Por encargo de la Unión Europea, DVV International apoya la formación profesional en Tayikistán
Los últimos veinte años fueron una dura prueba para la formación profesional en Tayikistán. El desmoronamiento de la Unión Soviética y varios años de guerra civil destruyeron talleres y establecimientos de enseñanza en extensas partes del país. Muchos profesionales, también maestros y maestras, huyeron. A pesar de que en la situación actual el aprendizaje de un oficio tiene para mucha gente un efecto de inmediata reducción de la pobreza, este sector del sistema educativo ha sido descuidado durante años, también y precisamente por la comunidad internacional de donantes. La Unión Europea ha tomado nota de esta debilidad y desde hace algunos años ha acordado los correspondientes proyectos con el gobierno tayiko. Desde comienzos del 2008 DVV International está poniendo en práctica, por encargo de la Unión Europea, una iniciativa para el fortalecimiento de la formación profesional básica.
«Trabajamos en dos campos: Por una parte se trata de asesorar a nuestro Ministerio de Educación en la elaboración y aplicación de estrategias adecuadas para el fortalecimiento de la formación profesional, por ejemplo en la formación y educación permanente de profesores/as, o en el desarrollo del currículo»,
nos cuenta Farhod Sadykov, director interino del equipo que lleva el proyecto.
«Por otra parte, en cuatro escuelas piloto estamos experimentando con algunos planes de enseñanza que han elaborado nuestros expertos tayikos junto con un especialista europeo.»
Naturalmente, si se tienen en cuenta las limitaciones de nuestros recursos materiales y personales, ésta es una empresa difícil. Así por ejemplo, un maestro de escuela profesional gana entre 30 y 50 euros al mes, un sueldo con el que, incluso en ese Estado centroasiático, no se puede alimentar a la propia familia. Anita Jakobsone, responsable del equipo de DVV International, comenta: «La consecuencia es una elevada fluctuación de personas con conocimientos prácticos, así como su envejecimiento». Anita Jakobsone procede de Riga y puede aportar fructíferamente sus experiencias de años en el proceso de transformación letón: «Quizás yo entienda aquí a la gente mejor que alguien que no hizo esa experiencia», dice.
A pesar de todos los problemas mencionados, después de un año el proyecto puede recuperar algunos elementos exitosos:
«Esperamos que hayan quedado atrás los años más difíciles de la formación profesional, y seguiremos trabajando juntamente con nuestros amigos y socios europeos en una reforma del sector»,
así describe la situación actual Nozimion Siddikov, director del departamento de formación profesional básica.
Capacitación profesional en Tayikistán
Fuente: DVV International