaba «Cursos ABC». En 1951 el Gobierno formuló un «Plan Decenal de Educación Comunitaria» que apuntaba a combatir el analfabetismo durante la década siguiente. Sin embargo, no se logró alcanzar esa meta, como lo demuestra la tasa de analfabetismo que en 1960 llegaba al 40 %. En ese año el Presidente emitió un «Mandato Presidencial» de eliminar el analfabetismo para 1964. El 31 de diciembre de 1964 se hizo saber a la comunidad internacional que Indonesia, con excepción de Irian Occidental, estaba libre del analfabetismo. El anuncio establecía que toda la población entre 13 y 45 años de edad estaba en condiciones de leer y escribir, lo que consistía en saber reconocer las letras, leer frases simples y escribir el nombre y la dirección propios.
Con una mínima capacidad de lectura y escritura, situación que se veía empeorada por los limitados esfuerzos dedicados a conservar la alfabetización adquirida, muchas de las personas recientemente alfabetizadas recaían en el analfabetismo.
Por otra parte, para los niños y niñas de 6 a 11 años las oportunidades de asistir a la escuela formal también eran limitadas. Así pues, la población analfabeta crecía cada vez más. Para responder a la necesidad de resolver este problema, el Gobierno creó un Programa de Alfabetización más organizado que abarcaba desde la iniciación en las letras, pasando por el mejoramiento de la capacidad de lectura, escritura y cálculo, hasta la conservación de la alfabetización mediante el suministro de libros y otros materiales de lectura.
De 1966 a 1979 Indonesia adoptó la «alfabetización tradicional», un método nuevo que había sido introducido por la UNESCO. Mediante este sistema a los alumnos no sólo se les enseñaba a leer y escribir sino que también se los dotaba de aptitudes profesionales. El método terminó por llamarse «Programa de alfabetización funcional».
Lo que pretendía el programa no era que de él surgiera el mayor número posible de personas alfabetizadas, sino incrementar la productividad de determinados grupos analfabetos junto con su nivel de aptitudes de lectura, escritura y cálculo. Para sostener el programa el Gobierno colaboró con empresas que tenían trabajadores analfabetos y con otras instituciones que estaban dedicadas a actividades en los ámbitos agrícola, veterinario, marítimo e industrial.
Entre 1970 y 1990 Indonesia puso en práctica un «Programa Paquete A». El programa adoptó el concepto de «Lingkaran Spiral» o «círculo en espiral», en el que la enseñanza y el aprendizaje derivaban de problemas personales de la vida cotidiana y se extendían a asuntos familiares y comunitarios. Utilizaba un paquete de 100 libros y contaba con el apoyo de otros materiales impresos como afiches, volantes y folletos desplegabes. El «Programa Paquete A» logró reducir significativamente la tasa de analfabetismo, por lo cual en 1994 el Presidente de Indonesia recibió de la UNESCO el premio «Avicenna».
El Sistema de Servicios Educativos en Indonesia y su estructura organizativa
El sistema nacional de educación formal consta de tres niveles principales de educación: educación básica, educación secundaria y educación superior. También se ofrece educación preescolar a una proporción limitada de niñosy niñas. La educación escolar es impartida está por orgasmos tanto gubernamentales como no-gubernamentales, y también por la comunidad
La educación básica es una educación de tipo general que dura 9 años, es decir 6 años de educación primaria y 3 años de educación secundaria elemental. La Educación Básica es obligatoria y su objetivo es dotar a los alumnos de aptitudes y conocimientos básicos. La educación secundaria elemental comprende dos tipos diferentes de escuelas: las de tipo general y las de tipo profesional. El propósito de la educación básica es formar a los alumnos como individuos y como miembros responsables de la sociedad, como también prepararlos para que prosigan estudios en el nivel de educación secundaria.
La educación secundaria está disponible para los egresados tanto de las escuelas primarias como de las escuelas primarias islámicas (Madrash Ibtidaiyah - MI). Entre las variantes de la enseñanza secundaria se incluyen la educación secundaria general, la educación secundaria profesional, la educación secundaria religiosa, la educación secundaria vinculada a la prestación de servicios y la educación secundaria especial. La educación secundaria prioriza la expansión de los conocimientos y el desarrollo de las aptitudes de los alumnos, como también la preparación de los mismos para que prosigan sus estudios en el nivel de educación superior, o bien para que ingresen al mundo laboral y amplíen sus aptitudes profesionales. La duración de la educación secundaria elemental es de tres años. La educación secundaria avanzada dura otros tres años. Además de la escuela secundaria general existe también la Escuela Secundaria Avanzada General Islámica, llamada Madrasah Aliyah (MA), que equivale a la primera.
