Cómo empoderar a los ciudadanos mediante ambientes virtuales de aprendizaje

De izquierda a derecha:

Maria Alzira Pimenta 
Universidad de Sorocaba
Brasil

Sônia de Almeida Pimenta 
Universidad Federal de Paraíba
Brasil
 

José Furtado
Instituto para el Desarrollo Sostenible de Campinas
Brasil

Mabel Petrucci
Universidad Estatal de Paraíba
Brasil

 

  

Resumen – En este artículo se describe la investigación realizada dentro del marco del Observatório Cidadão (Observatorio Ciudadano – OC) de Campinas, Brasil. En dicho trabajo se analiza el potencial del OC para fomentar y alentar la acción ciudadana determinando la manera en que las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) podrían aprovecharse más eficazmente para promover procesos de emancipación. Lo que propone el OC es crear objetos digitales de aprendizaje (ODA) que, empleados con la ayuda de instructores, ayudarían a promover la emancipación y el empoderamiento al interior de la sociedad. El resultado previsto es empoderar a los ciudadanos para que participen en debates inteligentes y sean capaces de proponer ideas y adoptar decisiones sobre temas tales como políticas relativas a la planificación urbana y la gestión de residuos sólidos.  



Durante la década de 1990, Brasil procuró “redemocratizarse” adoptando nuevos marcos jurídicos. Desgraciadamente, no se disponía de medios que permitieran determinar con certeza si al aplicarse estos marcos se logró alcanzar un grado de democracia satisfactorio. Por ejemplo, incluso transcurridas dos décadas tras el fin de la era del bipartidismo, a los brasileños se les hace cuesta arriba afrontar el actual escenario de 32 partidos políticos cuya identidad ideológica —en el caso de que posean alguna— es difícil de determinar o reconocer.

Puesto que la democracia representativa no atiende plenamente y de manera satisfactoria a las necesidades del ciudadano medio, otros actores han entrado en escena. La cohesión social, el compromiso cívico y el control social (estrategias con que la sociedad civil supervisa a las autoridades públicas) son requisitos fundamentales para la estabilidad y el progreso de la sociedad brasileña. En efecto, los brasileños han visto surgir varias organizaciones no gubernamentales (ONG) que se dedican al empoderamiento ciudadano e interactúan con autoridades e instituciones del sector público.

Campinas que Queremos es una de las numerosas ONG que trabajan en proyectos similares en diversas ciudades brasileñas. Los objetivos de esta entidad son fomentar la participación civil en la planifi cación urbana, para así supervisar de manera crítica la ejecución del presupuesto, realizar un seguimiento de los indicadores de calidad de vida y —una última aspiración, aunque no la menos importante— trabajar en diversos ámbitos con miras a perfeccionar y crear nuevas modalidades de educación ciudadana. Esta serie de iniciativas se conoce con el nombre de Observatório Cidadão (Observatorio Ciudadano – OC).

Para empoderar a los ciudadanos es preciso capacitarlos. Los recientes avances en el campo de las TIC constituyen una de las herramientas del arsenal. Analicemos más detenidamente los objetos digitales de aprendizaje (ODA) como un recurso que permite promover la educación para la ciudadanía (uno de los objetivos del OC). Los ODA procuran ofrecer nuevos formatos y procesos educativos que, en lugar de adaptarse a las características de la así llamada sociedad del conocimiento, podrían contribuir a mejorarla. Para lograr este objetivo aprovechan una de las particularidades de esta sociedad en ciernes: el enorme caudal de información disponible.

La educación para la ciudadanía y la TIC

La educación para la ciudadanía puede ser el factor más importante y el mayor desafío para quienes están empeñados en forjar una sociedad justa y ética. Se trata de un concepto pedagógico que presupone la existencia de un proceso de humanización, socialización e individualización personal (Charlot, 2000). El concepto hace hincapié en la necesidad de desarrollar la autonomía y el pensamiento crítico. En este tipo de pensamiento se requieren conocimientos (que a menudo se confunden con la “información”, a la cual se puede acceder tan fácilmente en internet). Aun cuando resulta fundamental garantizar el acceso a la información, este de por sí no es suficiente. Es menester transformar la información en conocimiento. Hay que distinguir el conocimiento de la información y utilizar esta última para elaborar aquél, de modo de empoderar a los ciudadanos para que lleguen a sentirse personas socialmente incluidas que participan activamente en el control de las actividades del Gobierno.

