Mantenimiento de la paz en la multiétnica Macedonia

Biljana Mojsovska
Lifelong Learning Centre/DVV International
Macedonia

 

 

 

 

Resumen – La educación de adultos es una herramienta para la consolidación de la paz en una sociedad multiétnica como Macedonia. Es preciso emprender iniciativas en múltiples niveles: concienciación cívica y democratización; medidas eficaces para fomentar la coexistencia entre etnias; aprendizaje intercultural y eliminación de prejuicios, incluidos los esfuerzos por superar conflictos del pasado. Al ser los principales componentes de la sociedad, que impulsan individualmente los procesos colectivos, las personas cumplen un papel decisivo en todo este proceso. 


“Si desean poner fin a la guerra, en lu gar de enviarnos armas, manden li bros. En lugar de enviarnos tanques, manden lápices. En lugar de enviarnos soldados, manden maestros.”

Malala Yousafzai1 (17), ganadora del Premio Nobel de la Paz.

Al leer lo que opina esta joven galardonada con el Premio Nobel, me admira e impresiona su sabiduría; consideremos que tiene apenas 17 años y es capaz de refl exionar con sensatez y lucidez, demostrando tener más sentido común que muchos adultos. Su mensaje es claro, lógico y razonable, y su solución parece sencilla y efi ciente. Le da cuerpo y forma a un concepto teórico y abstracto como el de “pacifismo”.

Yo me pregunto: ¿Acaso la solución radica en la educación? ¿Puede la educación prevenir o detener la guerra? ¿Es la educación el instrumento clave para alcanzar la paz? No es fácil hablar de ciudadanía, en cualquiera de sus formas, si no vivimos en un clima de paz. Si analizamos la situación mundial, podemos percibir una serie de regiones en crisis, crisis políticas, intervenciones militares, actos de terrorismo, víctimas militares y civiles, crisis de refugiados y miles de personas desplazadas. Estamos rodeados por agresiones militares y por el uso de la fuerza. Y no me refi ero al pasado histórico, sino al siglo XXI, una era en que se vive un acelerado proceso de modernización y progreso; una época en que la guerra, un instinto primario, se percibe como un acto sumamente primitivo, obsoleto y sin sentido.

Cuando el maestro debió mudarse 13 veces

Procuraré responder a las interrogantes anteriores desde la perspectiva que me dan mis 15 años de experiencia en el sector educativo. Trabajo para DVV International, organismo internacional que estableció una ofi cina en Macedonia con el objetivo de fomentar el desarrollo de la educación de adultos. Sin embargo, si bien analizo la situación desde mi óptica profesional, no puedo obviar el aspecto personal. Soy ciudadana de un país que posee una larga historia de conflictos militares, donde el mantenimiento de la paz está incorporado en el código genético y es el bien más sagrado, como asimismo un arte de vivir. Soy también nieta de un maestro que durante la Segunda Guerra Mundial debió mudarse 13 veces a diversos destinos en toda Macedonia para cumplir su misión de enseñar y alfabetizar. Y no debo olvidar que también soy maestra de profesión.

Campamento juvenil: “No seamos sordos, ciegos y mudos: el arte contra la discriminación”, © Forum Civil Peace Service Skopje

Mi país, Macedonia, se transformó en estado independiente y soberano hace tan solo 24 años, época en que contaba con 2 millones de habitantes de distintos orígenes étnicos y religiosos. Han estado viviendo en este territorio desde hace siglos, cada uno con características propias en cuanto a identidad, cultura, tradiciones y costumbres. Todos ellos en su conjunto —macedonios, albaneses, turcos, romaníes, valacos, bosnios, serbios— conforman una sociedad variopinta y multicultural. En mi mapa mental imagino este mosaico de identidades como la historia de una familia en la que también hay desavenencias y conflictos durante la vida cotidiana.

Heridas recientes

En Macedonia, el recuerdo de los conflictos entre etnias sigue vivo. La crisis que tuvo lugar en 2001 derivó en un compromiso político, tras el cual todos vivimos bajo un velo de delicadas relaciones entre las etnias. Por tratarse de un asunto espinoso, no es fácil escribir sobre él. En estos días, mientras redacto este artículo, mis conciudadanos se congregan masivamente en las calles de la capital para protestar contra el Gobierno o para apoyarlo, lo que difi culta aun más cualquier intento de abordar este tema.

Volviendo a la interrogante principal, ¿cómo se puede lograr la paz mediante la educación de adultos?

