Fotografía de Mohammed Baba
La Sociedad El Amal fue creada en 1993 como una iniciativa de miembros de la comunidad local, quienes detectaron las necesidades de personas con discapacidades. Luego, a lo largo de su existencia, El Amal ha acumulado un bagaje de prácticas empresariales y experiencia técnica, y ha mantenido un auténtico sentimiento de entusiasmo y de fe en el papel que cumple en la comunidad. La sociedad fue creciendo, y de solo estar compuesta por sus fundadores pasó a contar con una comunidad de miembros que conforman una asamblea general de alrededor de 100 personas interesadas que han colaborado voluntariamente para alcanzar los objetivos comunes. Desde su creación, la asamblea general ha consolidado las prácticas democráticas mediante la celebración de elecciones periódicas del consejo ejecutivo. Además de ser una de las principales organizaciones de Rafah, y una de las primeras OSC en preocuparse del tema de las discapacidades, la organización El Amal adquiere sus experiencias más valiosas de las personas con discapacidades. Ellas generan el poder y la energía que permiten que la organización siga creciendo, no solo gracias a la expansión vertical de los programas sino además en un sentido más profundo, al considerar la calidad de los programas y la programación orientada a los resultados. Desde su fundación, El Amal ha visto graduarse a 16 generaciones de escolares en su Programa de Educación Especial, y ha prestado servicios de prevención y rehabilitación a más de 900 niños, niñas y adultos sordos cada año.
A lo largo de muchos años, la sociedad El Amal ha impartido formación profesional a personas con discapacidades, y decenas de alumnos han sido capacitados en diversos tipos de artesanía. Asimismo, El Amal mantiene un taller permanente donde se elaboran productos artesanales, bordados y textiles.
Con la cooperación de DVV International, la Sociedad El Amal ha estado trabajando desde 2012 en la elaboración del programa para educación de adultos, a fin de ofrecer servicios de capacitación que satisfagan las necesidades del mercado laboral local y promover la financiación de proyectos e iniciativas a pequeña escala que ayuden a reducir la pobreza y el desempleo, pese a la situación política y económica que impera en la región de la Franja de Gaza.