Entre los objetivos específicos sólo se menciona la educación primaria libre para el 2015. El hincapié en la educación primaria fue una de las consecuencias deplorables de las políticas de los organizadores de Jomtien, especialmente el Banco Mundial. La mayor parte de los recursos se ha ido a multiplicar las inscripciones en la escuela primaria. Se le ha prestado mucha menos atención a lo que es salir al encuentro de las necesidades básicas de aprendizaje de los/as adultos y de los/ as jóvenes que están fuera de la escuela. Se ha considerado a la educación primaria como «la vanguardia». Organismos bilaterales y multilaterales, en especial el Banco Mundial, durante mucho tiempo han desincentivado abiertamente todo lo que sea inversión en educación de adultos, apelando para ello a la escasez de recursos y a los fracasos del pasado.1
Sin embargo, pasar por alto la educación de adultos implica desatender la demanda educativa y negar la importancia de la familia y de la comunidad en cuanto sostén del bienestar y del aprendizaje de los niños/as, y como factor clave para el logro del aprendizaje escolar.2
La concentración en la educación primaria desprecia la influencia que todavía tiene la «vieja generación» en el desarrollo de las sociedades tradicionales.
Se puede poner en tela de juicio que la idea central de Jomtien fuera «el derecho universal de educación para todos». La idea central era «satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje», entendidas no como necesidades mínimas de aprendizaje o como conocimiento instrumental para la sobrevivencia, sino como actitudes cognoscitivas y destrezas que permiten mejorar la calidad de vida.
La Declaración de la V Conferencia Internacional sobre Educación de Adultos (CONFINTEA V) establece exactamente lo siguiente (§ 9):
«Educación básica para todos significa que las personas de todas las edades tienen una oportunidad, individual y colectivamente, para realizar sus potencialidades. No es solamente un derecho, es también un deber y una responsabilidad, tanto respecto de los demás como de la sociedad en su conjunto. Es esencial que el reconocimiento del derecho a la educación a lo largo de la vida vaya acompañado de medidas encaminadas a crear las condiciones que se requieren para ejercer ese derecho».
El documento parece sobreestimar las «promesas de la tecnología». La moderna tecnología de la comunicación todavía no pasa de ser una promesa para la educación, y de manera especial para la educación básica, y esto incluso en los países industrializados. En el futuro previsible los países pobres no podrán encarar los costos de estas nuevas tecnologías. El problema es que el desarrollo desigual de la infraestructura y de la disponibilidad de equipamiento más bien va a ensanchar la brecha informática existente entre los países industrializados y los países en vías de desarrollo, y que los países más pobres probablemente van a quedar desconectados de la moderna sociedad de la información.
La evaluación que hace el documento de la Educación Para Todos deja completamente de lado el hecho de que la «visión abierta» de la Educación Para Todos después de Jomtien se ha «encogido», como muy bien afirma Rosa María Torres:
La educación de adultos y jóvenes casi siempre estuvo centrada en la alfabetización (las 3 Rs), no en responder a las necesidades educa tivas básicas. Los adultos que tienen necesidades básicas de aprendizaje no son precisamente los analfabetos. La alfabetización es un objetivo, pero no es en sí misma un fin.
Se ha visto la educación básica como una estrategia de apoyo para la escolarización infantil. Si se presta oídos al argumento según el cual los niños tienen que competir financieramente con la educación de sus padres, es la educación de adultos la que sale perdiendo. (Torres p. 19)
El documento cita correctamente a Jomtien cuando dice que una agenda de acción para la concertación de futuros esfuerzos se basa entre otras cosas en el principio de «un compromiso innegociable de incluir a los excluidos (especialmente a niñas y mujeres) y en la provisión de una educación básica integral y de buena calidad para todos los niños/as y adultos…» En consecuencia el documento proclama que el objetivo general del documento marco es «garantizar oportunidades para que todas las personas puedan satisfacer sus necesidades básicas de aprendizaje» (p. 6). A continuación el documento/marco se concentra inmediatamente y de manera detallada en los niños/as, mientras a los jóvenes y adultos sólo se los menciona en la medida en que se cita a la CONFINTEA V (p. 7).
El documento «reafirma que las necesidades educativas básicas son especial-mente cruciales para los socialmente excluidos/as, para niños/as y adultos que sufren la marginalidad de la pobreza, de los conflictos, de la discapacidad o de otras fuerzas que están fuera de su control» (p. 8). Obviamente esta afirmación es correcta. Sin embargo, el concentrarse en estrategias de pobreza y antipobreza (tan frecuentemente mencionadas en el documento «marco») fácilmente puede desembocar en una reducción de la educación a la educación de los más pobres.
