Aprendizaje comunitario en... Sudáfrica

Los participantes se reúnen para establecer vínculos.

En la Sudáfrica del período anterior a 1994, la “educación popular” era un concepto arraigado en los intereses y las luchas de la gente común. Las personas aprendían sobre democracia mediante el compromiso democrático en la lucha por la causa. Desde entonces, la competencia y el individualismo, la formalización y la acreditación del aprendizaje han puesto en peligro los procesos de aprendizaje colectivo en la acción social. En 2011, gracias a un capital inicial aportado por DV V International, fue posible implementar un programa ya consolidado que no solo volvió a poner en el candelero el tema de la educación popular, sino que además –algo que es aun más importante– lo integró en la experiencia cotidiana de los actores comunitarios empeñados en formar alianzas y movimientos en las comunidades de base para promover transformaciones.

El Programa de Educación Popular (Popular Education Programme – PEP) debe ser percibido en un contexto dominado por extremas desigualdades y el legado del apartheid. Se aplica en zonas donde habitan familias pobres de clase trabajadora, por lo que la mayoría de los participantes son desempleados. Su condición económica, social y política genera un clima de permanente tensión que repercute directamente en sus esfuerzos por aprender, organizarse y movilizar a los demás miembros de sus comunidades. La mayoría de ellos son mujeres y jóvenes que se han visto atrapados en el fuego cruzado producto de la violencia asociada a la guerra entre pandillas y al abuso de drogas. Los hogares y las familias se caracterizan por relaciones interpersonales disfuncionales, violaciones, maltrato infantil, elevadas cifras de embarazos no deseados, a lo que se añade una atmósfera de temor y trauma.

El objetivo de la educación popular es fomentar el liderazgo comunitario para provocar cambios. Procura encauzar la ira y las condiciones de injusticia hacia actividades colectivas de carácter productivo. Se basa en la praxis: la reflexión y la acción están estrechamente interrelacionadas, ya que una da origen a la otra.

El PEP actúa allí donde está la gente: empleando la infraestructura local, programando las clases en horarios que se acomoden a la disponibilidad de tiempo de los par ticipantes, basando el currículum en sus experiencias y temas de interés, y creando condiciones favorables para el diálogo y la generación de conocimientos.

Las clases son gratuitas y en ellas se tiene en cuenta la diversidad lingüística y cultural propia de Sudáfrica. Dada la enorme influencia de las tradiciones orales africanas, los cursos no giran en torno a la alfabetización.

Juego de rol destinado a indagar sobre la naturaleza del poder.

El PEP consta de tres ejes principales: las escuelas de educación popular (EEP), que se dedican a la educación ciudadana para la democracia. Ofrecen clases semanales durante períodos de aproximadamente 3 meses y están abier tas a todos los interesados que per tenezcan a determinadas comunidades geográficas. Los par ticipantes suelen ser miembros de organizaciones comunitarias o de grupos de apoyo a la mujer y jóvenes desempleados. La logística del curso, al igual que gran par te del programa de estudio, es fruto de una negociación colectiva. Las clases impar tidas en los EEP son valoradas por ser “un espacio donde todos aprenden”.

El fomento de la educación popular (FEP) se refiere a la creación de capacidades individuales y organizativas. Básicamente, los cursos de FEP procuran entregar una percepción más clara de la educación popular y mejorar las capacidades para impar tirla, independientemente del área específica a la que se dediquen los par ticipantes. Los temas tratados van de la vivienda a la salud, de los huer tos comunitarios al desarrollo en la primera infancia y el mundo laboral.

El FEP ha permitido llevar a cabo un masivo trabajo en red en Ciudad del Cabo y en zonas aledañas. Uno de los par ticipantes señaló: “Tengo la sensación de que, tras muchos, muchos años, la educación popular está volviendo a arraigarse en las luchas de los habitantes de nuestro país. Por cier to que aún queda mucho por hacer, pero me siento motivado para incorporarme a una red cada vez más extensa que se embarcará en esta aventura”.

“En lugar de permitir que la ira se traduzca en violencia, el PEP procura encauzar el descontento aportando información cuando es necesario, fomentando una mayor comprensión de los intereses y las relaciones de poder, y ofreciendo asesoramiento en procesos orientados a la adopción de decisiones adecuadas que se traduzcan en medidas permanentes y sostenibles.”

El círculo de profesionales de la educación popular (Popular Education Practitioner Circle – PEPC) desarrolla la capacidad crítica de los educadores experimentados. Los talleres disponibles ofrecen un espacio seguro para poner a prueba nuevas ideas, profundizar percepciones sobre aspectos conceptuales y promover el compromiso crítico con asuntos problemáticos de orden epistemológico y pedagógico.

Existe una especial preocupación por el vínculo entre la reflexión y la acción. En este aspecto, el PEP se diferencia de la intensa acción social que caracteriza a los barrios más pobres (townships) de Sudáfrica en la actualidad: en lugar de permitir que la ira se traduzca en violencia, el PEP procura encauzar el descontento aportando información cuando es necesario, fomentando una mayor comprensión de los intereses y las relaciones de poder, y ofreciendo asesoramiento en procesos orientados a la adopción de decisiones adecuadas que se traduzcan en medidas permanentes y sostenibles. Como opinó uno de los participantes: “De qué manera las decisiones que adoptamos o nos imponen afectan negativamente la supervivencia de la madre naturaleza, y cómo un cambio en nuestra mentalidad puede mejorar la calidad de vida de todos nosotros y del planeta”. Fomentar el idioma del compromiso en lugar de entrar de buenas a primeras un abierto conflicto es una de las aspiraciones del PEP.

La educación popular es educación para la acción; está inspirada por un claro propósito político con miras a beneficiar a las personas social, económica y políticamente oprimidas. En primer lugar, se esfuerza por desarrollar los conocimientos socio-históricos y la conciencia de las personas, de suerte que se encuentren mejor capacitadas para participar y colaborar en la tarea de establecer una sociedad democrática.

Un participante exclamó: “¡Quisiera agradecerles por romper el silencio!” Y otro añadió que la educación popular consiste en “no guardarnos nuestras opiniones sino darlas a conocer sin temor. Y también significa ser la voz de otras personas, así que no se repriman y procuren sacar la voz por su comunidad y busquen alguna instancia donde puedan ayudar y donde puedan congregar a la gente”.

Para mayor información
http://www.populareducation.co.za/

Autora
Astrid von Kotze, Programa de Educación Popular, 
poped2011@gmail.com

 

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