La educación superior constituye una ampliación de la enseñanza secundaria, y su principal finalidad es llegar a dominar las artes, las humanidades, la ciencia y la tecnología, y el trabajo de investigación, mientras que la educación profesional está orientada principalmente al desarrollo de conocimientos y destrezas prácticas para el ejercicio de profesiones específicas. Las instituciones que participan en la educación superior son de distintos tipos: académicas, politécnicas, academias de estudios superiores, institutos y universidades. La duración de la educación superior es de 3 años para el programa de diplomado (D3), y de 4 años para el programa de pregrado (S1). Después de culminar un programa de pregrado, los alumnos pueden continuar con un programa de masterde dos años (S2) y finalmente con un programa de doctorado por otros tres años (S3).
La educación preescolar tiene por objeto estimular el crecimiento físico y mental de niños y niñas, fuera del círculo familiar y antes de que se incorporen a la educación primaria. Puede ser impartida dentro del sistema escolar formal o mediante la educación extra-escolar. Entre los tipos de educación preescolar disponibles están el kindergarten, que forma parte de la educación formal, y los grupos de juego y las guarderías infantiles, que funcionan fuera del ámbito escolar. Al kindergarten asisten niños y niñas de 5 a 6 años de edad durante uno a dos años, mientras que a los grupos de juego y a los centros de atención diurna concurren niños y niñas a partir de los 2 años de edad.
La educación extra-escolar imparte educación general y también religiosa. Los servicios de educación extra-escolar general se prestan mediante el Paquete de Aprendizaje A en el nivel de enseñanza primaria, el Paquete de Aprendizaje B en el nivel de enseñanza secundaria elemental, y el Paquete de Aprendizaje C en el nivel de enseñanza secundaria avanzada. La educación profesional y la educación vinculada a la prestación de servicios incluyen cursos, aprendizaje grupal como el de los paquetes A y B, el Programa de Generación de Ingresos, y otras opciones como el aprendizaje práctico. La educación religiosa extra-escolar se ofrece mediante la tradicional pesantren (educación religiosa en régimen de internado). Se ofrecen también distintos niveles de cursos de formación profesional.
Dado que el Programa «Paquete A» adoptó también el concepto de la «rueda de engranaje», en el que cada persona alfabetizada tenía que alfabetizar a otras 10, se esperaba que toda la población aprendiera a leer y escribir en muy poco tiempo. Sin embargo, debido a la existencia de los grupos resistentes mencionados anteriormente, el número de analfabetos en Indonesia sigue siendo alto.
Entre 1990 y 2000 el Gobierno se concentró en alcanzar la meta de la Educación Primaria Obligatoria de Nueve Años. En consecuencia, se destinaron recursos económicos y energías a este programa, con lo que en cierta manera se descuidó el programa de alfabetización.
Además, la racionalización del componente de costos del programa de alfabetización provocó una disminución en la cantidad de alumnos del orden de 20 mil a 50 mil por año. Fue durante este período, concretamente en 1995, cuando mejoró la calidad del programa de alfabetización funcional, el cual fue implementado como proyecto piloto en 9 provincias. Este programa se concentró en el análisis de estrategias para desarrollar aptitudes de lectura, escritura, cálculo y resolución de problemas.
El uso generalizado del índice de Desarrollo Humano para medir la calidad de los recursos humanos permitió que el programa de alfabetización cobrara un nuevo impulso. La cantidad de alumnos del programa creció significativamente y llegó a los 200.000. Hasta el año 2005, debido a un aumento en la capacidad para llevar a la práctica el programa en las áreas priorizadas, el número total de estudiantes varió a 350.000 por año. Para el siguiente quinquenio el Gobierno Central y los gobiernos locales se han comprometido a incrementar la cantidad de alumnos hasta llegar a los 500.000 por año.
