La educación de adultos es una vía que conduce a la inclusión social de todas las personas marginadas. Un grupo afectado por numerosas desventajas en la mayoría de las sociedades, en particular en los países pobres, es el de las personas con discapacidades. Resulta aun más destacable que en una institución africana de educación superior, la Universidad de Kyambogo, en Uganda, se imparta una carrera especializada de licenciatura destinada a capacitar a los educadores de adultos para trabajar con personas discapacitadas. Esta iniciativa resulta sumamente apropiada en un país donde alrededor del 7 % de la población está afectada por discapacidades, lo que las vuelve particularmente vulnerables a la pobreza y la exclusión. Ephraim Lemmy Nuwagaba es profesor de la Universidad de Kyambogo y en la actualidad hace uso de una licencia de estudio para optar a un doctorado en la Universidad de Kwa-Zulu Natal, en Durban, Sudáfrica.
Aun cuando la educación de adultos se ha posicionado tradicionalmente como una vía a través de la cual los grupos de personas marginadas pueden empoderarse, durante mucho tiempo no ha sido capaz de hacer llegar sus beneficios a las personas con discapacidad (PCD). Ello a pesar de que muchas de las personas que sufren impedimentos tienen limitadas posibilidades de integrarse en el sistema de educación formal durante su niñez, lo que las transformaría en un importante grupo destinatario de la educación de adultos. Gracias a la educación de adultos, las PCD pueden perfeccionar sus conocimientos, actitudes y aptitudes no solo para mejorar sus medios de subsistencia y abogar por sus derechos, sino además para facilitar su integración en los procesos de desarrollo.
En este trabajo se analiza la contribución del programa de Licenciatura en Educación Comunitaria y de Adultos (Bachelor of Adult and Community Education – BACE) de la Universidad de Kyambogo a la integración de las PCD en los procesos de desarrollo. Se examina el contexto de las PCD en Uganda y se ofrece un panorama general del programa BACE y su aportación al desarrollo inclusivo.
Según el Banco Mundial y las Naciones Unidas, de los cerca de «600 millones de personas con discapacidad contabilizadas en el mundo, el 80 % vive en países en desarrollo, y de éstas la mayoría subsiste en condiciones de pobreza» (Handicap International, 2006:vii). En el Informe Mundial sobre Discapacidad (2011) se señala que la cantidad de PCD está aumentando. Asimismo, en el documento se indica que las PCD se enfrentan con barreras de actitud, jurídicas y sociales que se traducen en su exclusión y marginación de servicios básicos como la educación, el desarrollo de aptitudes y el empleo. El informe reitera que
«la discapacidad es también una importante cuestión asociada al desarrollo, debido a su vínculo bidireccional con la pobreza», y afirma que «la discapacidad puede aumentar el riesgo de pobreza, y a su vez la pobreza puede aumentar el riesgo de discapacidad».
En Uganda, cerca del 7 % de la población, es decir 1,9 millones de personas, sufren discapacidades (Plan Nacional de Desarrollo 2010/2011-2014/2015). Uganda ha padecido el régimen de Idi Amin en los años setenta, la guerra de liberación en 1979, la guerra de guerrillas en los años ochenta, la insurgencia en las zonas septentrionales y en parte del territorio oriental, todo lo cual posiblemente contribuyó a aumentar la cantidad de PCD en el país.
El movimiento en favor de las PCD en Uganda posee una enorme vitalidad, y el modelo que predomina es sobre todo el de carácter social, donde la condición médica de una persona forma parte del problema, y las principales barreras que se afrontan tienen que ver con la actitud, las instituciones y el ambiente. Uganda ha progresado de manera ostensible en cuanto a la capacidad para tener en cuenta las necesidades de las PCD en los procesos de desarrollo, y para considerarlas en la toma de decisiones políticas a nivel comunitario y nacional. Los artículos 78 y 180 de la constitución ugandesa disponen que las PCD pueden ocupar cargos como representantes ante el Parlamento o miembros de consejos locales (Gobier no de Uganda, 1995). El Estatuto Parlamentario (Gobierno de Uganda, 1996), contempla la elección de 5 PCD para desempeñar funciones parlamentarias, y en los artículos 11 y 24 de la Ley de Gobierno Local (Gobierno de Uganda, 1997) se estipula el nombramiento de dos consejeros con discapacidades (uno de ellos mujer) como miembros de consejos de distritos y a nivel de subcondados. Esta representación contribuye a abordar los problemas relativos a la discapacidad en diversos niveles de formulación de preceptos políticos.