Por ejemplo, el crecimiento y el desarrollo urbanos requieren contar con un complejo y eficiente sistema de gestión financiera que ofrece numerosas oportunidades para cometer malversaciones. Proporcionarle al ciudadano medio herramientas para comprender estas deficiencias es una manera de impulsar el empoderamiento y la consiguiente participación social. Ello conduce a un mayor grado de control social en los diversos niveles en que actúa el Gobierno.

Según Castilho y Osorio (Pontual, 2005:63), la educación para la ciudadanía aspira a fomentar el desarrollo de estrategias que permitan intervenir en los procesos en general y en las agendas públicas que privilegien “la capacitación para el cabildeo ciudadano; las iniciativas de interés público; y la creación de movimientos públicos efi cientes y creativos, capaces de funcionar como redes de actores sociales”. A nuestro modo de ver, el interés público combinado con las redes sociales permite forjar una sociedad ética y justa.

El Observatorio Ciudadano (OC) y los objetos digitales de aprendizaje (ODA)

El OC es un entorno educativo informal que ofrece una plataforma de aprendizaje para una amplia variedad de actores sociales. Tiene un carácter no partidista, secular y pluralista. El OC se basa en cuatro pilares: transparencia de la gestión pública; participación y control social; educación para la ciudadanía; una ciudad justa y sostenible.

Este proceso de supervisión debería traducirse en un mayor grado de transparencia en los actos del Gobierno, y también debería contribuir al pleno ejercicio del control social, creando las condiciones para promover la toma de conciencia ciudadana. Son dos las premisas que inspiran sus acciones: a) el ciudadano medio no tiene conciencia de cómo funcionan los tres poderes del Estado (judicial, legislativo y ejecutivo), lo cual dificulta el ejercicio de los derechos ciudadanos; b) los datos sobre economía, salud pública y educación disponibles en páginas web oficiales resultan incomprensibles para cualquiera que no sea especialista en el tema, por lo que cuesta analizarlos. La labor educativa del OC procura generar información y conocimientos a partir de dichos datos, con lo cual se amplía y profundiza el debate en torno a temas que conciernen a todos los ciudadanos.

Uno de los métodos que, según se comprobó, ayudaba a promover el aprendizaje interactivo en el OC era el uso de objetos digitales de aprendizaje (ODA). Se trata de recursos propios del aprendizaje virtual, que instan al visitante a investigar y explorar según sus intereses la información disponible.

Estos recursos reciben diversas denominaciones: recursos digitales en línea (Sá Filho y Machado, 2003), recursos digitales de aprendizaje (Jordão, 2010), objetos virtuales de aprendizaje (Antônio Jr. y Barros, 2005) por citar algunos ejemplos. Nosotros adoptamos el término objetos digitales de aprendizaje, definidos por Wiley (2000) como: “entidades digitales que pueden entregarse a través de internet, lo que significa que una cantidad ilimitada de personas puede acceder a ellos y utilizarlos simultáneamente”. Estas entidades pueden incluir “contenidos multimedia, contenidos pedagógicos, objetivos de aprendizaje, software didáctico y herramientas de software, al igual que personas, organizaciones o eventos a los que se hace referencia durante el proceso de aprendizaje con apoyo tecnológico”.

La accesibilidad, la durabilidad, la modularidad y la capacidad de ser reutilizado son características propias de un ODA. La última de ellas es la más importante (Sá Filho y Machado, 2003; Jordão, 2010), pues permite aplicar los ODA a diversos contextos y objetivos, y combinarlos con diferentes objetos “para crear ambientes de aprendizaje variados y flexibles” (Antônio Jr. y Barros, 2005).

La elaboración y el empleo de los ODA en diversas modalidades y para distintos objetivos educativos se vincula con lo que Levy (2000) denomina inteligencia colectiva. En lugar de ser controlado, el conocimiento humano tiene que integrarse con las actividades humanas y, especialmente, debe socializarse de manera igualitaria. Al principio puede parecer una tarea difícil de realizar, pero se transforma en una empresa menos utópica cuando se considera el potencial interactivo que se adquiere gracias a las TIC.

Investigación virtual

A fin de comprender cómo impartir de manera virtual la educación para la ciudadanía, y determinar cómo se puede aprovechar las TIC para promover la emancipación y el empoderamiento de los ciudadanos, en nuestra investigación empírica empleamos ambientes virtuales. Elaboramos una encuesta dirigida a una audiencia medianamente familiarizada con las redes sociales y los ambientes virtuales. El universo de encuestados era amplio y variado. Al fi nal nuestra muestra incluyó a 40 encuestados.

