Atinyo Matthew
Coordinador de Pamoja
Ghana
Educación de Adultos y Desarrollo: ¿Qué habilidades y competencias necesitamos para sobrevivir en el futuro?
Atinyo Matthew: En la actualidad existe una conciencia cada vez mayor de que los sistemas de educación formal no son capaces de responder por sí solos a las exigencias de la sociedad moderna. En consecuencia, se está recurriendo progresivamente a las prácticas de la educación no formal (ENF) para reforzar dichos sistemas. El objetivo es reducir al mínimo estricto los niveles de pobreza, hambre, enfermedad, marginación y exclusión que prevalecen en la sociedad. El hecho de impartir programas eficaces y pertinentes sobre habilidades de lectura y escritura, y sobre habilidades para la vida, constituye la principal vía para alcanzar esa meta.
En vista de la naturaleza permanentemente cambiante del entorno en que se imparten hoy en día los programas de educación no formal, necesitamos contar con un mayor grado de visión, de dedicación, de flexibilidad, de tenacidad en los propósitos y de habilidades para diseñar programas innovadores que permitan perfeccionar el aprendizaje a lo largo de la vida. Por consiguiente, entre las habilidades y competencias clave que se necesitan para sobrevivir en el futuro pueden mencionarse:
En vista de los constantes cambios en el entorno, el campo de aplicación de la educación no formal debe ir variando simultáneamente. Las actividades del sistema de educación no formal deben proporcionar oportunidades para que la gente adquiera experiencia. Dichas actividades deben potenciar las habilidades para tomar decisiones y negociar de manera democrática, al igual que para participar y desarrollarse como persona. La sociedad necesita recibir ayuda para adquirir cualidades como el compromiso, la participación, la responsabilidad, la solidaridad, la conciencia democrática, la motivación, la iniciativa, la emancipación y el empoderamiento, la creatividad, el respeto, la tolerancia, la conciencia intercultural, la crítica, la independencia intelectual y la confianza en sí mismo.
¿Cómo podemos adquirirlas?
En la aldea global en permanente cambio —y con distancias cada vez más reducidas— en la que vivimos, el aprendizaje tiene que transformarse en la principal preocupación de todos y cada uno de nosotros. El ritmo del cambio social es tan acelerado que las habilidades adquiridas se tornan obsoletas casi tan pronto como se logra dominarlas. Es preciso evocar y aplicar todas las teorías sobre el aprendizaje (experiencial, cognitivo-social, etc.). Por añadidura, es preciso apelar a todas las metodologías disponibles: conferencias, talleres, simposios, demostraciones, simulaciones, etc. La elaboración de los materiales de aprendizaje tiene que transformarse en una nueva área de estudio, en un arte y una ciencia que deben ser enseñados y dominados por todos los profesionales de la educación no formal.
¿Quién debería impartirlas?
El entorno en el que se imparte la educación no formal es un factor decisivo que permite determinar cuáles son las modalidades y metodologías más eficaces. Puede que las mejores prácticas en un contexto no puedan ser replicadas exactamente en un entorno distinto. En consecuencia, es preciso que los formadores de maestros de ENF provengan de diversos medios sociales. Un ejemplo clásico al respecto es cómo han adquirido los analfabetos la habilidad para emplear un teléfono móvil: resulta asombroso observar la destreza con que personas que no saben leer ni escribir realizan complejas operaciones en sus teléfonos celulares. Otro ejemplo surge al observar a personas que no han recibido ningún tipo de educación formal elaborando complejos patrones aritméticos para apostar en la lotería nacional. Las experiencias anteriores sirven para ilustrar cómo en el futuro la formación en ENF se guiará por el modelo del sistema tradicional africano de educación, en el cual los alumnos aprenden al observar el desempeño de sus pares más aventajados.