Alumnos en la Universidad de Kyambogo Fuente: Ephraim Lemmy Nuwagaba
Aun cuando existe un marco de políticas que favorecen a las PCD (la Constitución de Uganda, 1995; la Ley sobre Discapacidad, 2006; la Ley sobre Gobierno Local, 1997; la Ley sobre Comunicaciones, 1997; la Ley sobre Enseñanza Primaria en Uganda, 1997; la ley UNISE, 1998; la Ley sobre la Tierra, 1998; la Ley sobre el Consejo Nacional para la Discapacidad, 2003; la Ley sobre Personas con Discapacidad, 2006; la Ley sobre Igualdad de Oportunidades, 2006; la Política Nacional sobre Discapacidad), aún persisten algunos problemas que dificultan la implementación. Es este el contexto dentro del cual debe considerarse el programa BACE de la Universidad de Kyambogo.
La Universidad de Kyambogo fue fundada en 2003, cuando el Gobierno fusionó el Instituto Nacional de Educación Especial de Uganda (Uganda National Institute of Special Education – UNISE) con la Escuela Politécnica Ugandesa de Kyambogo (Uganda Polytechnic, Kyambogo – UPK) y con el Instituto de Formación Docente de Kyambogo (Institute of Teacher Education, Kyambogo – ITEK). La imagen que desea proyectar la Universidad es la de
«un centro de excelencia académica y profesional», y la misión que se ha impuesto es «fomentar y promover el conocimiento y el desarrollo de aptitudes en los ámbitos científico, tecnológico y educativo, y en otras áreas donde se vele por la calidad, la equidad, el progreso y la transformación de la sociedad». (http://www.kyu.ac.kyuvision.html)
En el folleto informativo de la Universidad para 2005 se enumeran algunos de los objetivos de la institución que atañen específicamente a las PCD. Ellos son:
La Universidad cuenta con siete facultades y una escuela de posgrado. Una de ellas es la Facultad de Necesidades Especiales y Rehabilitación (Faculty of Special Needs & Rehabilitation – FSN&R) conocida anteriormente como UNISE. El UNISE era una institución creada en virtud de una Ley Parlamentaria de 1994. El FSN&R es responsable de formar a los recursos humanos que se dedican a la educación y rehabilitación en el área de las necesidades especiales, además de producir materiales en lenguaje Braille. El objetivo primordial de la facultad es capacitar a las PCD para llevar una vida que tenga verdadero sentido y tomar parte en los procesos de desarrollo. Gracias a las aptitudes que se les inculcan, las PCD pueden adquirir mayor autonomía y dejar de ser dependientes. La facultad consta de 3 departamentos cuyos programas se concentran en la Rehabilitación Basada en la Comunidad (RBC), la educación sobre necesidades especiales, y la educación comunitaria y de adultos. Este último es el que ofrece el programa BACE.
Es uno de los dos programas impartidos por del Departamento de Educación Comunitaria y de Adultos. El otro es el Certificado de Educación Comunitaria y de Adultos (Certificate in Adult and Community Education – CACE). El programa de titulación forma al personal de nivel medio, mientras que en el programa de certificado se gradúa el personal de nivel inferior. Estos programas han incorporado en su currículum cursos de educación de adultos que entregan nociones sobre necesidades especiales, de modo que están en condiciones de formar a un personal capaz de atender a las necesidades de aprendizaje de personas con discapacidad y de alumnos adultos pertenecientes a otras categorías especiales. Este artículo se concentra en el programa BACE, que se inició en 2002. Según consta en los registros, desde el 2006 en él se han graduado 992 alumnos (380 hombres y 612 mujeres).