Visto desde la óptica de un donante extranjero que colabora en un país en desarrollo como Macedonia, los proyectos educativos constituyen una herramienta efi caz para instruir a los ciudadanos con miras a definir y acrecentar su conciencia de la realidad. Dichos proyectos también contribuyen de manera indirecta al desarrollo de la democracia. De acuerdo con nuestra experiencia adquirida hasta la fecha en Macedonia, los proyectos de educación de adultos repercuten en: 1) la creación de una conciencia democrática, y con ello contribuyen indirectamente a 2) el entendimiento y la coexistencia entre las etnias y 3) los esfuerzos por evitar y prevenir conflictos. Ahora bien, ¿de qué manera podemos lograr la democratización mediante la educación? ¿Qué métodos, enfoques y principios deberíamos aplicar?

“Entre los humanos no existen fronteras”

Macedonia es una democracia joven que obtuvo su condición de estado hace solo un cuarto de siglo. Los procesos de transición, el nivel de conciencia de la gente, al igual que otros factores y condiciones de carácter social y político, impusieron la urgencia y la necesidad de forjar una cultura democrática basada en las personas. La concienciación de las personas, por ser los componentes fundamentales de la sociedad, es una herramienta confiable para poner en marcha y acelerar los procesos sociales, uno de los cuales es la democratización.

“...alentamos a los ciudadanos y les hicimos saber que, como habitantes del municipio, tienen el derecho a ser escuchados...”

Completar la labor

Nuestra organización, en asociación con una entidad política, la Fundación Friedrich Ebert, y junto con 9 organizaciones locales, diseñó un proyecto trienal para la ciudadanía activa, siguiendo el modelo rumano como ejemplo de mejor práctica. Durante el período comprendido entre 2010 y 2012 implementamos el proyecto “El ciudadano ante todo”, que se concentra en aumentar el grado de conciencia de los ciudadanos respecto del derecho a adoptar decisiones a nivel local. El proceso de descentralización en Macedonia se ha puesto en práctica desde 2001, delegándose muchas facultades a los municipios. El proyecto complementó efi cazmente las necesidades en esta área. A través de las medidas y actividades del proyecto, capacitamos a 18 instructores en 9 municipios, habilitándolos para instruir a los ciudadanos sobre sus derechos democráticos y las iniciativas civiles. Se organizaron seminarios de información para ciudadanos que demostraban interés en sus municipios locales. Así pues, alentamos a los ciudadanos y les hicimos saber que, como habitantes del municipio, tienen el derecho a ser escuchados y la facultad para presentar ante gobierno local iniciativas orientadas a la solución de un determinado problema. Para nuestra sorpresa, la experiencia demostró que estos programas educativos eran útiles no solo para los ciudadanos sino además para el personal que trabaja en la administración municipal. El gobierno local carecía, además, de información sobre cómo ejercer su mandato y cómo mantener e intensificar la cooperación con los ciudadanos. Identifi camos necesidades específicas de perfeccionamiento y mejora en el personal del gobierno local, y actuamos en consecuencia.

Retomando el tema de la naturaleza multiétnica de la sociedad macedonia, quisiera destacar que, tal como se presenta esa realidad, entraña un constante desafío para la educación de adultos. ¿Cómo hay que proceder? Nosotros, como organización, trabajamos conjuntamente con otras entidades, no por nuestra cuenta. Por ejemplo, trabajamos con la oficina de la organización alemana Forum Civil Peace Service2 en Skopie y con el Centro de Desarrollo Comunitario3 de Kichevo. En 2013 emprendimos un programa de cooperación que aún mantiene su vigencia. Identifi camos dos grupos destinatarios —los adultos y los jóvenes de comunidades étnicamente mixtas—, con los cuales implementamos proyectos a medida.

