Erdem Vardar
YUVA /DVV International
Turquía
Resumen – La guerra civil que se está librando en Siria ha obligado a cerca de 2,7 millones de personas a huir del país; de ellas, por lo menos 700.000 se han dirigido a Turquía. Sus necesidades no se limitan a alimentos y refugio, ya que también requieren protección y educación. En la zona próxima a la frontera con Siria, YUVA/DVV International Turquía lleva a cabo iniciativas de educación de adultos con ambas comunidades, esto es los refugiados sirios y los habitantes locales. El Centro Comunitario de Kırıkhan sirve de sede para reuniones y capacitación; allí la gente tiene la oportunidad de desarrollarse y olvidar el dolor que provoca la guerra.
El Centro Comunitario de Kırıkhan fue inaugurado el 15 de agosto de 2013 en un día muy caluroso en una tórrida región. El proyecto original consistía en abrir un centro en Reyhanlı, pueblo situado a solo 8 km de la frontera con Siria. Pero el 11 de mayo de 2013 murieron allí 52 personas y 147 quedaron heridas al explotar dos coches bomba, por lo que el plan quedó descartado.
El conflicto civil que azota actualmente a Siria se remonta a 2011. Estalló tras una serie de protestas pacíficas derivadas de la “primavera árabe”. Para sofocar la insurrección el ejército sirio inter vino empleando el má ximo rigor. Como consecuencia de lo anterior, un grupo de deser tores del ejército anunció la creación del Ejército Sirio Libre en julio de 2011 y comenzó a formar unidades de combate.
Más de 100.000 personas han fallecido desde marzo de 2011. Asimismo, más de 2,7 millones de personas han huido del país; 6,5 millones han sido desplazadas dentro del territorio sirio, y cerca de 10 millones requieren ayuda. Se trata de uno de los éxodos de refugiados más masivos de la historia reciente. Muchas personas han perdido su vivienda, su familia, sus per tenencias y su medio de subsistencia. Cuando las familias sirias finalmente llegan a un lugar seguro, se encuentran traumatizadas y vulnerables. La mayoría de ellas se están refugiando en países vecinos como Irak, Egipto, Líbano, Jordania y Turquía.
En abril de 2014, la cantidad oficial de refugiados sirios en Turquía bordeaba los 700.000.1 De ellos, dos tercios viven fuera de los campos y son llamados “refugiados urbanos”. El tercio restante vive en los campos.
Inauguración del Centro Comunitario de Kırıkhan el 15 de agosto de 2013.
Una maestra del Centro Comunitario de Kırıkhan pintando las caras de niñas y niños durante la ceremonia de inauguración.
Las necesidades tales como albergue, alimentación, higiene, asistencia médica y actividades de apoyo psicológico son satisfechas por funcionarios públicos en los campos de refugiados de Turquía. En comparación con quienes viven fuera de los campos, estas personas tienen acceso a mejores ser vicios. El gobierno turco está procurando construir nuevos campos para acoger a todos los refugiados, y está recomendando a los refugiados urbanos que se dirijan a los campos si desean recibir mejores ser vicios. Sin embargo, pese a las mejores condiciones que se disfrutan en los campos, muchos refugiados prefieren la liber tad de movimiento y la opor tunidad de iniciar una nueva vida a medida que se desvanecen las esperanzas de que vuelva la paz a Siria y puedan retornar a su tierra.
Kırıkhan está situada en la región de Hatay, en Turquía Meridional, a 30 km de la frontera con Siria. La población local bordea los 100.000 habitantes y entre 25.000 y 35.000 sirios han encontrado refugio en este territorio, cifra que continúa aumentando. La economía local depende de la agricultura y del comercio transfronterizo; muchos lugareños mantienen vínculos con Siria.
Los sirios alquilan pisos en el centro de la ciudad recurriendo a sus ahorros o a los exiguos ingresos que obtienen realizando labores a jornal. Hasta 30 personas viven hacinadas en algunos de esos pisos. Esta nueva forma de vida ha supuesto una difícil experiencia tanto para los inmigrantes como para sus vecinos locales. En un principio, los lugareños acogieron y abrieron sus puer tas a los sirios, pero a medida que pasa el tiempo y aumenta la cantidad de refugiados, esa actitud también ha empezado a cambiar.
Muchas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) brindan ayuda a los refugiados urbanos haciéndoles llegar alimentos y ar tículos de higiene. Se les presta atención médica gratuita en los hospitales públicos. Aun cuando la barrera lingüística no es fácil de superar, también reciben educación formal sin costo. Pese a lo anterior, todavía se precisan recursos, ya que los refugiados tienen que costear por lo menos el alquiler y los ser vicios públicos. No es posible financiar una vida social y significativa con empleos informales mal remunerados como las labores agrícolas estacionales o el trabajo a jornal en la industria.
Centro Comunitario en Kırıkhan, Hatay, Turquía.
Mujeres del vecindario aprendiendo a hacer labores de encaje en el Centro Comunitario de Kırıkhan.
El Centro Comunitario de Kırıkhan trabaja con ambas comunidades, es decir los sirios y la población local. La idea es que lleguen a conocerse unos a otros, se comuniquen y estudien en conjunto, para así aprender a convivir.
El Centro Comunitario de Kırıkhan constituye un punto de encuentro para los sirios con escaso o nulo acceso a la vida social, especialmente en el caso de las mujeres. Se ofrecen ser vicios de guardería para niños de 3 a 6 años de edad, y el proyecto es brindarles también a las madres un espacio acogedor.