El objetivo general del programa BACE es formar a los alumnos para que lleguen a ser educadores profesionales comunitarios y de adultos, capacitados para impartir programas adecuados de educación y de desarrollo para el progreso personal, comunitario y nacional. Se espera que al concluir el programa los alumnos sean capaces de:
La condición mínima para ser admitido al programa es poseer el Certificado Superior de Educación de Uganda (Uganda Advanced Certificate of Education), y que por lo menos dos asignaturas principales hayan sido aprobadas con una calificación satisfactoria. Otros requisitos son contar con un diploma en una disciplina relacionada otorgado por una institución reconocida, o haber aprobado un examen de ingreso que mide la madurez de los postulantes y es determinado por la Universidad.
El programa ofrece 39 cursos en 3 años, ajustándose a un sistema de semestres. Los siguientes son los 8 cursos destinados a fomentar el desarrollo inclusivo:
Obstáculos que dificultan el aprendizaje y el desarrollo
El objetivo de este curso es desarrollar la capacidad de los alumnos para analizar distintas categorías de obstáculos que dificultan el aprendizaje y el desarrollo, y que son el resultado de impedimentos, físicos, problemas de salud —o de ambas causas—, o bien de factores ambientales. Se espera que los graduados sean capaces de diseñar estrategias e intervenciones adecuadas para hacer frente a los factores intrínsecos y extrínsecos que generan segregación y exclusión.
Comunicación con personas discapacitadas (el lenguaje por señas de Uganda)
El lenguaje por señas es un tipo de comunicación que utiliza el movimiento de las manos, los dedos y el cuerpo, además de las expresiones faciales, en lugar del sonido. En Uganda es habitual contar con interpretación en lenguaje por señas en acontecimientos públicos donde se espera que asistan personas con discapacidad auditiva, por ejemplo sesiones del Parlamento y de consejos locales, mítines públicos, seminarios, programas de capacitación, noticiarios de televisión, etc. A los alumnos del BACE se les enseña el lenguaje por señas de Uganda: su estructura, sus principios, normas y concejos para una adecuada comunicación, semiótica, comparaciones entre idioma hablado y lenguaje por signos. Los alumnos emprenden una serie de actividades prácticas.
Comunicación con personas discapacitadas (sistema Braille)
El Braille es un sistema de comunicación escrita para personas con visión escasa o no videntes. Utiliza unos puntos en relieve para facilitar la lectura y la escritura. Los alumnos aprenden introducción al Braille, la historia del Braille en Uganda y a nivel internacional, el uso de dispositivos para escribir en Braille, como las máquinas Perkins, las planchas y los punzones. Aprenden inglés, signos numéricos, signos de puntuación y signos matemáticos (suma, resta, multiplicación y división) para Braille, al igual que fracciones, abreviaturas, divisas (dólares, francos, chelines, centavos), sistemas de medición (longitud, peso y volumen), entre otros temas. El Braille es una útil herramienta que facilita la comunicación de los ciegos y les permite movilizarse para luchar por su desarrollo, con lo cual disminuye su marginación.