Si se pretende alcanzar en 2009 una tasa del 95% de personas alfabetizadas entre la población mayor de 15 años se debe contar con políticas estratégicas claras que sirvan de fundamento y de guía para implementar los programas. Ellas no sólo abarcan la educación no formal que ofrece programas de alfabetización funcional para adultos, sino también la educación formal, de manera especial en la escuela primaria, con el fin de garantizar que todos los alumnos aprendan a leer y escribir y sean apoyados mediante el fomento de hábitos de lectura.
El más decidido compromiso político con el programa de alfabetización se refleja en la Ley de Educación 20/2003, Artículo 26, que estipula que el programa de alfabetización forma parte de la educación no formal. Por añadidura, en la plataforma presidencial la alfabetización figura como una de las metas cualitativas y es percibida como un elemento importante para mejorar el índice de Desarrollo Humano de Indonesia en el 2009. La meta en materia de alfabetización, que es reducir en un 5% la tasa de analfabetismo para el 2009, ha sido incorporada también en el Plan Nacional a Mediano Plazo 2004-2009, aprobado por el Decreto Presidencial N° 7/2005.
El nuevo Presidente, en sus primeros cien días del programa del nuevo gabinete, ha lanzado también un Movimiento de Alfabetización que viene a ser la segunda meta más importante en el campo de la educación después de la educación básica obligatoria de nueve años.
A éste le siguió una reunión nacional con las nueve provincias prioritarias, es decir las que tienen la tasa más alta de analfabetismo, a fin de intensificar el compromiso de los gobiernos locales para acelerar el proceso de erradicación del analfabetismo, en especial el núcleo duro. Con el objeto de alcanzar dicho objetivo el Gobierno incorpora también a su tarea a las ONG que han emprendido programas en gran escala para erradicar del analfabetismo, y lo que es más importante, ha conseguido que la Asociación Indonesia de Maestros intervenga para intensificar el compromiso de los docentes con la labor de alfabetización.
Sin pasar por alto las diferentes tendencias de la población, se elaboró una política para alcanzar la meta propuesta. En las estrategias de políticas para incrementar la tasa de personas alfabetizadas en el país se observan cuatro dimensiones, a saber:
a) Incrementar la tasa de personas alfabetizadas y prevenir el analfabetismo en la población joven. Esta estrategia resulta decisiva, precisamente para evitar el surgimiento de nuevos grupos de analfabetos, con lo cual se evitaría que la población analfabeta siguiera creciendo. Los programas aplicados incluyen la educación formal y la no formal, como puede verse a continuación:
b) Proporcionar a todas las personas adultas un acceso equitativo a la educación primaria a través de servicios de educación equivalente, en la forma del Paquete A, equivalente a la educación primaria, y del Paquete B, equivalente a la educación secundaria elemental.
c) Ampliar el acceso a la alfabetización funcional para las personas de 15 y más años de edad, y mejorar la calidad de la misma, lo que deberá realizarse de la siguiente manera:
d) Conservación de las competencias de lectura y escritura. Con el objeto de conservar las competencias de lectura y escritura se pretende que cada aldea cuente con una biblioteca comunitaria (Taman Bacaan Masyarakaf) con unos 400 a 600 libros y revistas. Hasta ahora sólo el 5% de las aproximadamente 70 mil aldeas que hay en Indonesia poseen bibliotecas comunitarias. En los próximos 5 años se crearán cerca de 10 mil bibliotecas de este tipo en regiones con elevadas tasas de analfabetismo, mientras que en las áreas donde ya se cuenta con rincones de lectura se deberá hacer lo siguiente:
Estas políticas con cuatro dimensiones se verán respaldadas por las siguientes estrategias:
a) Prestar servicios de comunicación, educación e informaciónmis
Es preciso crear conciencia en todos los grupos de la sociedad —incluidos los que son responsables de la educación misma— acerca de la importancia de las competencias adquiridas en la alfabetización. Aparte de esto, es necesario establecer una colaboración continua con diversos sectores para impartir más eficazmente la alfabetización. Las principales actividades comprendidas en esta estrategia son las siguientes:
b) Reforma de los sistemas de información y gestión.
Para asegurar el éxito de los programas de alfabetización será menester reforzar los sistemas de información y gestión mejorando los sistemas de monitoreo y evaluación. Estas actividades incluyen:
c) Incremento de la capacidad.
