Milcah Mulu-Mutuku

Más del 70% de la población del distrito de Turkana es nómade; el resto, que se estableció en pequeñas comunidades rurales, vive en la pobreza absoluta, sufre de hambre, no cuenta con agua potable ni con la asistencia médica adecuada. La tasa de analfabetos es muy alta, dado que casi no existen oportunidades de educación. Una posibilidad de ayudar a estos grupos poblacionales es a través de la creación de pequeñas empresas. La autora presenta un estudio sobre actividades para la generación de ingresos y un esquema de crédito para el área. Este artículo se basa en sus experiencias adquiridas entre mayo y agosto de 1999, mientras trabajaba como asesoro de la Red de Desarrollo Basado en la Comunidad. Esta red cuenta con el apoyo del Proyecto para una Mejor Alimentación en Turkana ­Meridional, Kenia. La Sra. Milcah Mulu-Mutuku se desempeña como catedrática en el Departamento de Extensión de Agricultura y Ecología Humana de la Universidad de Egerton, Kenia. Su área de especialización es el desarrollo empresarial.

Las comunidades de pastores y el desarrollo de la actividad empresarial: implicaciones para la educación de adultos

El distrito de Turkana se encuentra en el extremo noroccidental de la provincia de Rift Valley. La altitud, en las partes más bajas, es de 369 m y llega en las zonas más elevadas hasta 900 m sobre el nivel del mar. Las lluvias varían de acuerdo con la altitud entre 180 mm y 400 mm anuales. El 70% de la población se compone de pastores nómadas. Los hombres están a cargo de la seguridad física del grupo humano y de los rebaños, en tanto que las mujeres se dedican a la elaboración de productos pecuarios, tales como carne, leche y otros, y a satisfacer las necesidades de la familia. El resto de la población son pastores seminómadas o pequeños agricultores que trabajan las tierras de las riberas de los ríos o tierras cultivables gracias a otras formas de irrigación, generalmente en combinación con diferentes actividades menores que les reportan ciertos ingresos.

Introducción

Las comunidades de pastores kenianas habitan en las regiones áridas y semiáridas, que constituyen el 80% del territorio nacional. En ellas se concentra hasta el 25% de la población y más del 50% del ganado del país. Son zonas de pocas lluvias, razón por la cual no se prestan para la agricultura en gran escala. Además, la infraestructura deja mucho que desear. El nivel de alfabetización es bajo y un gran número de personas sólo se puede comunicar en su lengua vernácula.

Hasta el 70% de la población de estas regiones lleva una vida nómada y satisface sus necesidades básicas con los productos que ­obtiene de sus rebaños. El 30% restante se ha establecido en las proximidades de los centros comerciales. La población sedentaria, especialmente la de Turkana, es pobre e incapaz de autoabastecerse, motivo por el cual depende la mayor parte del año del apoyo externo en ­forma de productos alimenticios. La pobreza en esta región es sinónimo de hambre, analfabetismo, imposibilidad de acceso a la educación básica, carencia de agua potable, escasísima asistencia médica y viviendas insalubres. Esta situación se debe a una absoluta falta de recursos, con excepción de los rebaños, a una marginación total del sistema económico del país y a las frecuentes sequías. La transición desde una existencia nómada hacia una sedentaria, basada en el sistema monetario, supone el cambio de una forma de vida conocida a otra nueva y de escasos recursos. Este gr upo de la población precisa especial apoyo para aliviar la aguda pobreza que caracteriza su existencia.

Una posibilidad para combatir la pobreza en Kenia es el desarrollo de la pequeña empresa. Sin embargo, toda actividad empresarial en estas regiones es extremadamente difícil y los ingresos por lo general a lo sumo alcanzan para subsistir. Faltan los medios financieros para invertir en este tipo de actividades, así como una infraestructura que permita su desarrollo. Las frecuentes sequías han sumido a los habitantes en una condición de dependencia, lo cual también repercute negativamente en la actividad empresarial. Ello se manifiesta en una falta de confianza de las personas en sus capacidades de gestión. En la mayoría de los casos, quienes se han establecido por cuenta propia y han logrado una posibilidad de encontrar un medio de subsistencia, deben apoyar a familiares necesitados, lo cual no pocas veces impide llevar a cabo planes ulteriores o expandir la empresa. Un factor de inseguridad adicional son los ladrones de ganado y la consecuente pérdida de bienes, de clientes y de tiempo.

Las organizaciones no gubernamentales y los programas impulsados por las iglesias han desempeñado una función destacada en el desarrollo de la actividad económica de estas comunidades. Por lo general apoyan a grupos de mujeres y de jóvenes en la creación y la gestión de empresas comunes. La modalidad de ayuda más frecuente consiste en prestar asistencia financiera y asesoramiento administrativo. También se coopera en el establecimiento de contactos entre los clientes y las sedes de venta. Pero a pesar de estos esfuerzos no es mucho lo que se ha logrado. Las empresas fracasan prácticamente en el mismo momento en que las organizaciones de asistencia se retiran de los proyectos. En consecuencia , uno de los mayores problemas es la sostenibilidad.