Alumnos en la Universidad de Kyambogo Fuente: Ephraim Lemmy Nuwagaba
Introducción a la rehabilitación basada en la comunidad (RBC) y la movilidad (RBM)
En este curso se abordan las aptitudes teóricas y prácticas adecuadas para la rehabilitación de PCD. La principal área de interés en la actualidad es el fomento de la rehabilitación de las PCD al interior de su comunidad por medio de mecanismos de inclusión, en lugar de internarlas en instituciones o unidades especializadas. Los alumnos aprenden a poner en marcha nuevos servicios, o a adaptar los ya existentes a las necesidades de las PCD mediante el análisis de las características y ventajas de la RBC, los modelos de RBC, tales como el modelo social, el modelo de desarrollo comunitario, el modelo médico, el modelo integral, el modelo educativo y el modelo económico. También estudian sitios web de referencia, los obstáculos que dificultan la participación de las PCD, y la nivelación de oportunidades, entre otras materias. En el curso también se trata la perspectiva teórica y práctica de la movilidad y la rehabilitación, incluidos los antecedentes históricos de la RBM, la perspectiva funcional, la movilidad y la rehabilitación tradicionales, la movilidad y la rehabilitación contemporáneas, como también los dispositivos de asistencia. El movimiento de PCD es una plataforma fundamental para su participación en el desarrollo. Se analiza la experiencia de Uganda con las PCD en lo relativo a políticas y legislación, cabildeo y promoción, el empleo y las actividades generadoras de ingresos (AGI) y cómo han influido en la integración de PCD en iniciativas de desarrollo.
Personas marginadas en la comunidad
Este curso pretende crear conciencia en los alumnos acerca de la actual marginación de personas y grupos en la sociedad. El contenido se basa en declaraciones y convenciones internacionales, como asimismo en políticas nacionales. En él se abordan la naturaleza, las causas y las categorías de la marginación de la gente, por ejemplo personas que viven en la miseria más absoluta, PCD, madres solteras, niños de la calle, adultos mayores, personas afectadas por el VIH/SIDA y quienes viven con ellas, albinos, grupos minoritarios, refugiados y grupos de desplazados internos, homosexuales y prisioneros. A los alumnos se les enseñan estrategias de intervención orientadas a estos grupos marginados.
Desarrollo de aptitudes empresariales
Los alumnos adquieren aptitudes para identificar negocios potenciales, para desarrollarlos y fomentarlos hasta que se conviertan en iniciativas empresariales viables y rentables. El curso también versa sobre el desarrollo del espíritu empresarial en grupos marginados. A medida que los empleos se van tornando cada vez más escasos, las habilidades empresariales pueden capacitar a los alumnos para crear empleos en lugar de buscarlos.
Proyecto de investigación
Tras familiarizarse con la metodología de la investigación, los alumnos tienen la oportunidad de poner en práctica las aptitudes y los métodos de indagación que han aprendido. Este proceso, que es supervisado en todas sus etapas por un miembro del cuerpo docente del departamento, incluye tareas como identificar un problema de investigación, desarrollarlo hasta elaborar una propuesta de investigación, recopilar y analizar los datos pertinentes y redactar un informe de entre 10.000 y 15.000 palabras con las conclusiones.
Pasantías
Los alumnos del programa BACE realizan trabajo de campo y una pasantía práctica en dos oportunidades: al finalizar el segundo semestre del segundo y el tercer año. Los alumnos son puestos en contacto con organizaciones de la sociedad civil, grupos comunitarios de desarrollo, entidades del sector privado, gobiernos locales
o centrales dedicados a labores de desarrollo además de iniciativas de educación comunitaria y de adultos. Las pasantías les ofrecen a los alumnos oportunidades de poner en práctica las aptitudes desarrolladas en las aulas, ahora en condiciones propias de la vida real, que es el ambiente en el que se espera que trabajen una vez graduados. Durante este período, cada estudiante está bajo la tutela de un supervisor del organismo donde trabaja y de un miembro del cuerpo académico. El supervisor le asigna tareas e inspecciona su rendimiento para garantizar que se alcancen resultados acordes con la labor encomendada. El docente se concentra en supervisar los resultados asociados a aspectos teóricos y prácticos. Al concluir la pasantía práctica, cada alumno redacta un informe sobre el trabajo de campo y lo somete a la evaluación del supervisor académico. Este proceso de trabajo de campo es seguido de cerca por el decano de la FSN&R y por el secretario general de asuntos académicos o por el vicerrector adjunto de asuntos académicos.