La idea es proporcionarles un espacio donde se sientan seguros y puedan abrigar esperanzas para el futuro. Para lograr ese objetivo se les está ofreciendo una amplia gama de actividades en el ámbito psicológico: visitas domiciliarias regulares para satisfacer necesidades básicas de ayuda psicológica y recabar información sobre los grupos destinatarios. Alrededor de 1.650 personas han sido visitadas en su hogar a lo largo de siete meses.
También es un centro de capacitación. El punto de par tida para el currículum está determinado por las competencias clave, según la definición de la Comisión Europea. La mayoría de los refugiados sirios disponen de bastante tiempo libre, ya que muchos de ellos están desempleados y no pueden estudiar. La idea es transformar esas horas ociosas en tiempo provechoso dedicado a desarrollar nuevas aptitudes y mejorar las oportunidades de subsistencia.
Entre los cursos impar tidos se incluyen algunos sobre competencias básicas como lecciones de turco e inglés; tecnologías de la información y las comunicaciones ( TIC), por ejemplo el uso de computadoras, sof tware e Internet; aptitudes matemáticas; desarrollo de aptitudes personales, interpersonales e interculturales, tales como habilidades para la vida, mediación y aprendizaje intercultural, al igual que la sensibilización y expresión cultural (música, fotografía, pintura y ar tesanía). Hasta ahora más de 2.000 personas han par ticipado activamente en las actividades de capacitación.
Antes de diseñarse el programa para el desarrollo de aptitudes profesionales y de autosuficiencia se realizaron investigaciones de mercado. Entre ellas se incluyeron reuniones con representantes de los refugiados sirios, entrevistas con autoridades locales y representantes de los empleadores. Lo anterior se tradujo en una ofer ta de capacitación profesional en áreas como la preparación del cezerye (un tipo de golosina turca muy popular), fabricación de jabón, cultivo de verduras, al igual que cursos de secretariado y costura. Otra consecuencia de la investigación fue la percepción de que aprender nociones de turco es un requisito básico para tener alguna posibilidad de integrarse en el mercado laboral.
Residentes locales y refugiados sirios visitan una exposición de fotografías de refugiados sirios jóvenes que participaron en un curso de fotografía en el Centro Comunitario de Kırıkhan.
La condición jurídica de los sirios no es muy clara, ya que Turquía no reconoce oficialmente la condición de refugiados de las personas que provienen de Siria. Por otra parte, existe un régimen de protección para las “personas acogidas” que está siendo gradualmente perfeccionado. Así pues, en el programa está incluida la creación de conciencia sobre derechos jurídicos que cambian periódicamente. Entre las actividades de sensibilización centradas en la mujer pueden mencionarse el fomento de la higiene, cuestiones de género, nutrición y educación sobre riesgos para prevenir accidentes domésticos.
Son numerosos los obstáculos que se presentan cuando se procura implementar un proyecto que involucra simultáneamente a dos comunidades. El principal tiene que ver con el idioma. En todos los demás países vecinos que han acogido a una gran cantidad de refugiados sirios el idioma oficial es el árabe. En Kırıkhan la lengua predominante es el turco y solo una pequeña minoría de la comunidad local habla árabe, por lo que la barrera idiomática no es un tema menor.
Para hacer frente a esa situación, el Centro ha contratado a un grupo mixto de funcionarios e instructores, y ha movilizado los recursos humanos de las comunidades. Actualmente en el Centro trabajan 11 refugiados sirios y 10 miembros de la comunidad local, lo que mejora enormemente las posibilidades de comunicación, y contribuye asimismo a generar un clima de confianza entre las comunidades. Algunos de los funcionarios ya son capaces de hablar en ambos idiomas, lo que le permite al Centro trabajar tam- bién con grupos beneficiarios de composición mixta.
Otro obstáculo se relaciona con las tasas de deserción. Si bien se observan altas cifras de inscripción en muchas de las iniciativas, la participación activa durante los cursos no alcanza el nivel deseado. Las principales razones que explican esta situación son los trabajos que los participantes desempeñan diariamente y la constante movilidad de los refugiados entre Turquía y Siria, o entre ciudades de la propia Turquía.
Aun cuando las ONG continuarán atendiendo a las necesidades de una creciente cantidad de sirios, creando más instituciones similares al Centro Comunitario de Kırıkhan, queda claro que los esfuerzos del sector no gubernamental son insuficientes para satisfacer las necesidades psicológicas y educativas de los 700.000 (y cada vez más) refugiados urbanos que viven en Turquía. Será preciso concentrarse en actividades de promoción destinadas a convencer al gobierno turco para que incorpore servicios orientados a los inmigrantes sirios (por ejemplo lecciones de turco) en los centros de enseñanza pública. Hasta que ello ocurra, la tarea del Centro Kırıkhan consistirá en mejorar la calidad de los servicios para así transformarse en un ejemplo digno de ser imitado.
Nota
1 / En fuentes no oficiales se estima que la cifra total real se aproxima al millón.
Erdem Vardar ha sido director de YUVA / DV V International Turquía desde 2011. Anteriormente, ha trabajado para ONG internacionales en diversos países. Asimismo, durante una década ha impartido educación no formal a jóvenes y adultos, concentrándose en el desarrollo de capacidades de organizaciones de la sociedad civil, capacitación de capacitadores, educación cívica y ambiental de jóvenes, y sensibilización de las comunidades locales sobre las catástrofes.
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