Generar confianza, ofrecer alternativas

El proyecto “Vale la pena ser de Kichevo” es un ejemplo de cómo los dirigentes —representantes del sector civil— pueden ser capacitados en un municipio multiétnico para actuar como mediadores en la comunidad, y como agentes capaces de motivar a los habitantes para que planteen sus problemas de manera proactiva. Esta labor se realizó en diversos niveles, teniendo en cuenta la complejidad de las necesidades de cada entorno. En primer lugar, fomentamos sus aptitudes para la mediación y la resolución de confl ictos en la comunidad, a fin de transformarlos en agentes capacitados para apaciguar los conflictos étnicos que surgieran en su entorno. En segundo lugar, les entregamos nociones básicas sobre iniciativas civiles y ciudadanía activa, de modo que fueran capaces de multiplicar esas prácticas en su entorno. Y en tercer lugar, fomentamos sus aptitudes y los instruimos sobre métodos didácticos para adultos, de manera que fueran capaces de compartir esos conocimientos de manera interactiva y eficiente con sus conciudadanos adultos. Este enfoque resultó ser muy provechoso y superó las expectativas: los mediadores no solo demostraron poseer iniciativa para aplicar los conocimientos, sino que además aportaron ideas para asegurar la sostenibilidad del proyecto. Su proactividad en este último aspecto les confirió un valor añadido a nuestros esfuerzos conjuntos.

El segundo grupo destinatario (los jóvenes) fue incluido en el proyecto “No seamos ciegos, sordos y mudos: el arte contra la discriminación”, que pusimos en práctica en 2013. La experiencia que adquirimos al aplicar este enfoque también debería analizarse en el contexto de este tema. Como ya se mencionó anteriormente, Macedonia cuenta con una variada tradición de conflictos, guerras y sufrimiento a lo largo de su historia. Puesto que las distintas comunidades étnicas guardan recuerdos de esas contiendas del pasado, la actitud fundamental para mantener la coexistencia es encontrar la manera de afrontar el pasado y resolver los confl ictos, incluida la discriminación por motivos étnicos. Trabajamos en conjunto con nuestro grupo destinatario étnicamente mixto (jóvenes de entre 17 y 18 años provenientes de la región de Struga) en la resolución de conflictos del pasado por medio del arte. En el taller, que duró una semana, los jóvenes trabajaron en forma individual y en grupos, y participaron en actividades de expresión creativa sobre cómo afrontar el pasado y la discriminación: a través de la música, el dibujo, la escritura creativa, el teatro, etc. Aplicando este enfoque metodológico, mediante el aprendizaje y el trabajo en un grupo étnicamente mixto, ayudamos a superar los estereotipos y los prejuicios entre los participantes y a generar un clima de mutua confi anza.

Trabajo conjunto

Una característica común a todos estos ejemplos prácticos es el hecho de que identificamos los problemas y diseñamos los proyectos de manera conjunta, mediante la cooperación interinstitucional, la complementariedad y la sinergia de numerosas organizaciones. Cada una de ellas contribuyó activamente a este esfuerzo mancomunado. Todas sin excepción participaron en la implementación de actividades y ayudaron a identificar conocimientos especializados sobre educación cívica, formación política y mediación de confl ictos. Aunando nuestros talentos, encontramos herramientas para la participación ciudadana y decidimos cuáles métodos de educación de adultos adoptaríamos. Los proyectos fueron implementados en estrecha colaboración con organizaciones locales e individuos con potencial de liderazgo que pudieran oficiar de enlaces con la comunidad local y con los habitantes a nivel individual. El trabajo centraba su interés en las personas y en los esfuerzos por despertar su conciencia individual para que se transformaran en agentes participativos en la sociedad, capaces de contribuir a crear una conciencia colectiva.

Valiéndome de estos tres ejemplos derivados de la práctica, y de la labor y cooperación asociadas a los proyectos, quisiera subrayar mi conclusión final basada en mi experiencia en el campo de la educación de adultos: la educación de adultos, y la educación en general, constituyen una de las herramientas básicas para generar un clima de paz y coexistencia en la sociedad. Ellas adquieren aún mayor importancia en circunstancias políticas delicadas y en regiones afectadas por crisis, cuando se trata de mantener la paz y crear las condiciones para la estabilidad y el desarrollo sostenible sobre la base de principios y valores democráticos.

 


Notas

1 / http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/peace/laureates/2014/yousafzai-facts.html

2 / http://www.forumzfd.de/en/projects/30

3 / http://www.cdckicevo.mk


Sobre la autora

Biljana Mojsovska, ha estado profesionalmente involucrada en la educación de adultos desde 2001, como miembro del equipo de DVV International Macedonia. Desde 2013 ha estado coordinando el programa de DVV International en Macedonia, como también el proyecto “Academia Regional Andragógica” en Europa Sudoriental. Es una de las fundadoras de la ONG Lifelong Learning Centre.

Contacto 
Lifelong Learning Centre 
Petre Piruze 10b 
1000 Skopje 
Macedonia 
mojsovska@lifelonglearning.mk 
www.lifelonglearning.mk 
www.dvv-soe.org

Educación de Adultos y Desarrollo

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