El éxito en los negocios y el desarrollo de las capacidades empresariales

Las tres condiciones fundamentales para el éxito empresarial son las competencias técnicas, administrativas y empresariales. Las competencias técnicas están siempre vinculadas a una actividad determinada e incluyen conocimientos específicos. El hecho de poseerlas representa una ventaja para la persona que decide establecerse por cuenta propia, pero si la empresa crece, estas capacidades son insuficientes. Además, las habilidades técnicas pueden adquirirse fácilmente a través de un perfeccionamiento adecuado.

Se ha comprobado que la falta de competencias administrativas es una de las principales causas del fracaso de numerosas empresas. Estas competencias son necesarias para lograr que una empresa marche exitosamente. Ellas incluyen conocimientos de administración financiera, control del inventario, nociones de mercado y administración del personal, entre otras, y pueden adquirirse a través del sistema de educación formal. Una buena administración, especialmente en lo que a contabilidad, cálculo de costos, producción y organización se refiere, es un requisito esencial si se pretende que una empresa salga adelante. Pero, más allá de los conocimientos básicos antes indicados, no parece existir una relación especial entre habilidades administrativas específicas y el éxito en el mundo de los negocios.

Si bien la asistencia con recursos financieros y materiales así como el desarrollo de las competencias son importantes, no bastan para garantizar el funcionamiento satisfactorio de una empresa en el largo plazo. Existen numerosos ejemplos de empresas exitosas creadas y manejadas por personas que no han recibido una educación formal ni tampoco ayuda desde fuera. Por otra parte, también hay ejemplos de empresas fracasadas que fueron fundadas y dirigidas por personas que recibieron todo tipo de ayuda y entrenamiento. Ello demuestra que se precisa un elemento adicional, muy distinto, que indudablemente representa una condición necesaria y eventualmente a la larga también suficiente para progresar en los negocios: la capacidad empresarial.

La capacidad empresarial ha sido definida de muy distintas maneras, pero para los efectos de este trabajo diremos que se trata de la habilidad para combinar factores de producción a fin de iniciar un cambio económico; es decir, es la respuesta creativa e innovadora frente al entorno con el objetivo de ganar dinero. La capacidad empresarial de la población es un factor determinante del desarrollo económico de una comunidad y es imprescindible para la creación y expansión de empresas y negocios. El desarrollo de esta capacidad reviste, por lo tanto, una importancia clave para el progreso económico de una sociedad. Pareciera que esta capacidad se adquiere a través de la cultura y la experiencia. Esta constatación apoya indirectamente la tesis de que puede ser influenciada por la educación y el entrenamiento.

Los empresarios, en cuanto a su personalidad, se caracterizan por una necesidad de afiliación y por la necesidad de ejercer poder y control. Son personas altamente creativas, muy motivadas, poseen una marcada autoestima, son decididos y demuestran una notable habilidad para negociar y talento para resolver problemas. Estos son todos rasgos muy relacionados con el éxito empresarial. En mayor o menor medida, estas características se encuentran en todos los propietarios de empresas y pueden fomentarse mediante la capacitación . La capacitación para el desarrollo de las competencias empresariales es diferente de aquella para el perfeccionamiento de las habilidades administrativas, si bien pueden coincidir en más de un aspecto. La primera pretende cambiar las actitudes y la manera de percibir del individuo, en tanto que la segunda entrega conocimientos específicos.

La capacitación para el desarrollo de las competencias empresariales entre las comunidades de pastores

La capacitación de las competencias empresariales debe ser un elemento indispensable de todo proyecto de desarrollo económico de las comunidades de pastores. Con esta capacitación se logra modificar la actitud de las personas y se crea una cultura empresarial. A los participantes se les hace ver que el trabajo duro les reportará éxito en los negocios y que de esta manera pueden asumir el control de su vida. A la vez, se les enseña a utilizar los materiales a su alcance y a buscar mercados más allá de sus comunidades, debido a que los propios se caracterizan por la falta de recursos.

En la selección de los beneficiarios de tales medidas de capacitación se debe proceder con gran cuidado. Los programas de asistencia a la pequeña empresa, en forma independiente del grupo destinatario —potenciales fundadores de empresas o propietarios de empresas ya existentes— sólo pueden favorecer a un número de personas muy reducido. La demanda de estas medidas es siempre mayor que la oferta, por lo que es preciso seleccionar muy detenidamente a los beneficiarios. El sistema de selección debe ser objetivo a fin de escoger a quienes realmente precisan ayuda y sean capaces de darle un uso provechoso. Es muy importante velar por que estos escasos recursos sean puestos en las manos de quienes los precisan.

La capacitación debe ser flexible y tiene que generar un compromiso, a la vez que los instructores deben tener buenos contactos con la población. Un elemento importante, si bien intangible, es una considerable cuota de inspiración. Al igual como sucede con otras formas de asistencia a la pequeña empresa, es más probable encontrar estas características entre las organizaciones privadas o de voluntarios que en las entidades gubernamentales. Muchos de los programas más exitosos han sido realizados por asociaciones de voluntarios. En consecuencia, quien esté dispuesto a apoyar de una u otra forma un proyecto de desarrollo de las competencias empresariales debe en primer lugar buscar una institución apropiada que lo lleve a cabo.

