Hoy supe que partías.
Sentí tristeza, las partidas son tristes,
pero también supe que llegabas, que llegabas
con una fuerza nueva
a los educadores,
a los campesinos,
a la gente de pueblo,
a los oprimidos.
Llegabas con la vida
que da la muerte a los que luchan,
porque los que mueren
en brazos de un pueblo agradecido
como dijera el Poeta
«El cielo se abre, el mundo se dilata
y empieza al fin con el morir, la vida»
Sembraste la esperanza,
debemos abonarla,
tenemos que regarla con sudor y rocío,
tenemos que chapear
las malas yerbas,
para que crezca y florezcan
tus ramas militantes,
tu árbol de utopías.