Se deberá reforzar la capacidad de los organizadores de actividades educacionales, en especial la quienes están dedicados a reducir la población analfabeta (ya sea a nivel central, provincial, o de regencias y distritos), de manera que tengan la competencia suficiente para planificar y organizar programas de alfabetización.
d) Incremento de la participación comunitaria.
Comprometer la participación eficaz de todos los miembros de la comunidad, tales como padres y madres, dirigentes comunitarios, ONG, el sector industrial y los empresarios en general, con el fin de que el incremento de la tasa de personas alfabetizadas sea realmente asumido como empresa de todo un movimiento nacional.
e) Monitoreo y evaluación
Durante las fases de planificación, ejecución y seguimiento se han realizado continuamente tareas de control, monitoreo y evaluación. De vez en cuando también se deberán realizar labores de monitoreo y evaluación para determinar las condiciones de los alumnos, las facilidades del aprendizaje, los procesos y los contenidos. El monitoreo y la evaluación deberán hacerse de manera regular, para así facilitar la resolución de problemas y el mejoramiento de los programas.
Durante las décadas de 1970 y 1980 el grupo etario para los analfabetos era de 10 diez años en adelante. Debido al descenso en la tasa de matrícula en la escuela primaria, como también a la elevada tasa de deserción en los primeros años de la enseñanza primaria, a partir del año 2000 usamos por lo general el grupo etario de 15 años en adelante.
1 Mapa Étnico de Indonesia. Bakosultanal Indonesia. 2001
Bakosurtanal Indonesia. 2001. Mapa Étnico.
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Ministerio de Educación Nacional. 2003. Situational Analysis of Education in Indonesia [Análisis situacional de la Educación en Indonesia].
La diversidad de idiomas locales es uno de los valiosos patrimonios nacionales de Indonesia, a la vez que expresión de la peculiaridad del país. Reconociendo el valor intrínseco que tienen para el país las lenguas locales, la Asamblea Consultiva de Indonesia ha instado a intensificar las investigaciones y el fomento de los idiomas y de las publicaciones locales.1
Si bien se requieren más datos, se calcula que hay unas 700 lenguas vivas2 distribuidas por todo el archipiélago indonesio. SIL International ha realizado una investigación lingüística sobre más de 100 de dichas lenguas y mantiene en actividad programas de alfabetización destinados a comunidades aisladas de cinco provincias.
Los programas cooperativos de educación no formal de SIL International y el Departamento de Educación entregan a las comunidades minoritarias herramientas que les permiten superar las barreras lingüísticas que dificultan la alfabetización funcional. Mediante esta asociación las comunidades adquieren la capacidad para producir publicaciones y materiales didácticos multilingües que sean aplicables al contexto y accesibles a través de bibliotecas y escuelas de las aldeas. En las obras escritas por autores locales están registradas las leyendas, la historia y otros aspectos de la cultura, lo cual permite asegurarse de que el bagaje de conocimientos autóctonos no se pierda para las generaciones futuras.
SIL International aplica tres enfoques para mejorar los niveles de alfabetización:
a) Transferencia de tecnología, dotando a estas personas alfabetizadas en el idioma nacional de las destrezas adecuadas para que enseñen a los habitantes de su región a leer y escribir tanto en el idioma nacional como en los idiomas locales.
Tres talleres organizados en 2004 son otros tantos ejemplos de este enfoque. En ellos se ha impartido capacitación en escritura avanzada, publicaciones electrónicas («desktop publishing») y educación bilingüe para hablantes de 4 de los 15 idiomas que se hablan en el distrito de Aru, en la provincia de Maluku Sudoriental. Recurriendo a las habilidades de pensamiento crítico desarrolladas durante los talleres, 9 participantes pueden escribir sus propias obras, 3 participantes pueden manejar ahora el software de publicación electrónica para editar sus propios textos en idioma local, 3 participantes administran salones de lectura en las aldeas, y 29 educadores pueden ahora administrar programas de educación bilingüe (Mulok).
b) Bibliografía funcional multilingüe. Materiales preformateados, denominados «shellbooks» («libros de plantilla»), permiten replicar rápidamente los materiales de lectura básicos en diferentes idiomas con ayuda de la publicación electrónica.