La mejor manera de realizar una medida de capacitación concebida específicamente para desarrollar las capacidades empresariales es a través de su inserción en un programa integral que incluya perfeccionamiento en administración y quizás también en ciertas habilidades técnicas, y que les ofrezca a los participantes la posibilidad de exponer y analizar en el grupo sus ideas en cuanto a las empresas que pretenden fundar o a la expansión de las ya existentes. Igualmente, debe basarse en los conocimientos que ya tiene la población local. También la modalidad de instrucción debe cimentarse en la forma de vida de los participantes. Al respecto, se han podido constatar ciertos problemas en relación con los educadores. Aquellos que se desempeñan regularmente en la educación empresarial no formal tienen escasos conocimientos sobre las necesidades educacionales específicas de los adultos y sobre la manera en que los participantes pueden asimilar con la mayor eficacia posible los nuevos conocimientos. Además, numerosos educadores que vienen del extranjero generalmente sube stiman el contexto cultural de la gente. Ello, por lo común, se debe a que no están familiarizados con dicho contexto o a que no lo han entendido. Esto pone en peligro el éxito de cualquier programa de desarrollo empresarial.

La transmisión de conocimientos en forma exclusivamente teórica es muy poco productiva cuando los educandos son adultos. Ellos aprenden con mayor facilidad a través de la acción. El aprendizaje por medio de la práctica supone sacar al educando del ambiente artificial de la sala de clases y ofrecerle la posibilidad de adquirir sus propias experiencias en situaciones cotidianas. Se ha comprobado que el éxito de un programa de desarrollo empresarial depende en mayor medida del compromiso y del entusiasmo de los participantes que de una determinada técnica de instrucción. Los educadores deben identificar las experiencias relevantes locales pertinentes y experimentar con la introducción de una técnica determinada, recurriendo a la ayuda de conocedores del medio. Del Grupo de Mujeres Nawoitorong, de Lodwar, Turkana, que ha procedido de acuerdo con los principios antes indicados, se podría aprender mucho.

El Grupo de Mujeres Nawoitorong

Con la ayuda de una dama sueca, cuatro mujeres crearon en 1984 el Grupo de Mujeres Nawoitorong en la localidad de Lodwar. El objetivo final del grupo era contribuir a aumentar el bienestar de la comunidad. A fin de lograrlo, se crearon una serie de empresas comunes para proveer a los residentes de Lodwar de los productos básicos. Apoyaron especialmente a los expatriados norad en proyectos similares que rea­lizaron en la ciudad y sus alrededores. Todo esto se llevó a cabo sin que tuviese lugar una capacitación en aspectos vinculados a la actividad empresarial. En consecuencia, las empresas carecían de la necesaria flexibilidad para aprovechar las oportunidades locales, y las mujeres estaban insuficientemente preparadas, lo cual explica el ­fracaso de numerosas actividades.

En 1989 se puso en marcha un programa de desarrollo de competencias empresariales y administrativas. Con el correr del tiempo el programa ha sido ampliado y ha incluido entretanto también la enseñanza de ciertas habilidades técnicas. La selección de los cursos técnicos que se imparten depende tanto de la disponibilidad de expertos locales como de las necesidades. El grupo cuenta con sus propios educadores, los que han sido instruidos en métodos sicosociales (los participantes señalan los problemas y buscan la solución). La enseñanza se basa esencialmente en la práctica y al término del período de entrenamiento cada participante debe presentar un proyecto para establecerse por cuenta propia. Este tipo de capacitación ha sido bastante exitoso ya que ha logrado modificar actitudes, ha desarrollado la capacidad de percepción, las competencias administrativas y las habilidades técnicas. La mayoría de los ex participantes están hoy en día a cargo de empresas que arrojan beneficios.

El Grupo de Mujeres de Nawoitorong ha obtenido resultados notables, especialmente si se los compara con los de otras organizaciones que trabajan en la región. En 1993 se transformó en una organización no gubernamental cuya misión es apoyar actividades de desarrollo en pro del mejoramiento de la vida de las mujeres y de los niños del distrito de Turkana. Actualmente, el grupo dispone de un centro de reunión, el Centro de Conferencias Femenino de Turkana (Turkana Women Conference Centre – TWCC), construido por las mismas mujeres, utilizando materiales locales, a saber, ladrillos y un cemento alternativo que se prepara en base de ceniza y excrementos de vacuno. La pintura utilizada es de origen natural, color ocre. El centro es manejado exclusivamente por las mujeres. Todas las habilidades que se precisaron para construir el centro fueron adquiridas por las mujeres por medio de las medidas de capacitación que ellas mismas ofrecían. El centro es un lugar confortable y acogedor que se presta excelentemente para conferencias y talleres. Es realmente una empresa coronada por el éxito.

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