A continuación se mencionan tres ejemplos basados en nuestra definición de ODA:

  1. El documental “O Valor da Água” (“El valor del agua”, programa 16), producido por TV PCJ y patrocinado por la Agência das Bacias dos Rios Piracicaba, Capivari e Jundiaí (Agencia para la Gestión de las Cuencas de los Ríos Piracicaba, Capivari y Jundiaí). Se trata de un vídeo que dura 14 minutos, en el que se explica cómo funciona el sistema de captación y de suministro del agua. En este ODA se emplean recursos de computación gráfica en los que se integran imágenes satelitales, gráfi cos, diagramas, narración oral y textos (Figura 1).




    Figure 1 – DLO 1

  2. “Na Boca do Povo” (“En boca del pueblo”) es un cortometraje de un minuto de duración, dirigido por Kawe de Sá y Bruno Medaver, sobre el tema “Información pública: el derecho de todos. No hay excusas ni secretos”. En esta obra, que es casi una película muda, a los realizadores les bastan unos pocos sonidos e imágenes para comunicar un importante mensaje acerca de inquietudes y problemas relacionados con la participación social (Figura 2).




    Figure 2 – DLO 2

  3. Una presentación de diapositivas producida por el personal del OC “Campinas que queremos”, en la que se abordan problemas relacionados con la situación socioeconómica y política, da a conocer algunos estudios críticos e interrogantes sobre la lucha contra la corrupción, el control social y la crisis en el abastecimiento del agua (Figura 3).




    Figure 3 – DLO 3

Al acceder por primera vez a la encuesta, los usuarios se encontraron con estos tres ejemplos. Para responder a las preguntas había que hacer clic en el primer enlace, que permitía acceder a los dos siguientes. Por último, los usuarios debían llenar un cuestionario virtual sobre educación para la ciudadanía.

Resultados

1) ¿Cuál les gusta más (tomando en cuenta factores como apariencia, contenido, duración, etc.)
Pese a su mayor duración, el ganador fue el documental “O valor da Àgua”, seguido de cerca por el cortometraje “Na Boca do Povo”. Con un puntaje considerablemente más bajo, la presentación de diapositivas producida por Campinas que Queremos ocupó el último lugar, como se aprecia en las figuras 4 y 5.

Aunque el documental y la animación ocuparon un puesto bastante similar, tienen extensiones muy distintas: mientras que el primero dura 15 minutos, la segunda no supera el minuto. Si bien ambos recurren al lenguaje audiovisual, el documental emplea un estilo directo, en tanto que la animación requiere cierto esfuerzo de interpretación. El documental entrega información, mientras la animación trata sobre los valores vitales. El cuestionario ofrecía la posibilidad de formular comentarios, y algunas personas criticaron el formato de los ODA, en particular ciertos aspectos técnicos que afectaban la calidad de la imagen, como también la influencia negativa del ritmo de vida moderno que distrae nuestra atención.

2) ¿Cuál es la duración más adecuada?
La gran mayoría sugirió menos de 5 minutos (con una significativa cantidad de votos para “menos de 10 minutos”, según la Figura 6). En la actualidad accedemos fácilmente a una cantidad de información mucho mayor de la que somos capaces de asimilar. Asimismo, el continuo e intenso flujo de información que manejamos a través de la mensajería instantánea ha condicionado nuestra manera de percibir el mundo y de situarnos en él. En este caso, ello significa que las personas desean recibir mensajes cortos, con una duración media de 5 minutos. Uno de los encuestados señaló la necesidad de considerar la relación entre la longitud y los medios de comunicación.

3) ¿Qué formato es el que mejor se adecua a la educación para la ciudadanía?
Pese a su longitud, el documental superó por un estrecho margen a la animación. Ambos ODA obtuvieron más preferencias que el formato de diapositivas. Estos resultados, aun cuando difieren de los de la pregunta 2 (que favorecieron una duración inferior a 5 minutos), resultan comprensibles si tenemos en cuenta la enorme cantidad de información que entrega el documental, que es una de las características que se consideran relevantes en un ODA (como puede apreciarse en la siguiente pregunta).

4) ¿Q ué característi cas son relevantes en un ODA?
Los resultados revelan que los encuestados requieren información. Se trata de una exigencia pertinente, ya que ellos consideran que un ODA debe incluir además indagación, dinamismo y simplicidad. Tales características refuerzan el ODA como herramienta capaz de contribuir a la educación en general, y de promover, de manera simple y dinámica, las interacciones sociales basadas en la información. Para abordar algunos problemas complejos se requiere poseer ciertos conocimientos sobre la información, al igual que una capacidad para dominar el lenguaje y los valores que los configuran. Las características del ODA identificadas por los encuestados no conducen solo a la satisfacción de los ciudadanos, sino además a su compromiso social.