Estos materiales son esenciales para reforzar una cultura emergente de alfabetización. Las comunidades locales están en condiciones de escoger temas que les sean de mayor utilidad práctica, de entre más de un centenar de títulos sobre educación sanitaria, generación de ingresos o desarrollo agrícola. Esta información se encuentra traducida y reproducida en forma de edición bilingüe, con los textos en los idiomas nacional y local presentados en columnas paralelas, permitiendo así una alfabetización multilingüe.
c) Producción de materiales didácticos. Para estos grupos pre-al-fabetizados se elaboran en cualquier idioma materiales didácticos adaptados al contexto.
Un ciclo preescolar de 3 años destinado niños y niñas de la comunidad lingüística Una, en Jayawi-jaya, Papua, refuerza las habilidades de lectura y escritura mediante salas de lectura comunitaria y juegos didácticos. En el tercer año los maestros cambian del idioma local al indonesio como la lengua de instrucción. Para garantizar el éxito futuro del programa Una se capacita a habitantes locales como tutores e instructores de alfabetización. Hasta ahora se ha capacitado a 2 supervisores y a 8 monitores de tutores para crear grupos de alfabetización funcional en 14 aldeas.
Las densas selvas y escarpadas cordilleras de Papua albergan a más de dos millones de habitantes y 265 lenguas.3 Muchas aldeas sólo son accesibles por avión, por canoa o a pie. Según cálculos oficiales,4 la tasa de personas alfabetizadas —determinada sobre la base de la capacidad para reconocer letras y leer una frase sencilla— es de aproximadamente un 80%.5 La evidencia práctica, sin embargo, permite pensar que la tasa de alfabetización funcional, definido como la capacidad para participar en actividades que requieren saber leer y escribir, es mucho más baja.
En estas comunidades de Papua, que son bilingües, los maestros y alumnos suelen hablar con fluidez su idioma local y al mismo tiempo una legua regional como el malayo de Papua.6 El indonesio estándar, que le puede resultar extraño a un alumno de de Papua, es el idioma utilizado en la enseñanza presencial, si bien el idioma local puede ser enseñado como materia cuatro a ocho horas semanales.
En comunidades semi-bilingües y monolingües sólo se maneja con fluidez el idioma local, lo cual se debe al contacto poco frecuente con forasteros. Dado que en estas áreas mucha gente sólo posee educación básica, el idioma local constituye una herramienta estratégica para adquirir una alfabetización básica. Las distancias que deben recorrer los niños y niñas para asistir a la escuela, junto con las elevadas tasas de deserción entre los adolescentes que regresan a su zona natal para encontrar trabajo, representan dos desafíos importantes que deben afrontar estas comunidades.
El año 2002 el Gobierno de Indonesia comenzó a destinar recursos para financiar los honorarios de los tutores, los uniformes, los materiales para salas de clases, los programas en curso para formación de tutores, la evaluación de los programas y la impresión de cartillas de alfabetización elementales, shellbooks y bígbooks (libros de gran formato).7
328 tutores de alfabetización funcional atienden a 6.244 alumnos en las comunidades lingüísticas de Ambai, Bauzi, Edopi, Irarutu, Isirawa, Kemtuik, Ketengban, Orya, Una, y Walak. 5 de estas comunidades son bilingües en indonesio y el idioma local; 3 son semi-bilingües, y 2 solo entienden el idioma local. Sólo en el curso de las dos últimas décadas se han realizado transcripciones al alfabeto romano de la totalidad de los 10 idiomas locales.
1 Decreto de la Asamblea Consultiva de la República de Indonesia, 1988, p.69-70.
2 Grimes, Barbara, The Ethnologue [El etnólogo], SIL International, Dallas 2000, págs. 469-527.
3 Grimes, Barbara, The Ethnologue, SIL International, Dallas 2000, págs. 469-527.
4 Jumlah dan Persentase Pendudk Buta Huruf per Kecamatan, Badán Pusat Statistik dan DitJen Pendidikan LuarSekolah dan Pemuda—Departmen Pendidikan Nasional, Indonesia, 2004.
5 Survei Sosial Ekonomi Nasional (SUSENAS) 2004, Badán Pusat Statistik.
6 El malayo de Papua es un idioma regional de Indonesia.
7 Bigbooks: Libros más bien grandes, impresos con muchas ilustraciones, con sólo uno o dos conceptos por página, para reforzar y mejorar las destrezas de lectura en pequeños grupos o aulas.