A los alumnos se les enseña mediante clases expositivas, trabajos grupales, debates en grupos focales, lecturas asignadas y no asignadas, y también se los alienta para que realicen investigaciones individuales. El trabajo grupal infunde una cul-tura de acción colectiva, al igual que una sensibilidad frente a las preocupaciones de todas las personas, cualidades ambas que son fundamentales en los esfuerzos de inclusión. El trabajo grupal, ofrece, asimismo, oportunidades para la interacción de las PCD con otros alumnos. Cada semestre, los estudiantes se inscriben hasta en 6 unidades de cursos, y en el segundo y tercer años existen asignaturas electivas. De conformidad con la política de la Universidad de Kyambogo, se ofrece interpretación en lenguaje por señas para estudiantes sordos, y materiales impresos en un tipo de letra más grande para quienes sufren de visión deficiente.
Este proceso contempla una evaluación progresiva (40 %) durante cada semestre, y exámenes al final de cada semestre (60 %). La evaluación progresiva se basa en registros que llevan los profesores sobre la participación de los alumnos en clase, en respuestas de los alumnos a las preguntas formuladas, en la concentración y la ayuda prestada a los compañeros, en exámenes y en trabajos grupales e individuales durante el curso. Los alumnos que alcanzan un 50 % en una combinación de evaluación progresiva y exámenes están en condiciones de seguir progresando normalmente en sus estudios, mientras que aquellos que obtienen menos de un 50 % deben volver a tomar el curso en que suspendieron la próxima vez que se imparta. Si bien a la investigación se le asigna un valor de 100 %, la calificación del trabajo de campo por parte del supervisor del organismo y del docente tiene un valor del 20 % y del 30 %, respectivamente. El informe sobre el trabajo de campo es calificado por el académico con una ponderación del 60 %. La evaluación del trabajo de campo y del informe sobre el mismo totaliza un 100 %. Todos los métodos de evaluación son complementados por la intervención de examinadores externos que se encargan de realizar una evaluación cruzada y de prestar asesoramiento sobre la calidad del proceso. Dependiendo de la gravedad de su impedimento, a las PCD se les puede conceder un tiempo adicional durante los exámenes.
Los programas BACE utilizan la biblioteca de la FSN&R y la Biblioteca Central de la Universidad de Kyambogo; los talleres para la elaboración de materiales didácticos destinados a PCD, como la unidad de producción de medios auxiliares para Braille; un laboratorio práctico para personas con visión deficiente; un laboratorio para el lenguaje por señas; y una unidad de producción de materiales audiovisuales. En la universidad existe una flota de triciclos a disposición de las PCD para facilitar su movilidad.
Ndeezi sostiene que el primer paso para lograr salir de un ambiente de marginación y negación de oportunidades consiste en adquirir una educación que tenga aplicación práctica, y estar en condiciones de competir en un mundo con escasas oportunidades. A su juicio, negarles la educación a las personas es el modo más fácil y sistemático de mantenerlas marginadas y privadas de todas las demás oportunidades (New Vision, sábado 10 de diciembre de 2005). Es importante que los adultos con discapacidad reciban la ayuda necesaria para desarrollar al máximo sus capacidades y potenciales, para vivir y trabajar en condiciones dignas participando plenamente en sus comunidades y adoptando decisiones informadas al interactuar con capacitadores especializados en movilidad y rehabilitación y con otros trabajadores o proveedores de servicios. Un acceso más expedito a la educación, incluida la comunicación mediante el lenguaje por señas y el Braille, ayuda a disminuir la discriminación, una forma de violación de los derechos humanos que amenaza la supervivencia de las PCD y vuelve casi imposible su participación en el desarrollo de su comunidad y de la sociedad.