En el contexto de la educación para la ciudadanía, el contenido (información) es fundamental para el desarrollo del cuestionamiento crítico, al emplear un lenguaje sencillo y accesible adaptado a las distintas realidades (Figura 7).

 


5) Con respecto a la educación para la ciudadanía, ¿cuáles considera que son los temas más importantes? (Opciones: sistema de votación, organización política, impuestos y tributación, corrupción y control social, sostenibilidad, derechos y deberes de los ciudadanos, control del gasto público, transparencia, etc.).
Las respuestas demuestran que el tema “organización política” es el más importante, lo cual no es una coincidencia. Todos los demás temas sugeridos deberían estar determinados por una comprensión de la organización política. De hecho, los sistemas de votación, la tributación, el control social y la adecuada sostenibilidad solo pueden establecerse mediante un sistema político que esté en concordancia con los intereses de la ciudadanía. Las respuestas revelan que las personas exigen recibir más información sobre este tema (Figura 8).

El segundo tema más votado fue “derechos y deberes de los ciudadanos”. A nuestro juicio, se trata de un tema esencial y muy relacionado con el anterior, por lo que tendría que figurar en la agenda política. Es preciso que las personas se sientan informadas y sean conscientes de sus derechos y deberes, lo cual explica la enorme importancia que nuestros encuestados le asignan al tema.

Nosotros subrayamos que el OC, al abarcar una serie de iniciativas orientadas a la educación para la ciudadanía, ha procurado contribuir al desarrollo de la identidad de los ciudadanos y al compromiso con el control social de la gestión pública. Por consiguiente, el desarrollo y el empleo de los ODA es una de nuestras estrategias para incorporar el OC en la sociedad del conocimiento. Creemos que al permitirse el acceso a información pertinente se le entregan conocimientos al ciudadano medio, como lo señala Levy (1993: 40). “[… ] retener lo aprendido. Al utilizar un patrón no lineal, los recursos multimedia interactivos permiten adoptar una actitud exploratoria con respecto al material que ha de asimilarse. Se trata, por tanto, de una herramienta que se adapta perfectamente a una pedagogía activa”.

Un ejemplo de esta función activa y participativa puede encontrarse en el comentario de uno de los encuestados: “Independientemente del tipo de equipamiento utilizado en el proceso de aprendizaje, lo más importante es asimilar el contenido y debatir con otras personas las ideas y las sugerencias que puedan plantearse” (encuestado n.º 36).

El empleo de los ODA también ha demostrado ser una estrategia eficaz al momento de socializar la información y los conocimientos. Ayuda a crear conciencia sobre temas urgentes (por ejemplo, corrupción y malversación de fondos públicos), y alienta a los ciudadanos a asumir un compromiso social.

Quisiéramos destacar tres aspectos de esta encuesta. En primer lugar, la transparencia de los procedimientos adoptados, desde la recopilación de datos hasta la socialización de los resultados, ya que la información sobre cada etapa está disponible en la página web del OC, en nuestros fansites y en otras direcciones de internet. Nos parece que las TIC ofrecen herramientas que fomentan el empoderamiento y el desarrollo del conocimiento.

En segundo lugar, el equipo puede evaluar la efi cacia de los ODA desarrollados. La cantidad de opciones revela que necesitamos definir nuevas estrategias para alcanzar nuestros objetivos. Por añadidura, descubrimos que nuestra práctica constituye un ejemplo de la capacidad de reutilización, ya que también proporcionamos materiales para el ODA que no fueron elaborados por nosotros.

En tercer lugar, los resultados de nuestra investigación ofrecen al equipo del OC, y a otros interesados en el tema, importantes percepciones para el desarrollo de otros ODA, ya que se basan en el punto de vista del receptor (en cuanto al formato, la longitud, el tema y las características deseables).