El documento marco reza: «Incorporación de una visión propia del país y estrategias para la educación básica y programas de alfabetización». Sin embargo, la alfabetización es parte integral de la misma educación básica en cuanto
«único instrumento de aprendizaje efectivo para el acceso a la información y a su procesamiento, para la generación de nuevos conocimien tos y para la participación en la propia cultura y en la cultura mundial emergente».3
Según el documento marco «la razón de fondo de que no se haya alcanzado las metas anteriores radica en el hecho de que, o no se empeñaron recursos suficientes, o si había recursos no se los utilizó convenientemente» (p. 12). Esto no es cierto. La cuestión no es necesariamente «más de lo mismo» sino la puesta en marcha de una educación que esté orientada a las necesida des, centrada en los estudiantes, que combine el enfoque formal con el no formal y que haga el mejor uso de los recursos disponibles. Esto implica cambios complejos y sosteni dos en varios campos relacionados entre sí: el educativo, el cultural, el político, el económico y el social. Una transformación así requiere más que recursos financieros. Requiere una visión y acción de largo plazo, una política de alianzas, estrategias adecuadas, y un calenda rio que abarque mucho más de una década (Torres p. 38).
Aquí se formula claramente el enfoque orientado al desarrollo:
«Las destrezas básicas tienen que ser adquiridas por todos/as los/as que promueven una vida sostenible, y permite que los/as estudiantes (tanto jóvenes como adultos) desarrollen todas sus capacidades, trabajen, participen plena-mente en el desarrollo, tomen decisiones informadas y continúen aprendiendo» (p. 17).
Este enfoque parece ser mucho más deseable para movilizar recursos y poner en marcha nuevas estrategias que el enfoque basado en los derechos.
Metas: las Nro. 1 y 2 son válidas para los dos grupos etáreos «personas que están entre 15 y 24 años» y «personas mayores de 25». Este último grupo ¿no necesita «destrezas vitales»?
El llamado «entorno alfabetizado» es por lo menos tan importante como el entorno de aprendizaje. Se le debería dar mayor consideración a las estrategias encaminadas a crear un «entorno alfabetizado». El término no es usado en el documento marco. ¿Por qué?
Proceso del Objetivo 9: capacitación de maestros/as
Esto es válido para todo el personal educativo. Sólo se menciona a los maestros de escuela. ¿Por qué?
Proceso del Objetivo 10: apoyo e inversiones nacionales
Las metas se centran casi exclusivamente en la educación primaria.
Se debe hacer un resumen que esboce la visión positiva de las estrategias que se debe concebir y poner en práctica (más que antipobreza) por la alianza mundial de países y agencias internacionales. El programa de Educación Para Todos (Jomtien) tiene todavía relevancia y validez. Si el fin de la educación básica es responder a las necesidades de aprendizaje de niños/as, jóvenes y adultos, la diversidad debe convertirse en norma. No existe un modelo único que defina los estándares ideales y los resultados/metas esperados. Lo que se necesita son modelos educativos diversificados que respondan a las necesidades y expectativas de todos/as los/as estudiantes. La mayor innovación será poner en práctica, de manera exhaustiva, la visión abierta original, los objetivos y metas y los principios de acción de Jomtien, así como las lecciones aprendidas de la Quinta Conferencia Internacional sobre Educación de Adultos (Hamburgo 1997).
«Éste es un tiempo de reflexión y análisis, más que de activismo. Un tiempo para plantear dudas y preguntas, más que para ratificar certezas, hacer diagnósticos rápidos, dar respuestas confeccionadas y ofrecer recetas de lo que se tiene que hacer. Si en la década de los ochenta no era posible anticipar los sucesos que iban a tener lugar en la década de los noventa, no hay razones para creer que a fines de la década de los noventa —una era de incertidumbre y de cambios espectaculares— seremos capaces de predecir con claridad la década siguiente, y menos aún el siguiente siglo». (Torres p. 40)
Fuente: Educación de Adultos y Desarrollo, número 54, 1997, pp. 173 –181
1 Prioridades y estrategias para la educación (Priorities and Strategies for Education), un análisis del Banco Mundial, Washington D.C. 1995.
2 Rosa María Torres, IIEP-UNESCO, Buenos Aires 1999, Una década de educación para todos: el desafío que tenemos por delante (Versión inglesa: One Decade of Education for All: The challenge ahead).
3 Comisión Interinstitucional para la Conferencia Mundial sobre Educación Para Todos (Inter agency Commission for the World Conference in EFA), 1990, p. 63. Ver también CONFINTEA V, Declaración § 11 sobre Alfabetización de Adultos.