El programa BACE fue una respuesta a las inquietudes en el sentido de que a las necesidades especiales de aprendizaje de jóvenes y adultos en Uganda solo se les daba una mínima importancia. Los programas de educación de adultos no estaban preparando a las PCD para asumir su papel como padres o madres y miembros de la sociedad, pues difícilmente se contaba con algún instructor capaz de atender a sus necesidades. Tradicionalmente percibidas como parias, las PCD estaban condenadas a la exclusión y solo se les permitía recibir donativos de instituciones de caridad y de unos cuantos simpatizantes de su causa. El programa capacita a los profesionales de la educación de adultos para que puedan ayudar a todos los miembros de ese sector de la sociedad, en especial a quienes tienen necesidades educativas especiales, a aprender y a participar en los procesos de desarrollo.
Este aspecto vinculado a las necesidades especiales, como asimismo la naturaleza ubicua, multidimensional y holística del BACE le confiere al programa un carácter único y un alto grado de competitividad como paquete de aprendizaje y como herramienta de preparación para el mercado laboral y el autoempleo. El programa amplía la gama de oportunidades para un aprendizaje ulterior. Los cursos que se concentran en las PCD aspiran a crear en los alumnos las capacidades para trabajar con personas que sufren impedimentos, para desarrollarse como profesionales y modificar la actitud de la comunidad para que apoye a este grupo desfavorecido. El curso de desarrollo de habilidades empresariales entrega conocimientos y aptitudes para acometer negocios en pequeña escala o iniciativas de autoempleo. Los alumnos pueden aprovechar lo aprendido para transformarse en empresarios, o transmitírselo a las PCD para que también inicien un negocio. Esa capacitación permite perfeccionar las prácticas para prestar y gestionar servicios orientados a las PCD. Permite aumentar la cantidad y la calidad de los profesionales dedicados a preparar a las PCD, a sus familiares y a la comunidad para gestionar las necesidades de apoyo propias de este sector.
El departamento de educación comunitaria y de adultos se preocupa de que la capacitación profesional en este ámbito incluya información sobre la discapacidad. El departamento lleva a cabo investigaciones sobre la vida de las PCD y sobre los obstáculos que dificultan su participación y su desarrollo. Algunas de estas investigaciones han sido realizadas por los docentes en colaboración con organizaciones de personas discapacitadas y una ONG de educación de adultos, dentro del marco de la Investigación de Acción Comunitaria sobre la Discapacidad (Community Action Research on Disability – CARD). Este proyecto fue respaldado por el Fondo Fiduciario de Katutandike de Gran Bretaña.
El contenido del programa abarca inquietudes relativas al desarrollo a nivel local y comunitario, nacional y mundial, con lo que se aporta una combinación muy heterogénea, ya que los trabajadores comunitarios capacitados deben promover, en diversos grados, un desarrollo que está influido por situaciones locales, nacionales y mundiales. Los alumnos son preparados para adaptarse a distintas situaciones o ambientes laborales. Cuando se trata de empleos formales, la preparación se efectúa inculcando aptitudes técnicas en áreas tales como planificación y gestión de proyectos, organización, movilización comunitaria, investigación, espíritu empresarial, y otras habilidades que pueden capacitar a los estudiantes para adaptarse al sector formal.
Con respecto a los empleos informales, incluido el autoempleo, la formación se efectúa dotando a los alumnos de aptitudes asociadas a la administración de empresas, la microfinanciación, la automotivación, las relaciones humanas, etc. También se enseña a los estudiantes a ser personas creativas, autónomas y capaces de acometer sus propios proyectos de autoempoderamiento, gracias a lo cual logran aprovechar oportunidades de empleo formal o de autoempleo.
El BACE es un programa sumamente variado que se orienta al desarrollo comunitario y el autoempoderamiento, y que está contribuyendo de manera significativa a mejorar la fuerza laboral ugandesa. Los graduados del BACE son contratados por ONG (locales e internacionales) en todas las regiones de Uganda. Otros trabajan para el gobierno local y central (en una diversidad de sectores, entre ellos salud, gobiernos locales, universidades, organismos gubernamentales, etc.), el sector privado (bancos, organismos de microfinanciación, empresas de telecomunicaciones, editoriales, etc.) y unos cuantos desempeñan actividades de autoempleo. Algunos han conseguido empleo en organizaciones cuya principal preocupación es la discapacidad, como la Unión Nacional de Personas con Discapacidad de Uganda (National Union of Disabled Persons in Uganda – NUDIPO), la Acción por la Discapacidad y el Desarrollo (Action for Disability and Development – ADD) y Sense International, entre otras. Otro resto trabaja para agencias donde, entre los diversos asuntos de los que se ocupan, está incluida la discapacidad.