Según Davies (2006), “la ciudadanía mundial se basa en los derechos, la responsabilidad y la acción”. Por consiguiente, es necesario que las personas tengan acceso a procesos educativos que definan claramente no solo la manera en que funciona el mundo, sino además el papel que cumplimos en él, incluidos nuestros derechos y deberes. Este conocimiento, aunque tenga un carácter cultural, tecnológico, político y económico, debe servirnos de guía para forjar una sociedad más justa y sostenible. Es la educación que forma a ciudadanos activos en su comunidad local la que nos permite extender la reflexión a niveles que exceden nuestro ámbito inmediato, para así contactarnos con la sociedad mundial. Las nuevas tecnologías empleadas en la educación para la ciudadanía, como ocurre en el Observatorio Ciudadano, pueden contribuir a los esfuerzos por crear una ciudadanía mundial.

Por último, tenemos conciencia de que el conocimiento y la comprensión son procesos cognitivos esenciales para crear una ciudadanía activa. Estas aptitudes constituyen el pensamiento autónomo y crítico indispensable para desplegar una actitud colaborativa que permite transformar la mera indignación en fortaleza, motivación y acción concertada para luchar por que toda la sociedad pueda disfrutar de tiempos mejores y condiciones más justas.


Referencias

Antonio, W., Jr., & Barros, D. M. V. (2005): Objetos de aprendizagem virtuais: material Didático para a educação básica. http://bit.ly/1eTp7Ad

Charlot, B. (2000): Globalização e Educação. Texto de Conferência no Fórum Mundial de Educação, 2000. (Texto avulso). http://bit.ly/1IhSpCn

Davies, L. (2006): Global citizenship: abstraction or framework for action? Educational Review, v 58(1), p. 5–25. DOI: 10.1080/00131910500352523

Jordão, T. C. (2010): Recursos digitais de aprendizagem. Revista Tecnologias na Educação ano1, no. 1. ISSN: 1984-4751. Retrieved from http://tecnologiasnaeducacao.pro.br

Lévy, P. (2000): A inteligência coletiva: por uma antropologia no ciberespaço. 3. ed. São Paulo: Loyola.

Lévy, P. (1993): As Tecnologias da Inteligência. São Paulo: Editora 34.

Pontual, P. (2005): Educação popular e democratização das estruturas políticas e espaços públicos. In: Educação popular na América Latina: desafios e perspectivas. Brasília: UNESCO, MEC, CEAAL.

Wiley, D. A. (1999): Learning objects and the new CAI: So what do I do with a learning object?  


Sobre los autores

Maria Alzira de Almeida Pimenta cuenta con experiencia en educación básica como maestra, al igual que como directora y coordinadora de educación de adultos. Es profesora del Programa de Posgrado en Educación en la Universidad de Sorocaba, directora del Instituto Campinas Sostenible, y colaboradora voluntaria en el Observatorio Ciudadano “Campinas Que Queremos”. Realiza investigaciones en el campo de la evaluación y la ética.

Contacto 
Contact Cidade Universitária 
Rod. Raposo Tavares, km, 92.5, 
Sorocaba-SP, 18023-000 
Brasil 
alzira.pimenta@gmail.com

Sônia de Almeida Pimenta posee un PhD en educación y es profesora en la Universidad Federal de Paraíba, Brasil. Ha trabajado como coordinadora del Programa de Formación Docente en Portugués en Timor Oriental. Posee experiencia en salud pública y educación, tecnología en educación, educación a distancia, evaluación, enseñanza y aprendizaje.

Contacto 
Rua Recife, Lotes 1–7 – Jardim Bela Vista, 
Rio das Ostras – RJ, CEP 28895–532 
Brasil 
sopimenta1@gmail.com 

José Furtado posee un MSc en Ingeniería, trabaja de consultor en sostenibilidad y responsabilidad social corporativa, y es coordinador de Observatorio Ciudadano. Entre sus áreas de interés se encuentran el desarrollo comunitario, el control social, la transparencia y los métodos para aumentar la participación ciudadana en la definición de políticas públicas.

Contacto 
Rua Benedita Franco Gomes, 56 
Fundos, Campinas – SP – 13077-066 
Brasil 
mfurtado.jose@gmail.com

Mabel Ribeiro Petrucci Padilha posee un Máster e n Educación y es alumna del programa de Phd en sociología en la Universidad de Minho, Portugal. Cuenta con experiencia en educación, con énfasis en procesos educativos por intermedio de tecnologías digitales de información y comunicaciones, estudios culturales y educación. Es profesora del Programa Nacional de Formación de Profesores de Educación Básica en João Pessoa, Paraíba, Brasil.

Contacto 
Universidade Estadual Vale do Acaraú – Unavida 
Rua Flávio Ribeiro Coutinho 50 – João Pessoa 
Paraíba, Brasil 
mabelpetrucci@hotmail.com

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