En 2010, con el respaldo de DVV International, se celebró un taller para funcionarios de secciones y para organizaciones o grupos que colaboran con el Departamento de Educación Comunitaria y de Adultos. Entre los actores interesados se incluían, amén de graduados y actuales estudiantes, las instituciones dedicadas a formar a alumnos mediante el trabajo de campo. Todos ellos reconocieron la contribución del programa BACE al fomento de la inclusión.
Persisten, no obstante, algunas insuficiencias. La falta de capacitación en el uso de computadoras y otras herramientas de la tecnología de información y comunicaciones compromete la eficiencia y la eficacia de sus graduados en situaciones de trabajo o en el mercado laboral. El Departamento sufre un grave déficit de personal, por lo que depende en gran medida de funcionarios a tiempo parcial. Ello a pesar de que en las disposiciones del reglamento de la Universidad de Kyambogo relativas al Departamento se propone dotarlo de un catedrático, un profesor adjunto, dos profesores titulares, dos profesores titulares interinos, dos profesores auxiliares y un ayudante de cátedra, cargos que en su mayoría permanecen vacantes. Debido a la insuficiencia de personal, no se documentan de manera sistemática las experiencias adquiridas en la investigación y el trabajo de campo por los docentes, los alumnos y los graduados, al igual que los logros y las mejores prácticas del programa.
Todas las partes interesadas parecen estar de acuerdo en que los cursos sean teóricos. Lo anterior se explica tal vez porque la escasez de fondos ha obligado a reducir progresivamente el período durante el cual los profesores titulares supervisan a los alumnos en el trabajo de campo. Con todo, existen evidencias convincentes en cuanto a la necesidad de acentuar el carácter práctico del programa. El fenómeno anterior también podría obedecer a una tendencia de los alumnos a esperar que les pongan todo en bandeja de plata y a concentrarse en los exámenes en lugar de convertirse progresivamente en estudiantes independientes capaces de resolver problemas por su cuenta de manera innovadora. También podría ser un reflejo de todo el sistema educativo, que en gran medida ha sido moldeado con la idea preparar a los alumnos para aprobar los exámenes en vez de capacitarlos para resolver problemas y consagrarse al aprendizaje autodirigido.
La insuficiencia de recursos no solo ha afectado el trabajo de campo, sino además la infraestructura, el estado de ánimo del personal, y la disponibilidad de materiales de enseñanza y aprendizaje. El espacio de las aulas, las oficinas y los centros de referencia es muy reducido, y además cuentan con un equipamiento bastante limitado, por lo que el entorno de aprendizaje se torna desfavorable. La falta de fondos se traduce en bajos sueldos para el personal docente de la Universidad, lo que afecta la motivación y dificulta la compra de materiales didácticos actualizados.
El debate anterior parece sugerir que la Universidad de Kyambogo, a través del Departamento de Educación Comunitaria y de Adultos de la FSN&R, nos ofrece el ejemplo de una institución que está contribuyendo a la integración social de las PCD, un sector de la sociedad que durante largo tiempo ha sido excluido de la educación de adultos y de los procesos de desarrollo. Su programa BACE se beneficia de las sinergias resultantes de un dinámico movimiento en favor de los discapacitados, aunque todavía afronta algunos obstáculos.
Handicap International y CBM (2006). Disability in development: Experiences in Inclusive
Practices. Lyon Cedex & Bensheim: Handicap International y CBM. Organización Mundial de la Salud (2011). Informe mundial sobre la discapacidad (2011).
Ginebra: Organización Mundial de la Salud.